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Eduardo Sacriste |
El 9 de julio de 1998 muere Eduardo Sacriste, arquitecto, figura clave en su profesión que deja un legado de obras y una destacada trayectoria como docente
El 9 de julio de 1998 murió Eduardo Sacriste, en Tucumán. Fue un arquitecto, figura clave en su profesión. Nacido el 17 de abril de 1905 en Buenos Aires, dejó un legado de obras y una destacada trayectoria como docente, que influyeron en generaciones de arquitectos argentinos.Obtuvo su título de arquitecto en 1932 en la Universidad Nacional de Buenos Aires. Desde sus inicios, trabajó en estudios reconocidos, como los de Aberastain Oro y Daniel Duggan, antes de establecerse como profesional independiente en 1934. Su enfoque, inspirado en figuras como Frank Lloyd Wright y Le Corbusier, priorizaba la integración de la arquitectura con el entorno y los materiales locales.En 1942 se trasladó a Estados Unidos, donde amplió su formación. Regresó a la Argentina en 1945 y se instaló en Tucumán, provincia en la que desarrolló gran parte de su obra. Entre 1945 y 1960, dirigió la Escuela de Arquitectura de la Universidad Nacional de Tucumán, consolidándola como un referente en la enseñanza de la disciplina.
Como docente, impartió clases en instituciones internacionales, como el MIT, la Politécnica de Londres, la Universidad Tulane de Nueva Orleans y el Bengal Engineering College de Calcuta. Su pasión por la enseñanza lo llevó a fundar en 1978 el Grupo STOA, junto a Giancarlo Puppo, Ethel Etcheverry, Manuel Net y Eduardo Macintosh, un espacio dedicado a la reflexión arquitectónica.
Entre sus obras más destacadas figuran el Edificio Kraft en Buenos Aires (1937-1939), diseñado junto a Rogelio Di Paola, y la Escuela Primaria de Barrio Jardín en Tucumán (1946-1947), en colaboración con Horacio Caminos. También participó en el proyecto de la Ciudad Universitaria de Tucumán, aunque quedó inconcluso tras el golpe de Estado de 1955.
Proyectó numerosas viviendas unifamiliares, especialmente en Tucumán, caracterizadas por un estilo funcionalista y racional. Su arquitectura empleaba materiales autóctonos y buscaba responder a las necesidades de la gente, integrándose armónicamente con el paisaje y la cultura local.
En 1976, fue designado miembro numerario de la Academia Nacional de Bellas Artes de la Argentina, un reconocimiento a su trayectoria. En 1984, recibió el Gran Premio del Fondo Nacional de las Artes, distinción que destacó su aporte a la arquitectura nacional.
También dejó un legado teórico a través de libros como Usonia, Huellas de edificios y Charlas a principiantes. Sus escritos reflejan una visión integradora de la arquitectura, combinando técnica, estética y compromiso social.
Durante su carrera, colaboró con arquitectos como Horacio Caminos, Jorge Vivanco, Oscar Fernández Sabaté y Enzo Cavallo. Sus proyectos abarcaron desde hospitales y bancos hasta espacios urbanos, como el embellecimiento del Parque 9 de Julio en Tucumán.
En sus últimos años continuó trabajando y enseñando, dejando una marca imborrable en Tucumán. Su casa-estudio fue un lugar de encuentro para estudiantes y colegas, y allí compartía ideas y experiencias.
Su funeral en Tucumán reunió a arquitectos, alumnos y autoridades. Sus obras y enseñanzas siguen siendo estudiadas y valoradas en Argentina y más allá.
Juan Manuel Aragón
Ramírez de Velasco®
Amigo de los Legname.
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