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Naim Qassem |
Naim Qassem expuso fallas críticas en la organización, desconexión con Irán y el devastador golpe del Mossad en la guerra reciente
Naim Qassem, secretario general del Hezbolá, pronunció un discurso el 8 de julio pasado, revelando detalles poco conocidos sobre las debilidades del grupo durante la reciente guerra entre Gaza e Israel. Expuso fallas en comunicaciones, la falta de coordinación con Irán y Hamás, y el impacto devastador de la operación de los beepers del Mossad. Reveló, sin decirlo expresamente que ese partido es una organización en introspección, enfrentando una crisis de seguridad sin precedentes.Las declaraciones de Qassem, libanés nacido en Kfar Fila, en 1953, en una entrevista exclusiva con Al Mayadeen, fueron transmitidas por televisión. Se abordaron acontecimientos clave desde el 7 de octubre del 2023, cuando Hezbolá se enteró del ataque de Hamás al mismo tiempo que el resto del mundo. La noticia llegó a Hassan Nasrallah, entonces líder, media hora después de iniciada la operación, sin previo aviso.Tras el ataque, se convocó al Consejo de la Shura (órgano principal de toma de decisiones de Hezbolá, encargado de definir estrategias y políticas del grupo), y se decidió lanzar una campaña limitada de apoyo a Gaza. No se contempló una guerra a gran escala, ya que carecían de preparativos suficientes. El objetivo era aliviar la presión israelí sobre Gaza, sin escalar el conflicto. Esta decisión reflejó la falta de coordinación estratégica con otros actores regionales.
Qassem admitió que la idea de unir los frentes contra Israel, concepto promovido por el Hezbolá, nunca se concretó ni maduró. No hubo alineación operativa con otros grupos. Se reveló que Irán, principal aliado, desconocía los planes del 7 de octubre, lo que evidencia una desconexión significativa entre los actores del eje de resistencia.
Un punto crítico fue la operación del Mossad con los beepers, descrita como un golpe devastador. Los dispositivos, adquiridos en el último año o año y medio, estaban comprometidos. La explosión de beepers y walkie-talkies causó estragos en las operaciones de Hezbolá, exponiendo vulnerabilidades graves en su seguridad.
La infiltración israelí en los sistemas de comunicación fue casi total. Qassem reconoció que los israelíes sabían todo, mientras Hezbolá ignoraba la magnitud de la brecha. Esta vulneración no se debió a espionaje humano, sino a la vigilancia tecnológica avanzada del Mossad, un detalle que sorprendió por las complicaciones para ponerla en marcha.
Durante la reunión del Consejo de la Shura del 18 de septiembre, Nasrallah expresó gran enojo por la filtración. La magnitud del problema llevó a una investigación interna, aún en curso, para determinar las causas exactas. Qassem prometió actualizar la información una vez concluidas las pesquisas.
Se destacó que el Hezbolá no permanecerá pasivo ante las continuas violaciones israelíes, refiriéndose a los ataques diarios post-alto el fuego de noviembre del 2024. Qassem afirmó que responderán cuando lo decidan, manteniendo una postura combativa.
Las únicas opciones planteadas fueron la victoria o el martirio, descartando la rendición. Esta declaración refuerza la determinación del Hezbolá, pese a las pérdidas sufridas, como la muerte de Nasrallah y gran parte de la cúpula el año pasado.La prensa internacional apenas ha profundizado en la desconexión con Irán y la falta de preparación para una guerra a gran escala. La revelación de la vigilancia tecnológica como principal brecha, en lugar de traiciones internas, sugiere un desafío mayor para el Hezbolá: contrarrestar la superioridad tecnológica israelí.
Ramírez de Velasco®
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