Ir al contenido principal

FÚTBOL Un partido muy particular

Formación del club Unión Bobadal

“Al arco lo pusimos al Ingeniero Ezcurra, atrás jugaban Forres, Fernández, Vilmer y Lugones”


Publicado por primera vez hace unos años, también pueden leer este escrito quienes no son santiagueños, pero lo entenderán bien solamente los comprovincianos
¿Usted qué Clodomira? ¿Yo?, la Aurora. Entonces Abra Grande, doña, que llegamos a Pozo Hondo. Eso se contaba antes del partido, en Las Salinas de Selva Argentina Pinto de Casares, casada en segundas nupcias con Tomás Young y querida de Ramírez de Velasco.
Jugamos por Chauchillas, no por Oro Pampa. Los otros decían que los habíamos traído a jugar a un Arenal, a un Bobadal sin Gramilla.
Hacían barra Los Núñez, Los Acosta, Los Robles, Los Alderete, Los Arias, Los Castillo, Los Díaz, Los Décima, Los Marcos, Los Linares y Los Quiroga. ¿En qué cancha?, preguntaron. “Ahí Veremos” respondimos.
Ellos son gente de Averías, lo confirmamos luego, cuando dejaron un Árbol Solo, un Quebracho Coto, un Mojoncito y un Yuchán al lado del Zanjón. En medio del partido se sintió que uno gritaba: “Tienen Nueva Esperanza, pero nuestro equipo los Matará”.
La fiesta posterior fue amenizada por los Totora Pampa. Al arco lo pusimos al Ingeniero Ezcurra, atrás jugaban Forres, Fernández, Vilmer y Lugones; en el mediocampo Cejas, que era bueno para El Remate, Frías y Sotelos rápido como Suri Pozo. Y arriba Weisburd y Brandán, que le decían Granadero Gatica porque siempre Andaba de Guardia Escolta.
Hubo alargue y en el minuto El Cuarenta y nueve metimos el gol de La Fortuna y La Felicidad. Los changos hacían barra cual Vilelas. Fue la vez que apareció una Negra Muerta porque se había caído a Pozo Escondido por no dar un Rodeo de Soria. Su última palabra fue: “¡Amamá!”.
Pero La Guanaca ya tenía la Ura Huarcuna Verde y el Rincón Agujereado, Echado a Perder, la pusieron en El Cajón de La Viuda.
A uno lo insultaron: “¡Yacu Hurmana!”, contestó. Cuando pasaban música del Cóndor Huasi, se armó La Gritería. Como será que vinieron Doña Luisa, Florida Galeano y Gaspar Juárez a ver qué sucedía. ¡No pasa Los Naranjos!, gritó Jiménez, íntimo de Pellegrini. Mientras, Mitre, Belgrano, Juan Felipe Ibarra, Rivadavia, Moreno, el General Taboada y San Martín, miraban a Remedios de Escalada, que pasaba por Punta Rieles, venía Coinor y le Machajuay Huanchina el Ancaján. La Rubia Moreno se hacía la Santa María de las Chacras. Algunos se dieron Vuelta de la Barranca para no verle la Tontola.
Esto ha sido un Mal Paso, dije, luego encaré para Las Puertas. Y Chaupi Pozo.
©Juan Manuel Aragón
Barrio La Católica, a 13 de octubre del 2022

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares (últimos siete días)

DESPEDIDA Hasta la próxima Chacarera Musha (con vídeo)

Velorio de Musha, con música A último momento, cuando ya no quedaba mucho por hacer, se pensó en traerlo a La Banda, pero ya era tarde, la enfermedad estaba ganando Por Alfredo Peláez, “Fredy” Tenía un aprecio especial por Musha. Muchos años de amistad. Era como de la familia. Vi todas las fotos y leí todo los posteos que se publicaron en las redes con motivo de su fallecimiento. De todas la que más me gusto, fue una despedida que decía: "Hasta la próxima chacarera". Y sí. "Musha" Carabajal era pura chacarera. En los escenarios, solía gritar anta cada tema con voz impuesta: "Chacareraaa…". De su círculo íntimo, me contaron, que cuando ya no había nada que hacer, cuando la situación era irreversible, se pensó con SADAIC en trasladarlo a La Banda para que se apague su vida en la tierra que lo vio nacer un 2 de junio de 1952. Fue imposible. "Musha" ya no podía moverse. La terrible enfermedad que padecía le estaba ganando la batalla final. A sus amig...

CUARESMA Tentado por el Diablo

Las imágenes se cubrían con un velo morado Lo que no se podía hacer antes porque era un tiempo de penitencia, oración, rezos, reflexión y arrepentimiento En esos tiempos nos preparábamos, de chicos, para algo terrible, íbamos a matar a Nuestro Señor Jesucristo el Viernes Santo, mientras recordábamos los 40 días que pasó en el desierto siendo tentado por el Diablo. Capaz que no sea una definición exacta de la Cuaresma, pero en eso creíamos. Debíamos hacer un sacrificio por día, además de comer menos, no podíamos cantar ni tocar ni oir música y, en lo posible, tampoco reírnos. El Diablo había tentado a Nuestro Señor Jesucristo con los reinos del mundo, su pompa, su boato, la admiración de las multitudes, quizás también mujeres, pensábamos nosotros, que éramos chicos. Y se la había bancado. A nosotros nos pedían solamente un pequeño sacrificio por día y no comer postre pongalé. No era mucho en comparación, pero costaba. Las madres repetían que, si no nos gustaba el dulce de membrillo, dej...

CARABAJAL Los tres Petecos de la historia

El tercer Peteco de la historia Antes del conocido Peteco Carabajal, hubo otro que también llevó su apodo y antes de él, otro más, y  Chaca como hilo conductor Lo que pocos saben de la historia es que antes de Peteco Carabajal, hubo otro Peteco y antes de él, otro más y son esas leyendas que circulan en las familias, pasando de generación en generación, siempre recordadas y perpetuadas en las voces de quienes las atesoran para siempre. A Eduardo Carabajal le dicen “Chaca”, desde pequeño, y la historia de por qué le quedó el apodo sí es sabida por muchos. Cuando era chico, su tío Carlos no andaba muy bien económicamente. La música, el arte es así, o, lo que es lo mismo, los Carabajal no eran tan conocidos como se hicieron después de mucho andar. El padre de Zita, la esposa de Carlos, trabajaba en una panadería y le enseñó al yerno a hacer chipacos. Dicen que le salían muy ricos, crocantes y sabrosos. Y lo mandaban a Eduardo, entonces muchacho de unos diez años, a venderlos en un can...

SAUDADES El cuadro de la abuela

Frente de una casa antigua “En el medio, como chorizos superpuestos y una tras otras, la pieza de los padres, después la de los abuelos, la de los tíos…” Me gusta el liviano aire que portan las casas viejas, que tienen un aparente desorden en las cocinas con el que las abuelas suelen confundir a la gente que llega por primera vez. Me gusta cuando las conozco, cuando me dejan pasar a ese lugar sagrado, que solamente era profanado por los íntimos, y también por el electricista, el gasista, el plomero, cuando llegaban, tras un pedido de auxilio. En ocasiones, como esta madrugada de domingo en que escribo mi diaria crónica, algo en el aire trae el recuerdo de aquello y crece en el pecho un rencor añejo, por las cosas que no están, porque no hicimos mucho para retenerlas y porque, de alguna manera que no sabría explicar, podríamos haber cubierto de eternidad aquellos tiempos y no lo hicimos, ¡caracho! Le cuento por si lo ha olvidado o no lo experimentó, en esas casas había una sala española...

RECURRENCIA Tu perro es sólo un perro

Choco sin raza, obvio No es parte de tu familia, nunca lo será, porque la familia es el proyecto de vida que forman un hombre y una mujer para tener hijos y criarlos sanos y buenos Es sólo un perro, es sólo un perro, es sólo un perro. No, jamás será un ser humano, aunque pasen mil años él, su cría y la cría de sus crías, jamás serán gente. Seguirá siendo un perro, un triste perro. Un animal, ¿entiendes? Es animal y por lo tanto irracional, no razona, no piensa como vos, tu marido o tu señora. Y aunque estamos en pleno tiempo de autopercepción sensiblera, compasiva y tierna, no lo voy a reconocer como tu hijo. No es tu hijo. ¿Vos lo ves así?, bien por vos, para mí no lo es. Dile Pedrito o María Eugenia, para mí es lo mismo, es decir un perro, un pichicho, un choco, un firulais, como lo llaman los mejicanos. Y no, no me gusta tu perro, no es agradable, ¿no ves que tiene cara de perro?, ¿cómo quieres que me guste? Tampoco voy a tener la cortesía de decirte que es lindo. Porque, disculpame...