Ir al contenido principal

ALMAMULA A mi comadre Rosaura la culpaban con todos

Imagen de ilustración

Esta historia cuenta lo que sucedió cuando una mujer del pago se puso hermosa y quién es el ser que larga fuego por los ojos


Mi comadre Rosaura era tan linda que la culpaban de todas las separaciones y divorcios que hubo en el pago en ese tiempo. Doña Ester Soriano y el Toto García, se disgustaron, él se fue a vivir con un hermano, ella quedó en la casa y avisó que si aparecía lo iba a bajar de un balazo. Decían que la Rosaura había estado en el medio. El comisario Luis Galván, no sé si se acuerda, se divorció de la señora. ¿Culpa de quién?, ¡de la Rosaura! También se pelearon Alberto Galíndez con doña María Gerez, Tito Acuña con Verónica Expósito y otra media docena de parejas.
Una sombra oscura se asomaba sobre el pago, presagiando tiempos en los que una cólera irracional haría trizas la paz y la tranquilidad que venían reinando desde siempre. Es malo cuando en los ojos de todos asoma la maldición de una belleza irracional y se adueña de los espíritus inseguros de algunas mujeres.
En una ocasión ella había ido a la comisaría a denunciar que le habían robado unas cabras, y por eso cayó también el comisario en la volteada. Las malas lenguas daban por seguro que engañaba al marido con el almacenero y con el cura.
Era toda una sensación en el pueblo. De joven había sido una chica común y corriente, parecida a muchas del lugar, pero a los 25 años, cuando se le asentaron los rasgos, fue como si le hubiera surgido la belleza de repente. No había hombre que no soñara con ella.
Al ser callada parecía insegura o tímida, nada hacía predecir de lo que era capaz si la acorralaban o era señalada de mala manera, como lo hacían ahora las otras mujeres.
Las veces que llegaba al pueblo, con uno de sus changos a hacer compras, hablaban a sus espaldas: “Ahí va, se hace la qué, es una chirusa”, “quién va a ser el próximo que caiga en sus redes”, “le he dicho a mi marido que, si la llega a mirar nomás, no sabe la que le va a pasar”. Era una ristra de comentarios malintencionados, con la única certeza de que era una hermosa mujer.
Yo era amigo del marido, que me eligió para que fuera padrino de sus dos changos. Sentía los comentarios maledicentes como quien oía llover, sin darles importancia. Hasta que un buen día las mujeres del pueblo empezaron a hablar de mí. Pero en este caso era peor, porque la Rosaura era mi comadre, ¿entiende? Se había hecho pedazos el compromiso de respeto mutuo entre los compadres.
La sombra de varias sombras de muerte y espanto se apoderaron de mi alma, entonces chango que no llegaba a los 20 años. Sentí que una garra negra me apretaba la tráquea para no dejarme respirar. La oscuridad no me permitía pensar por esos días. Y dejé de ir de visita a ver a mis ahijados.
Me sentí mal, abochornado. Un buen día, sin despedirme de nadie me marché de aquel lugar, dije que tenía trabajo en la ciudad, pero me fui con lo puesto. Después de un largo tiempo que anduve rebotando en trabajos mal pagos, bachero de bar de mala muerte, cartonero, linyera, conseguí meterme de albañil en una obra. Al tiempo con un compañero nos abrimos para formar una empresita de arreglos de casas, pintura, electricidad y la seguimos peleando. Pero no me quejo.
Hace poco he vuelto al pago después de varios años. Estaba casi igual. Los parientes me pusieron al día de las novedades, quiénes se habían muerto, quiénes se habían ido, los almacenes nuevos que había, esas cosas. Cuando pregunté por mi comadre la Rosaura, primero hubo un silencio incómodo y después me cambiaron de tema.
Y un día fui de visita. Estaba igual de linda, pero los años le habían trazado senderos de vida en el rostro. El marido seguía fuerte y los hijos eran mozos: el mayor había hecho una casa aparte, para vivir con la señora. En medio de la conversación, pregunté qué había pasado con esa ola de comentarios que había despertado hacía 25 años. Y me contó.
“Cuando usted se fue, yo supe que se iba porque nos culpaban de algo. Me enojé mucho. Ese domingo lo hice poner traje a su compadre, los vestí de punta en blanco a los niños y fuimos a misa. A la salida la encaré a doña Ester Soriano y le pregunté, amablemente, si era cierto que el marido la había dejado. Levantó la voz para responderme:
—Vos sabes muy bien por qué se fue el Toto.
—No lo sé, usté digamé— le respondí.
—Porque vos lo has enloquecido— me gritó.
“Entonces bien despacito, para que el resto se acerque a oírme, le dije:
—Si usted no sabe cómo tratar a su marido, no me venga a culpar a mí, que apenas lo saludé dos o tres veces. Fijesé bien en lo que hace o en lo que deja de hacer para andar tan mal con su hombre. Pero no me achaque su abandono porque no tengo nada que ver con él —ahí levanté un poco la voz mientras miraba al resto— y con ningún otro.”

Mi compadre sostuvo entonces que en ese instante se terminaron las habladurías, las mujeres se arreglaron con los maridos, dejaron de inventar chismes de la Rosaura.
La leyenda de la Alma Mula dice que es un ser mitad mujer, mitad mula, que arrastra un freno y cuando lo pisa hace un ruido terrorífico de cadenas. Cuando está por llover sale a lamentarse por haberle sido infiel al marido con sus hermanos, sus vecinos, el cura, el compadre. Larga fuego por los ojos arrepintiéndose de su amor por el pecado de la lujuria.
Pero no es este caso, porque mi comadre Rosaura jamás tuvo una mirada que no fuera para mi compadre. Además, en el pago no creen en aparecidos.
Es gente moderna, qué quiere que le diga.
©Juan Manuel Aragón

Comentarios

  1. El poder del chisme y la envidia es grande y lamentable. Buen relato

    ResponderEliminar
  2. Muy buen cuento, Juan Manuel! El chisme es tóxico siempre!!

    ResponderEliminar
  3. Muy bueno Juan Manuel pero hubiera preferido un final de tragedia o abierto.

    ResponderEliminar
  4. Estupendo relato no se porque no te conocí antes siendo tan amiga de tu hermana que no me apetece contestarle
    Estuvieron mucho tiempo en casa puede ser por un accidente o algo así
    Yo venía poco a Santiago
    Pero lo que estoy seguro q mí padre te habría adoptado y yo tendría un hermano soñado

    ResponderEliminar
  5. Impecable el cuento. Me gustó.

    ResponderEliminar
  6. en mi pago Salavina se le llaman a ls que tienen relaciones entre hermanos primos sobrinps y en las npches de luna llena se convierten en lobizones

    ResponderEliminar
  7. Muy lindo el relato Muy de mi Sgo

    ResponderEliminar
  8. Excelente relato. Felicitaciones juan Manuel Aragón.
    .

    ResponderEliminar
  9. Juan Carlos Sandobal29 de julio de 2022, 18:26

    El que seguro anduvo por ahí es el viejo Simon que no?

    ResponderEliminar
  10. La próxima vez que vaya a Santiago probaré ese helado Biondo que tanta propaganda le hacen...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Por cierto... soy Andrés Castaño... vivo en Berazategui, Buenos Aires

      Eliminar
  11. Amigo, el cuento es impecable y bien santiagueño; no esperaba menos de tu pluma.¡Felicitaciones!!

    ResponderEliminar
  12. Faltaba mi nombre: Carlos, el poeta con quien compartes el café algunas veces en el Ochógono.Un a brazo.

    ResponderEliminar
  13. Muy buena pluma Juan Manuel. Te felicito. Ya no te veo por Sgo, sus calles recorrer.

    ResponderEliminar
  14. El poder del chisme destruye hogares.Hay que controlar la lengua.Impecable relato¡!!!

    ResponderEliminar
  15. Somos esclavos de nuestros pensamientos ...... Porque será ...???

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares (últimos siete días)

1996 CALENDARIO NACIONAL Curutchet

Ricardo Curutchet El 3 de julio de 1996 murió Ricardo Curutchet, abogado, periodista, militante católico y director de publicaciones nacionalistas El 3 de julio de 1996 murió Ricardo Federico Curutchet Oromí. Fue abogado, periodista, militante católico y director de publicaciones nacionalistas. Había nacido el 6 de marzo de 1917 en Buenos Aires. Fue hijo de una familia vinculada a la historia argentina, siendo tataranieto por vía materna de Cornelio Saavedra, figura clave en la Revolución de Mayo. Creció en un aumbiente que le permitió acceso a una educación sólida y a influencias culturales e históricas. Estudió en el Colegio del Salvador, en el que, desde joven mostró interés por el nacionalismo argentino. En 1933, apadrinado por Juan E. Carulla, fundó y dirigió la Acción Nacionalista de Estudiantes Secundarios, una agrupación que marcó su ingreso formal a la militancia nacionalista. Posteriormente, se formó como abogado en la Universidad de Buenos Aires, integrándose durante esos añ...

MEMORIA La Banda no existe

La estación, imaginada por Jorge Llugdar Esa pretendida ciudad es solamente una creación colectiva de la imaginación de los santiagueños, sostenida en el tiempo y siempre activa La Banda no existe, es una creación imaginaria colectiva de los santiagueños que, en un esfuerzo inaudito de un espejismo colectivo, idearon un pueblo paralelo, con calles de nombres parecidos, casas, gente y hasta un ferrocarril propio. Algunas veces alguien que trabaja en un quiosco en Santiago, un médico, un gobernador, el empleado de un laboratorio de análisis, se proclama bandeño. Pero es sólo un chiste sobreentendido, eso lo saben todos. A muchos santiagueños les sucede que al cruzar el puente Carretero con un pariente o alguien de otra provincia, les dice: “Oye, ¿no era que había una ciudad aquí?”. Y hay que explicar de nuevo el asunto del establecimiento colectivo de una ciudad al otro lado del río, con una historia particular, leyendas, personalidades y hasta personajes populares. Algunos sostienen que...

SUBVENCIONADA Activista simula masturbarse en un templo (con vídeo)

Simulando actos indebidos trepada al altar Ane Miren Hernández Unda burla la fe católica, simula actos obscenos en el altar y desata indignación con su provocación Este fin de semana, la activista vasca Ane Miren Hernández Unda, conocida como Ane Lindane, desató una fuerte controversia al protagonizar un acto de profanación en la iglesia católica de Saint-Laurent d’Arbérats, en la región de Soule, Francia. El incidente ocurrió durante el festival Euskal Herria Zuzenean, respaldado por instituciones locales que utilizó el templo, no desacralizado, como escenario para actividades que han generado indignación entre la comunidad cristiana. Hernández Unda, nacida en Barakaldo en 1988, es una figura habitual en medios como la radiotelevisión pública vasca ETB y en Canal Red, el proyecto mediático liderado por el dirigente político Pablo Iglesias. En un vídeo que la mujer difundió en intenert, se la observa subiendo al altar de la iglesia, profiriendo gritos blasfemos y simulando actos obscen...

MADRUGADA Rito en la penumbra

Madrugador Un mate que susurra en la noche, tejiendo soledades y verdades en el silencio de las horas que no duermen No es el mate de las ocho, compañero de tostadas crujientes, ni el que pasa de mano en mano entre risas y migas de bizcochitos. El de la madrugada es de otra estirpe, susurro en la quietud, secreto que no se comparte. No obedece al reloj ni a la costumbre; surge como un destello, es un faro para el que navega en la noche. Cuando la casa duerme y la ciudad apenas respira, alguien se levanta, enciende el fuego y escucha el murmullo de la pava, un canto antiguo que conoce de memoria. Este mate no se apura. No se ofrece, no espera compañía. Medita, que abraza al insomne, al que lee hasta que las palabras le queman los ojos, al que hurga en fotos viejas o garabatea ideas que se resisten a ser atrapadas. Lo ceba quien llora en silencio, quien ríe en su interior o quien simplemente mira la noche, buscando algo que no nombra. Es una ceremonia sin reglas escritas, pero con su pro...

PALABRAS El parentesco de Santiago con los hebreos

Paisaje santiagueño, visto por Jorge Llugdar Etimología desarrollada de “judío” y de “Santiago”, dos vocablos que vienen juntos casi desde el principio de los tiempos Ahora que se está hablando de Santiago, porque viene otro cumpleaños de la ciudad, sería bueno ver la etimología de Y'hudah, que significa “celebrado” o “festejado” en hebreo y tiene una rica trayectoria histórica, lingüística y cultural que conecta al pueblo judío con la tradición bíblica y llega hasta la identidad de Santiago del Estero, a través de la relación entre los nombres Jacob y Santiago. En el libro del Génesis, Y'hudah, el cuarto hijo de Jacob y Lea, recibe su nombre de la raíz hebrea yadah, que implica “alabar” o “dar gracias”. Según el Génesis (29:35), Lea exclamó: “Esta vez alabaré al Señor”, otorgando al niño un nombre que refleja gratitud y celebración. De este origen personal, Y'hudah se transformó en el nombre de una de las doce tribus de Israel, cuyos descendientes desempeñaron un papel cen...