Ir al contenido principal

1950 ALMANAQUE MUNDIAL Asunción

La Asunción de la Virgen

El 1 de noviembre de 1950, se promulgó el decreto en que el Papa Pío XII definió el dogma de la Asunción de la Virgen María


El miércoles 1 de noviembre de 1950, se promulgó el decreto en que el Papa Pío XII definió el dogma de la Asunción de la Virgen María: “Por la autoridad de nuestro Señor Jesucristo, de los bienaventurados apóstoles Pedro y Pablo, y por nuestra propia autoridad, pronunciamos, declaramos y definimos como dogma divinamente revelado: que la Inmaculada Madre de Dios, la siempre Virgen María, habiendo completado el curso de su vida terrena, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria celestial”.
El nombre de la constitución apostólica escrita por el Papa, “Munificentissimus Deus” (Munificiente Dios). Allí definió “ex cathedra” el dogma de la Asunción de la Santísima Virgen María. Fue la primera declaración infalible ex cátedra desde que se emitió el fallo oficial sobre la infalibilidad papal en el Concilio Vaticano I.
En 1854 el Papa Pío IX había hecho una declaración infalible con Ineffabilis Deus sobre la Inmaculada Concepción de la Virgen María, que fue la base de este dogma.
La anterior encíclica del Papa Pío XII, Deiparae Virginis Mariae, del 1 de mayo de 1946, dirigida a todos los obispos católicos, afirmaba que desde hacía mucho tiempo se habían 
recibido numerosas peticiones de cardenales, patriarcas, arzobispos, obispos, sacerdotes, religiosos de ambos sexos, asociaciones, universidades y innumerables particulares, pidiendo que la Asunción corporal de la Santísima Virgen al cielo sea definida y proclamada como dogma de fe. Esto también lo pidieron fervientemente casi doscientos padres en el Concilio Vaticano, que fue de 1869 a 1870.
Siguiendo el ejemplo del Papa Pío IX, que sondeó a los obispos católicos antes de proclamar el dogma de la Inmaculada Concepción, Pío XII pidió su opinión a todos los obispos.
“En realidad, Dios que desde toda la eternidad mira a María con un afecto muy favorable y único, "cuando llegó la plenitud de los tiempos" puso en práctica el plan de su providencia de tal manera que todos los privilegios y prerrogativas que le había concedido en su soberana generosidad brillaría en ella en una especie de perfecta armonía. Y, aunque la Iglesia siempre ha reconocido esta generosidad suprema y la perfecta armonía de las gracias y las ha estudiado cada vez más a lo largo de los siglos, todavía es en nuestra época que el privilegio de la Asunción corporal al cielo de María, la Virgen Madre de Dios, ciertamente ha brillado con mayor claridad”, dice la constitución firmada por el Papa.
Lo que estaba en juego no era la creencia en la Asunción, pues los católicos creían en ella desde muchísimo tiempo antes, sino su dogmatización. En agosto de 1950, habían respondido 1.191 obispos. Munificentissimus Deus informa de la aclamación popular y la aprobación "casi unánime" de los obispos contemporáneos. Los nombres de los obispos que asistieron a la celebración del dogma en 1950 figuran en la entrada de la Basílica de San Pedro.
Al reflexionar sobre la historia de esta creencia en la tradición católica, el Papa Pío XII escribe que "los santos Padres y Doctores de la Iglesia nunca han dejado de sacar luz de este hecho". Munificentissimus Deus revisa la historia de la liturgia católica y la numerosos libros litúrgicos "que tratan de la fiesta de la Dormición o de la Asunción de la Santísima Virgen". Munificentissimus Deus cita también las enseñanzas de papas y obispos anteriores y de escritores como Juan de Damasco, Francisco de Sales, Roberto Belarmino, Antonio de Padua y Alberto el Grande, entre otros.
George Tavard escribió: "En la teología del Papa Pío XII, la Asunción del cuerpo y el alma de María al cielo fluyen de su Inmaculada Concepción. El fin equilibra el comienzo, y ambos tienen su razón profunda en la misión de María como Theotokos (en griego antiguo es Madre de Dios)”.
Escrita poco después de la Segunda Guerra Mundial, la encíclica transmite la esperanza de que la meditación sobre la asunción de María lleve a los fieles a una mayor conciencia de nuestra dignidad común como familia humana.
En la declaración dogmática, la frase "habiendo completado el curso de su vida terrena" fue escrita cuidadosamente para dejar abierta la cuestión de si María murió o no antes de su Asunción, o si, como la Asunción del profeta Elías, María fue asunta antes. muerte; ambas posibilidades están permitidas en la formulación.
En los artículos 14, 17 y 20 del pronunciamiento dogmático, sin embargo, se afirma que María efectivamente había muerto: "el cadáver de la Bienaventurada Virgen María permaneció incorrupto, pero... obtuvo de la muerte un triunfo, su glorificación celestial a ejemplo de su unigénito Hijo, Jesucristo."
Todo el decreto (y su título) está redactado para sugerir que la Asunción de María no fue en ningún sentido una necesidad lógica, sino más bien un don divino a María como Madre de Dios.
Munificentissimus Deus enseña que María vivió y completó su vida como un brillante ejemplo para la raza humana. El don de su asunción se ofrece a todos los fieles y significa lo que se puede esperar al final de los tiempos. Su asunción significa la intención de Dios para todos los fieles.
Así, mientras las enseñanzas ilusorias del materialismo y la corrupción de la moral que se desprende de estas enseñanzas amenazan con apagar la luz de la virtud y arruinar las vidas de los hombres al provocar discordia entre ellos, de esta magnífica manera todos podrán ver claramente hasta qué punto es tan elevado. Finalmente, tenemos la esperanza de que la creencia en la Asunción corporal de María al cielo fortalezca nuestra creencia en nuestra propia resurrección y la haga más efectiva.
El 1 de mayo de 1950, Gilles Bouhours (vidente mariano) informó a Pío XII de un presunto mensaje que la Virgen María le habría ordenado comunicarle sobre el dogma de la Asunción de la Santísima Virgen María.
Se dice que Pío XII pidió a Dios, durante el Año Santo de 1950, una señal que pudiera asegurarle que el dogma de la Asunción de la Virgen María era realmente querido por Dios y cuando Gilles comunicó el mensaje a Pío XII, el Papa consideró este mensaje como la señal esperada. Seis meses después de la audiencia privada concedida a Gilles por el Papa, el propio Pío XII proclamó el dogma de la Asunción en cuerpo y alma de la Santísima Virgen María al cielo.
Paul Tillich preguntó a su colega teólogo protestante Reinhold Niebuhr en marzo de 1950, ocho meses antes de que se promulgara el decreto, si esperaba que el Papa hiciera la declaración sobre la asunción de María ex cátedra. Niebuhr respondió: "No lo creo; es demasiado inteligente para eso; sería una bofetada a todo el mundo moderno y sería peligroso para la Iglesia Romana hacer eso hoy".
Entre los coptos, armenios, etíopes y eritreos ortodoxos orientales y miafisitas, la doctrina de la Dormición de la Theotokos es diferente de la Asunción.
©Juan Manuel Aragón

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares (últimos siete días)

RELIGIÓN Por qué la masonería no es una inocente asociación

Masones (imagen de ilustración) A veces se debe recordar conceptos simples que están en la base de una creencia, pues hay gente que deliberada o inadvertidamente los olvida o los ignora Para quien crea que no hay nada malo en la masonería, que muchos próceres fueron sus afiliados, cabe hacer una lista de los presidentes y vice que fueron masones o hermanos tres puntos, como también los llaman. Presidentes, Bernardino Rivadavia, Vicente López y Planes, Justo José de Urquiza, Santiago Derqui, Bartolomé Mitre, Domingo Faustino Sarmiento (presidente de 1868 a1874 que renunció a la masonería antes de asumir, porque era incompatible con el juramento católico que debía formular y que en ese tiempo era obligatorio), Miguel Juárez Celman, Carlos Pellegrini, Manuel Quintana, José Figueroa Alcorta, Roque Sáenz Peña, Victorino de la Plaza, Hipólito Yrigoyen y Agustín Pedro Justo. Vicepresidentes argentinos afiliados a la masonería fueron Salvador María del Carril, Juan Esteban Pedernera, Marcos Pa...

RECURRENCIA Tu perro es sólo un perro

Choco sin raza, obvio No es parte de tu familia, nunca lo será, porque la familia es el proyecto de vida que forman un hombre y una mujer para tener hijos y criarlos sanos y buenos Es sólo un perro, es sólo un perro, es sólo un perro. No, jamás será un ser humano, aunque pasen mil años él, su cría y la cría de sus crías, jamás serán gente. Seguirá siendo un perro, un triste perro. Un animal, ¿entiendes? Es animal y por lo tanto irracional, no razona, no piensa como vos, tu marido o tu señora. Y aunque estamos en pleno tiempo de autopercepción sensiblera, compasiva y tierna, no lo voy a reconocer como tu hijo. No es tu hijo. ¿Vos lo ves así?, bien por vos, para mí no lo es. Dile Pedrito o María Eugenia, para mí es lo mismo, es decir un perro, un pichicho, un choco, un firulais, como lo llaman los mejicanos. Y no, no me gusta tu perro, no es agradable, ¿no ves que tiene cara de perro?, ¿cómo quieres que me guste? Tampoco voy a tener la cortesía de decirte que es lindo. Porque, disculpame...

1998 AGENDA PROVINCIAL Tragedia

El Tabycast El 10 de abril de 1998, se desata una tragedia en un departamento del TabyCast cuando un joven llegó a dejar a su hija, baleó a la madre, mató a la niña, se tiró por el balcón y murió El 10 de abril de 1998, se desató una tragedia en un departamento del edificio TabyCast cuando un joven llegó a dejar a su hija, baleó a la madre, mató de dos disparos la niña y se tiró por el balcón, muriendo casi al instante. A las 8 y 10 de la noche, Diego José Zaín, que tenía 24 años, llegó al departamento en que la joven, Ana Lugones Castiglione, de 19 años, vivía con la hija de ambos, Dolores de 4, y su abuela Carmen Garay. Estaban separados, su abuela no estaba en Santiago y una amiga que debía visitarla a esa hora, se había demorado. La niña había nacido el 8 de marzo de 1995 y el padre la llevó de vuelta al departamento del cuarto piso del TabyCast, frente a la plaza Libertad. Cuando Zaín tocó el portero eléctrico, la joven sintió miedo, porque él ya la había amenazado y en ese moment...

SAUDADES El cuadro de la abuela

Frente de una casa antigua “En el medio, como chorizos superpuestos y una tras otras, la pieza de los padres, después la de los abuelos, la de los tíos…” Me gusta el liviano aire que portan las casas viejas, que tienen un aparente desorden en las cocinas con el que las abuelas suelen confundir a la gente que llega por primera vez. Me gusta cuando las conozco, cuando me dejan pasar a ese lugar sagrado, que solamente era profanado por los íntimos, y también por el electricista, el gasista, el plomero, cuando llegaban, tras un pedido de auxilio. En ocasiones, como esta madrugada de domingo en que escribo mi diaria crónica, algo en el aire trae el recuerdo de aquello y crece en el pecho un rencor añejo, por las cosas que no están, porque no hicimos mucho para retenerlas y porque, de alguna manera que no sabría explicar, podríamos haber cubierto de eternidad aquellos tiempos y no lo hicimos, ¡caracho! Le cuento por si lo ha olvidado o no lo experimentó, en esas casas había una sala española...

PELIGRO Los musulmanes invaden en cualquier momento

Cena de ruptura del ayuno islámico en un templo católico de Bruselas La moda del islam también llegará a Santiago y se irá imponiendo de a poco, como lo hizo en Europa para tapar a las mujeres de la cabeza a los pies Llegará la moda del islam también a Santiago, más temprano que tarde, pongalé la firma y apueste lo que quiera, porque así será. En cualquier momento se verán por la Avellaneda, la Libertad, la Tucumán, mujeres tapadas de la cabeza a los pies, cubiertas completamente, porque así lo manda el Profeta. No será de golpe, primero serán esos pañuelos que dejan solamente el rostro al descubierto y los vestidos hasta el suelo. Luego, de a poquito, seguirán cubriendo todo el cuerpo, hasta dejar solamente una rejilla en los ojos. Se los dejará hacer, total, qué mal puede provocar una mujer con todo el cuerpo cubierto. Además, aquí hay libertad para que cada uno se vista como quiera, ¿no? Aquí se ha hecho un culto de la libertad que tiene cada uno de profesar la religión que más le g...