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Mostrando las entradas etiquetadas como Quirquincho

LEYENDA Cómo y por qué se inventó la mazamorra

En la cocina Una mujer, cuándo no, protagonista de una bonita historia de Santiago del Estero La madre de todos los santiagueños un día que el marido cazó un quirquincho, en vez de guisarlo, lo abrió por la panza y lo puso patas para arriba en el rescoldo de la cocina. Descubrió la exquisitez de una carne que viene del tiempo de los mamuts o tal vez de los mismos dinosaurios. La familia la felicitó por el hallazgo. Otro día, al ver que los hijos se aburrían en la merienda por más que a esa hora miraban El Zorro por la televisión, decidió suprimirles las galletitas de agua. Empezó a darles el mate cocido con chipaco. Los chicos descubrieron el nuevo sabor de la tarde y cuando se levantaban de la mesa para ir a jugar a la pelota, se sentían con más fuerza. Abandonaron para siempre las aburridas galletitas, que de criollitas no tienen nada. A la mañana, después de despertar, dar el desayuno a los hijos y el marido y despedirlos cuando salían al trabajo y a la escuela, tendía las camas, li

LEYENDA Por qué los perros cazan quirquinchos

Chamamé de Pastor Luna C ómo era antes la vida de estos animales y por qué cambió todo: una historia increíble Por las mañanas suelen cantar cerca de mi casa los quetuvíes, alguna paloma lanza su arrullo al viento, un pájaro carpintero pasa por la higuera del vecinoo, sonidos que regresan el pago aquel, allá lejos y hace tiempo, como dicen. Y a un recuerdo del viejo Andrés Melián que, una tarde de un invierno de antes, me contó la triste historia del quirquincho. Vivía con su señora, tranquilo, en el pago, no molestaba a nadie y nadie lo caía en cuenta; tenía una casa limpia, siempre aseada, bien puesta, arreglada y prolija. Los hijos le salieron lindos, parecidos a ella, que era la flor del pago. Én verano él salía todos los días a labrar postes. Para el tiempo de la zafra, se iba para Tucumán, cargaba sus cositas y se marchaba con la familia a pelar caña. Así todos los años, de abril a setiembre. Hasta que los chicos se hicieron grandes y la maestra le pidió que los dejara en el pago