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CREACIÓN Los monos, los árboles

Imagen de ilustración

El monito que se baja del árbol es comido por los animales salvajes, el que camina erguido también


Los monos no querían bajar de los árboles ni tenían para qué, los que andaban más alto sobrevivían al tigre cazador, al ágil leopardo, al hambriento león. Los más débiles dormían en las ramas bajas que eran más fuertes, sí, pero más cercanas al suelo y por lo tanto más accesibles. Eran animales imperfectos, casi creados a la marchanta. Para no extinguirse se treparon a los árboles y siguieron con vida. El andar de liana en liana, como dice la vieja canción, los salvó de la extinción. Y Dios vio que eso estaba bien.
Cada uno de los animales tenía sus problemas, el mamut necesitaba miles de toneladas de pastito para quedar satisfecho, cuando hallaba comida, en poco tiempo se superpoblaba el lugar hasta que todos lo de su especie terminaban raquíticos. Entonces uno decidía marcharse a otro sitio para volver a empezar. Al final no tuvieron dónde ir, quedaron presos del hambre. Y se murieron todos.
Algo así le sucedió al tiranosaurio. Según dicen, un buen día se le terminaron los animalitos de los que se alimentaba y su vida se apagó sin que aprendiera a comer pasto, porque, “cosas veredes Sancho, pero no un tiranosaurio vegano, válgame Dios”, diría Alonso Quijano.
De entre los muchos animales que sobrevivieron, los monos siempre fueron los más simpáticos. Establecieron relaciones complejas entre ellos, báh, todo lo complejas que pueden ser entre los animales, ¿no? Como que un macho era dueño de todas las hembras que consiguiera mantener fieles, antes de que llegara uno más fuerte a derrotarlo en una pelea que en ocasiones era a muerte. Y aquellas monitas que antes le obedecían al otro y se apareaban gustosas con él, ahora eran del recién llegado.
Desde el Cielo, Dios los miraba y se divertía. Quizás los monos fueran para él lo que es la tele para usted. Siempre dan espectáculo, no tienen vergüenza, son chillones, gritan por cualquier cosa, igual que los monitos.
Pero los rondaban los leones, de tal manera que, si uno caía al suelo, ahí nomás lo almorzaban entre dos pancitos. Bajaban a recoger semillas o iban al río a tomar agua agachados para correr más rápido. El que se erguía era visto desde lejos por la pantera, que, más rápida que ligera venía y lo manducaba. El que se separaba del resto se moría de infeliz, porque solo en tropilla los monos sobreviven a las acechanzas de la selva.
Hasta que un buen día Dios consideró creó un hombre hecho y derecho, tal cual es hoy, erguido desde el principio. Además, le dio inteligencia para que tomara un palo para defenderse de los bravos animales del bosque y el pastizal.
Miles de años después un ñato inventó eso de la selección de las especies, que sostiene que el mono que baja del árbol, se convierte en hombre segundos antes de que llegue un depredador a comerlo, agarra un palo y lo mata, a quién se le ocurre semejante macana. Inventó esa teoría, hasta ahora nunca demostrada, solo por su odio a Dios. Que desde allá arriba, todos los días enciende su máquina de mirar a los hombres y se ríe de los inventores de teorías que lo niegan.
A veces van los ángeles a hacerle compañía. Dicen que desde hace tiempo espera que un mono se vuelva a convertir en hombre, a ver si se prueba la teoría anticientífica de la selección de las especies. Y se ríe a las carcajadas.
©Juan Manuel Aragón
A 3 de noviembre del 2023, en La Fragua. Moliendo maíz pishinga

Comentarios

  1. Nunca falta de que reírse decía un mono y se miraba las bolas ja ja ja.

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  2. Ese ÑATO era ni más ni menos que Charles Darwin, el cual navegó alrededor del mundo recogiendo especies de pájaros etc, y efectuaba estudios comparativos, para concluir en la TEORÍA de la EVOLUCIÓN, la cuál por lo menos se acerca a lo científico, y a aceptada por casi todos los científicos que estudian de donde venimos,
    en contraposición a un cuento inventado por los israelitas a fin de unificar a su pueblo, cuestión común s todas las religiones, de las cuales NO TIENEN EXPLICACIÓN RACIONAL.
    ¡SIMPLEMENTE.................
    ¡ ES CUESTIÓN DE FE !
    La CIENCIA DEJADA DE LADO.
    🤔🤔🤔🤔🤔🤔🤔🤔


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