Juan Carlos Goyeneche |
El 25 de noviembre de 1938 aparece el primer número de la revista nacionalista "Sol y Luna", que tiene como director a Juan Carlos Goyeneche
El 25 de noviembre de 1938 salió el primer número de "Sol y Luna", cuyo director fue de Juan Carlos Goyeneche. Esta Goyeneche, desconocido para la mayoría de los argentinos fue un político nacionalista, simpatizante de los nazis, que viajó durante la Segunda Guerra Mundial a Europa y se reunió con varias figuras de importancia del Tercer Reich y de la Italia fascista.La revista Sol y Luna fue órgano de difusión de las ideas del nacionalismo católico argentino.Lo acompañaron Mario Amadeo e Ignacio Braulio Anzoátegui como codirectores y José María de Estrada como secretario de redacción.Colaboraron con la revista Cosme Beccar Varela, Leonardo Castellani, José María Castiñeira de Dios, Atilio Dell’Oro Maini, Octavio Nicolás Derisi, Nimio de Anquín, José María de Estrada, Santiago de Estrada, Alberto Espezel, Máximo Etchecopar, Rafael Jijena Sánchez, Leopoldo Marechal, Samuel Medrano, Julio Meinvielle, Juan Ignacio Pearson, César E. Pico, Juan P. Ramos, Adela Rodríguez Larreta de García Mansilla, Marcelo Sánchez Sorondo, Juan Ramón Sepich y Lisardo Zía. Reprodujo la obra plástica de Héctor Balsaldúa y Juan Antonio Ballester Peña, y textos de autores extranjeros como Gino Arias, Hilaire Belloc, Gilbert Keith Chesterton, Paul Claudel, Pablo Antonio Cuadra, Eugenio Montes, Giovanni Papini, Charles Péguy, José María Pemán y Adriano del Valle.Goyeneche había nacido el 6 de enero de 1913 en Buenos Aires. Fue un colaborador cercano del Ausland-Sicherheitsdienst, servicio de inteligencia de ultramar de la Alemania nazi. Fue un prominente periodista nacionalista, editor de la revista Sol y Luna, que apareció hasta 1943 y redactor de la revista Cabildo. Se destacó, entre otras cosas por el antisemitismo de sus escritos.
Según dijo, la Hispanidad era un elemento clave a la hora de definir la nación. Cuando Juan Domingo Perón todavía era coronel del Ejército Goyeneche era su agente confidencial.
Como miembro de la intelectualidad conservadora de América, fue invitado por el Consejo de la Hispanidad para acudir a España. Llegó a Europa en abril de 1942. En Madrid se reunió con el embajador argentino Adrián Escobar y con el cónsul Aquilino López y al mes siguiente, los tres cruzaron la frontera a Francia para visitar a Pierre Laval, jefe de gobierno del Régimen de Vichy. En París Goyeneche estableció contacto con el oficial de las SS Herbert Knochen, que accedió a organizarle un viaje a Berlín.
Antes de este viaje, Goyeneche y Escobar viajaron a Roma para encontrarse con el Papa Pío XII.
Llegó a Berlín en octubre de 1942, y fue alojado en el Hotel Adlon, a cuenta del estado alemán. Visitó el Frente Oriental para observar a los hombres de la División Azul. A su vuelta de Rusia solicitó a Otto Reinebeck el director de la agencia de asuntos latinoamericanos del ministerio de exteriores nazi que le organizara encuentros con Adolf Hitler y Joachim von Ribbentrop.
El 30 de noviembre de 1942 se reunió con Ribbentrop, Sandstede fue el intérprete. Ribbentrop le manifestó el apoyo alemán a un aumento del comercio entre ambos países en caso de una victoria nazi en la guerra, el apoyo del Tercer Reich a la toma argentina de las Islas Malvinas y el apoyo al desarrollo de lazos más fuertes entre España y la Argentina.
Pero Goyeneche encontró desagradable a Ribbentrop.Luego se reunió con Walter Schellenberg, líder del Ausland-Sicherheitsdienst, y con el propio Heinrich Himmler en enero de 1943.
Cuando volvió a España se reunió con Ramón Serrano Súñer. Volvió a Italia y estuvo con Giovanni Montini y tuvo dos reuniones más con Pío XII antes de encontrarse con Benito Mussolini, del cual obtuvo su compromiso de defender el reclamo por las Malvinas y la promesa de que lo mismo harían Alemania y Japón. El líder italiano se habría comprometido a apoyar un plan para derrocar al presidente Ramón Castillo. Mussolini también le habría manifestado que las potencias del Eje no querían terminar con la independencia de la Argentina u otro país hispanoamericano. El dictador fascista también le habría confesado que veía a Argentina como la potencia líder en América del Sur tras la victoria del Eje.
En enero de 1944 estaba en Madrid, cuando el Ministerio de Educación español le concedió el título de maestro y el doctorado en letras. Pasó los últimos meses de la Segunda Guerra Mundial en España y estuvo en contacto con Himmler hasta el final.
Volvió a la Argentina. Cuando derrocaron a Perón en 1955 no cayó en desgracia porque su amigo Pierre Daye hizo que lo nombraran secretario de Cultura y Prensa en la Casa Rosada. Pero ambos se convirtieron en personas non grata, cuando el presidente Pedro Eugenio Aramburu purgó el gobierno de filonazis.
Fue referente ideológico de las actividades del Movimiento Nacionalista Tacuara surgido en la década del 60.
Murió en Buenos Aires el 16 de octubre de 1982.
©Juan Manuel Aragón
Ahora que vuelven famosos a los desatinos pasados y parangonando a Dromi, sería nada que sea historia será cierta según quien la cuente.
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