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Ayudantes pedagógicos de la escuela Li-Or |
A continuación, inmigrantes latinoamericanos cuentan la experiencia de trabajar en la sociedad israelí, pensamientos en la guerra y soluciones lejanas. El papel fundamental y el compromiso laboral con niños con autismo y la convivencia pacífica en el plantel educativo, ya sea de origen judío o musulmán, de la escuela Li-Or de Raanana
Informe de Matias Daniel Mondschein*
Más de dos meses de este conflicto, las emociones van y vienen. En las calles, en nuestras casas y en el trabajo había una mezcla de angustia, bronca, desazón, impotencia y cansancio fueron al principio lo que predominaba en la sociedad. Las imágenes empezaban a llegar y la “fotografía completa” se comenzaba a dimensionar de lo que realmente estaba pasando en el sur.
Repetición. Otra vez la misma historia: estado de guerra desde la Franja de Gaza. Pero esta vez pudieron “entrar” y lograr un objetivo impensado. Fue dejar la puerta abierta, para que hagan lo que quieran… Todo lo que pensaban hacer en sus sueños más agresivos… lo alcanzaron…
Al principio, el mundo respondió con asombro y estupor… luego la calle fue “ganada” por los “activistas de izquierda y pro palestinos” que negaban todo tipo de acto salvaje y genocida… solo por el hecho de ser Israel el atacado… dando rienda suelta a una nueva ola de antisemitismo en muchos países, amigos o no de Israel, que “no creían” en las agresiones recibidas a la población civil de Israel.
Verdad. Las informaciones y propagandas se ven y perciben, donde no se “chequea” si es verdad o no… dicen que la primera impresión es lo que cuenta… y esta “guerra impuesta” genera esa desesperación de poder mostrar la realidad a la comunidad internacional, que ciega, no puede percibir la realidad porque los intereses económicos y territoriales, se imponen primero. No “importa lo que pasó”, ya no interesa, aunque la verdad hay una sola. El resto es intentar acomodar la situación de acuerdo al medio de prensa que lo informa…
Cambios. La compleja situación en Israel, nos brinda día a día la posibilidad de cambiar y adaptarse a lo nuevo. En medio del comienzo, el sistema educativo se fue articulando de manera que los chicos no sufran la guerra. Con el sistema de colores, directivas dadas por la defensa civil, según la zona de residencia, afectada por el conflicto, se pudo volver a las clases.
Armonía laboral. Desde Raanana, la escuela Li-or, de educación especial, diseñada para alumnos con diagnóstico de autismo, con un nivel de funcionamiento medio y bajo. Como cualquier segmento laboral, se fomenta la convivencia y la armonía, como una familia que cuida de sus integrantes, sin importar su lugar de nacimiento, idioma o religión. Es por ello que este grupo de inmigrantes latinoamericanos (olim), siente un lugar de permanencia y encuentran esencial en la importancia de trabajar con estos niños –de edad escolar primaria-, donde la tarea es mutua: cuidar a los chicos y que ellos -a través del amor- “protegen” a las personas que trabajan en ella.
Tolerancia. La esperanza es compleja. Se respira amor y paz… es un dar y recibir, donde cada triunfo es apreciar sus progresos -que es difícil verlo en el día a día- y a su vez, de poder vivir en un torno de paz y convivencia… que si es posible en Israel… Sólo a través del dialogo, entendimiento y tolerancia se podrá alcanzar esas metas… Desde la escuela Li-Or, esto se vive a diario…
Argentina: Esteban Dveksler: 14 meses en Israel. Ya en su tercer mes en la escuela; y Matías Mondschein: Casi 10 años en Israel, en su tercer año en la escuela.
Brasil: Alexandre Scotto: Hace 8 años que vino a Israel, reside en Raanana. Hace dos años trabaja en Lior; Tzvi Beker: Hace 9 años que reside en Israel y ya en su tercer año en la escuela. Tienes un hijo mayor en el ejército, por lo que su preocupación aumenta día a día; y Luiza, realiza un trabajo social como ayudante pedagógica.
Paraguay: Miriam Michaeli: Hace 35 años que vive en Israel, reside en Herzilia. Hace casi un año que trabaja en Li-Or. Tiene un hijo y un sobrino en el ejército en Gaza
Chile: Paula Gurovich: Un año y tres meses en Israel, reside en Kfar Saba. En Li-or hace dos meses.
Colombia: Greg Bibliowicz: En Israel, 35 años, reside en Kfar Saba y trabaja hace 3 años en la escuela; y Diego, que está por comenzar en estos dias.
Descripción del conflicto
Esteban: “Me siento confundido, mareado, triste. Es nuevo, sensación de asombro, al mismo tiempo, tranquilidad de ver al pueblo judío y no judío, de estar juntos por un objetivo”.
Alexandre: “Triste y preocupado por los rehenes y por mi hija que está en el ejército”.
Tzvi: “Me sorprendió en el primer momento que comenzó el conflicto y después me dio seguridad que el país está haciendo el trabajo correcto y desconozco cuándo terminará”.
Miriam: “Di-s mio que nos ayude. Muy difícil, es un nuevo dolor que no se puede captar, que una madre que tiene un hijo en el ejército, donde todo el tiempo sin parar estamos preocupados, el no saber nada de ellos. Preocupación imparable, ansiedad, que los queremos que vuelvan. Pero sabemos que nuestros hijos van a defender el país”.
Paula: “A mis amigos, les digo que no es fácil vivir en un país en guerra, pero a la vez con más seguridad. Es una dicotomía que pocos entienden y uno vive con angustia… Vivo hace poco en Israel y no pensé vivir en una guerra. Cambie los terremotos de Chile por los misiles en Israel. También al ser horario invierno, al oscurecer me genera más angustia que pase algo… La primera alarma no la sentimos porque vivimos al frente del hospital Meir, en Kfar Saba”.
Greg: “Es una guerra que no la buscamos y que no queríamos. Muy triste por lo que está pasando. No es lógico”.
Una posible solución
Esteban: "Dudo mucho que la paz sea posible, mientras exista una organización con el solo fin de eliminar al pueblo judío. Lamentablemente es exterminando a Hamas de la tierra”.
Alexandre: “Hay que eliminar a Hamas, la paz es algo muy complicado, sus hijos están adoctrinados para odiar a Israel”.
Tzvi: “Eliminar al grupo Hamas – Hezbollah, para que los pueblos estén unidos, porque los seres humanos pueden vivir bien entre los dos pueblos”.
Miriam: “Nos sentimos bien ayudando y con ganas de ser voluntarias para ayudar a otros… No quiero ser política, tengo un hijo en Gaza, solo quiero que vuelva a casa. Pienso que Bibi termino su carrera, por los muchos problemas en el gobierno, que nos influye a todos”.
Paula: “No se pelea con un ejército, el enemigo no tiene miedo de morir, lo toman como un privilegio para ellos. Pienso que no se negocia con los terroristas, es difícil llegar a un acuerdo de paz porque te traicionan en 10 minutos”.
Greg: “No creo que en el futuro próximo lo haya. Ya hace 75 años que estamos en guerra con los vecinos árabes… No es una guerra de religión, es una guerra entre los buenos y los malos”.
Trabajar en Escuela Li-Or
Esteban: “Me contuvieron desde el minuto cero, siempre preguntándome como me siento y qué necesito. Sabiendo que para mí y mi familia todo es nuevo. Estoy muy agradecido de estar donde estoy. Lo que me gusta de trabajar con chicos con autismo, es el amor el afecto y el cariño que te devuelven en todo momento. Ellos solo expresan lo que sienten, sin prejuicios ni condiciones. Ellos solo sienten. Trabajar te devuelve la paz y amor, da equilibrio estar con el equipo… No percibo diferencia en el equipo de trabajo”.
Alexandre: “Siento que es mi segundo hogar, me encanta trabajar con niños con necesidades especiales porque aprendo de ellos cómo lidiar con mi hijo que tiene síndrome de down”.
Tzvi: “Veo como que no importa quién es quién, (Li-Or) es una familia y todos lo hacemos por una meta”.
Miriam: “Es interesante porque hay todo tipo de religiones y personas diferentes. Por los chicos es la mejor opción, porque tenemos un objetivo con ellos para enseñar como personas, porque son muy especiales”.
Paula: “Me siento bien, es un espacio contenido, siento que es una ayuda mutual con los niños y ellos nos ayudan a abstraernos de la guerra y nosotros los ayudamos a ellos”.
Greg: “Lo disfruto mucho, me encanta trabajar con los chicos y con el equipo, con gente de todo tipo de lugares, como compañeras árabes musulmanas y son iguales que todos”.
Más de dos meses de este conflicto, las emociones van y vienen. En las calles, en nuestras casas y en el trabajo había una mezcla de angustia, bronca, desazón, impotencia y cansancio fueron al principio lo que predominaba en la sociedad. Las imágenes empezaban a llegar y la “fotografía completa” se comenzaba a dimensionar de lo que realmente estaba pasando en el sur.
Repetición. Otra vez la misma historia: estado de guerra desde la Franja de Gaza. Pero esta vez pudieron “entrar” y lograr un objetivo impensado. Fue dejar la puerta abierta, para que hagan lo que quieran… Todo lo que pensaban hacer en sus sueños más agresivos… lo alcanzaron…
Al principio, el mundo respondió con asombro y estupor… luego la calle fue “ganada” por los “activistas de izquierda y pro palestinos” que negaban todo tipo de acto salvaje y genocida… solo por el hecho de ser Israel el atacado… dando rienda suelta a una nueva ola de antisemitismo en muchos países, amigos o no de Israel, que “no creían” en las agresiones recibidas a la población civil de Israel.
Verdad. Las informaciones y propagandas se ven y perciben, donde no se “chequea” si es verdad o no… dicen que la primera impresión es lo que cuenta… y esta “guerra impuesta” genera esa desesperación de poder mostrar la realidad a la comunidad internacional, que ciega, no puede percibir la realidad porque los intereses económicos y territoriales, se imponen primero. No “importa lo que pasó”, ya no interesa, aunque la verdad hay una sola. El resto es intentar acomodar la situación de acuerdo al medio de prensa que lo informa…
Cambios. La compleja situación en Israel, nos brinda día a día la posibilidad de cambiar y adaptarse a lo nuevo. En medio del comienzo, el sistema educativo se fue articulando de manera que los chicos no sufran la guerra. Con el sistema de colores, directivas dadas por la defensa civil, según la zona de residencia, afectada por el conflicto, se pudo volver a las clases.
Armonía laboral. Desde Raanana, la escuela Li-or, de educación especial, diseñada para alumnos con diagnóstico de autismo, con un nivel de funcionamiento medio y bajo. Como cualquier segmento laboral, se fomenta la convivencia y la armonía, como una familia que cuida de sus integrantes, sin importar su lugar de nacimiento, idioma o religión. Es por ello que este grupo de inmigrantes latinoamericanos (olim), siente un lugar de permanencia y encuentran esencial en la importancia de trabajar con estos niños –de edad escolar primaria-, donde la tarea es mutua: cuidar a los chicos y que ellos -a través del amor- “protegen” a las personas que trabajan en ella.
Tolerancia. La esperanza es compleja. Se respira amor y paz… es un dar y recibir, donde cada triunfo es apreciar sus progresos -que es difícil verlo en el día a día- y a su vez, de poder vivir en un torno de paz y convivencia… que si es posible en Israel… Sólo a través del dialogo, entendimiento y tolerancia se podrá alcanzar esas metas… Desde la escuela Li-Or, esto se vive a diario…
Argentina: Esteban Dveksler: 14 meses en Israel. Ya en su tercer mes en la escuela; y Matías Mondschein: Casi 10 años en Israel, en su tercer año en la escuela.
Brasil: Alexandre Scotto: Hace 8 años que vino a Israel, reside en Raanana. Hace dos años trabaja en Lior; Tzvi Beker: Hace 9 años que reside en Israel y ya en su tercer año en la escuela. Tienes un hijo mayor en el ejército, por lo que su preocupación aumenta día a día; y Luiza, realiza un trabajo social como ayudante pedagógica.
Paraguay: Miriam Michaeli: Hace 35 años que vive en Israel, reside en Herzilia. Hace casi un año que trabaja en Li-Or. Tiene un hijo y un sobrino en el ejército en Gaza
Chile: Paula Gurovich: Un año y tres meses en Israel, reside en Kfar Saba. En Li-or hace dos meses.
Colombia: Greg Bibliowicz: En Israel, 35 años, reside en Kfar Saba y trabaja hace 3 años en la escuela; y Diego, que está por comenzar en estos dias.
Descripción del conflicto
Esteban: “Me siento confundido, mareado, triste. Es nuevo, sensación de asombro, al mismo tiempo, tranquilidad de ver al pueblo judío y no judío, de estar juntos por un objetivo”.
Alexandre: “Triste y preocupado por los rehenes y por mi hija que está en el ejército”.
Tzvi: “Me sorprendió en el primer momento que comenzó el conflicto y después me dio seguridad que el país está haciendo el trabajo correcto y desconozco cuándo terminará”.
Miriam: “Di-s mio que nos ayude. Muy difícil, es un nuevo dolor que no se puede captar, que una madre que tiene un hijo en el ejército, donde todo el tiempo sin parar estamos preocupados, el no saber nada de ellos. Preocupación imparable, ansiedad, que los queremos que vuelvan. Pero sabemos que nuestros hijos van a defender el país”.
Paula: “A mis amigos, les digo que no es fácil vivir en un país en guerra, pero a la vez con más seguridad. Es una dicotomía que pocos entienden y uno vive con angustia… Vivo hace poco en Israel y no pensé vivir en una guerra. Cambie los terremotos de Chile por los misiles en Israel. También al ser horario invierno, al oscurecer me genera más angustia que pase algo… La primera alarma no la sentimos porque vivimos al frente del hospital Meir, en Kfar Saba”.
Greg: “Es una guerra que no la buscamos y que no queríamos. Muy triste por lo que está pasando. No es lógico”.
Una posible solución
Esteban: "Dudo mucho que la paz sea posible, mientras exista una organización con el solo fin de eliminar al pueblo judío. Lamentablemente es exterminando a Hamas de la tierra”.
Alexandre: “Hay que eliminar a Hamas, la paz es algo muy complicado, sus hijos están adoctrinados para odiar a Israel”.
Tzvi: “Eliminar al grupo Hamas – Hezbollah, para que los pueblos estén unidos, porque los seres humanos pueden vivir bien entre los dos pueblos”.
Miriam: “Nos sentimos bien ayudando y con ganas de ser voluntarias para ayudar a otros… No quiero ser política, tengo un hijo en Gaza, solo quiero que vuelva a casa. Pienso que Bibi termino su carrera, por los muchos problemas en el gobierno, que nos influye a todos”.
Paula: “No se pelea con un ejército, el enemigo no tiene miedo de morir, lo toman como un privilegio para ellos. Pienso que no se negocia con los terroristas, es difícil llegar a un acuerdo de paz porque te traicionan en 10 minutos”.
Greg: “No creo que en el futuro próximo lo haya. Ya hace 75 años que estamos en guerra con los vecinos árabes… No es una guerra de religión, es una guerra entre los buenos y los malos”.
Trabajar en Escuela Li-Or
Esteban: “Me contuvieron desde el minuto cero, siempre preguntándome como me siento y qué necesito. Sabiendo que para mí y mi familia todo es nuevo. Estoy muy agradecido de estar donde estoy. Lo que me gusta de trabajar con chicos con autismo, es el amor el afecto y el cariño que te devuelven en todo momento. Ellos solo expresan lo que sienten, sin prejuicios ni condiciones. Ellos solo sienten. Trabajar te devuelve la paz y amor, da equilibrio estar con el equipo… No percibo diferencia en el equipo de trabajo”.
Alexandre: “Siento que es mi segundo hogar, me encanta trabajar con niños con necesidades especiales porque aprendo de ellos cómo lidiar con mi hijo que tiene síndrome de down”.
Tzvi: “Veo como que no importa quién es quién, (Li-Or) es una familia y todos lo hacemos por una meta”.
Miriam: “Es interesante porque hay todo tipo de religiones y personas diferentes. Por los chicos es la mejor opción, porque tenemos un objetivo con ellos para enseñar como personas, porque son muy especiales”.
Paula: “Me siento bien, es un espacio contenido, siento que es una ayuda mutual con los niños y ellos nos ayudan a abstraernos de la guerra y nosotros los ayudamos a ellos”.
Greg: “Lo disfruto mucho, me encanta trabajar con los chicos y con el equipo, con gente de todo tipo de lugares, como compañeras árabes musulmanas y son iguales que todos”.
©Generación Judía
* Reside en Israel, desde finales del 2013. En Argentina, trabajo por muchos años en periodismo. Edito y dirigió Tribuna Deporte Amateur y Generación Judía. En Israel, ha encontrado su lugar como instructor de futbol para niños (2018) en la Municipalidad de Raanana; desde el 2021 como instructor de deportes integrador para adultos con necesidades especiales. Este año 2023 como instructor de fútbol para niños con necesidades especiales (que pronto comenzara a realizarse). Desde agosto del 2021, trabaja como ayudante pedagógico en la escuela Li-Or.
* Reside en Israel, desde finales del 2013. En Argentina, trabajo por muchos años en periodismo. Edito y dirigió Tribuna Deporte Amateur y Generación Judía. En Israel, ha encontrado su lugar como instructor de futbol para niños (2018) en la Municipalidad de Raanana; desde el 2021 como instructor de deportes integrador para adultos con necesidades especiales. Este año 2023 como instructor de fútbol para niños con necesidades especiales (que pronto comenzara a realizarse). Desde agosto del 2021, trabaja como ayudante pedagógico en la escuela Li-Or.
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