Ir al contenido principal

GASTRONOMÍA Nos quieren joder la vida

Meta nomás, si es su gusto

Los veganos no quieren perder su fiesta del odio y exigirán que además de carne, tampoco consumamos queso, leche, huevos


Primero vinieron a defender a los hipertensos y toda la comida se elaboró sin sal, porque pobrecitos, se pueden molestar. Ya que estaban, los diabéticos también exigieron piedad y para no tentarlos —ya sabemos lo tentados que son los diabéticos— expulsamos el azúcar de los alimentos.
Los celíacos no pueden comer harina de trigo, avena, cebada y centeno, lo lamento amigos, pero empezaron a reclamar que nadie coma harinas porque hacen mal a la salud y peor si son refinadas. Ahora vienen también por los consumidores de pan, tallarines, tortas, tartas. Si les hacemos caso, pronto nos darán el relleno de las empanadas y los ravioles y el queso de la pizza en la mano. Olvídate de los bizcochitos del mate.
Esperan su turno los vegetarianos para eliminar la malsana práctica de comer animales o, como dice el tilingaje que mueve a esos fanáticos: “Me da impresión comer algo que tenga ojos”. Y no, amigos, no hay por qué defenderse de los exaltados vegetarianos y sus horrendos tiquismiquis. De última, coman lo que quieran que nosotros, si nos da el cuero para pagarlo, nos alimentaremos con carne en todas las formas posible de prepararla y si viene cruda, como en el kipi, también.
Los veganos no quieren perder su fiesta del odio y la yapa, y exigirán que además de carne, tampoco consumamos queso, leche, huevos. Una pena, porque si les hicieran caso habría que matar instantáneamente a millones de vacas, cerdos, patos, pavos, gallinas y demás animales que nos proporcionan algo de su producción. Oiga, don Vegano, ¿qué se hace con las colmenas de abejas?, ¿también hay que abandonarlas?
No importa, diremos, todavía quedan las asquerosas milanesas de soja, los pochoclos, la sopa de amchi y la lechuga, el rabanito, la acelga, el tomate y unas cuantas más. Pero, ¡espere un cachito!, ¿soja, tomate, lechuga, dijo?, tiene que ser la que no es genéticamente modificada. ¿Y cómo se sabe eso?, fácil, contratando un especialista para que indique cuál no es transgénica, encarecerá muchísimo los alimentos, pero algún precio se debe pagar por la modernidad.
¿Usted se imagina cómo es un mundo sin sembrados de trigo, avena, cebada, centeno, sin vacas ni otros animales y cultivando el maíz como lo hacían nuestros antepasados indios, es decir, sembrando semilla por semilla con un palo puntudo, sacándoles tres granos por mazorca? Porque, además se oponen al uso de fertilizantes, defoliantes, matabichos, curabicheras y demás productos químicos.
Si no es un Rockefeller, no tendrá para pagar ni una uva con certificación de veganismo ni para hacerse una sopa de pastito verde, porque quizás tuvo algún producto químico.
Un día de estos nos veremos obligados a comer la tierra de las macetas, cuando estemos llevando a la mesa el humus del malvón que crece en el patio, volverán a la carga los veganos (les veganes, lxs veganxs y l@s vegan@s), para atajarnos. “Alto ahí, ¿no ven que si nos comemos la tierra no va a alcanzar para todos?
Aunque cabe la posibilidad de que para ese día ya seamos tan pocos en el mundo, que con lo que se barra del piso la humanidad se conforme. Es posible que los futuros santiagueños recuerden con nostalgia el patio de tierra del Indio Froilán y exclamen: ”¡Mmmhhh.. de tierra!, qué rico”.
Hablando en serio, lo peor es que ahora mismo muchos creen que los veganos y sus huevaditas a cuadros tienen razón, y sienten culpa de mandarse un lechón al horno, un muslo de pollo un sánguche de jamón y queso. En un mundo pobre de ideas, han hecho que todos supongan que los balbuceos inconexos de los naturistas son poco menos que Manuel Kant, con la crítica a la razón pura o “la capacidad que proporciona los principios a priori del conocimiento”. Y en realidad son una manga de ignorantes (ignorantas, ignorantos, ignorantxs) sin ley.
Ahora si usted está de acuerdo en terminar siendo obligado a comer tierra, firme abajo. En esta, disculpe, no lo acompaño. Me acaban de invitar a un asado dominguero, dicen que tendrá de todo, desde riñoncitos hasta criadillas, pasando por zochoris, morillas, chunchulis, la infaltable tira, costilla, vacío. Le digo, se me está haciendo agua la boca. Firme nomás y déle duro al brócoli cultivado en granja ecológica, usted puede.
©Juan Manuel Aragón

Comentarios

  1. Querido Juancho podría explayarse sobre el significado de la palabra tiquismiquis que tanto le gusta usar en sus escritos? Gracias.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. tiquismiquis
      Tb. tiquis miquis.

      Del lat. mediev. tichi michi, alterac. de tibi, michi 'para ti, para mí', expresión frecuente en discusiones conventuales; en lat. tibi, mihi.

      1. m. pl. Escrúpulos o reparos vanos o de poquísima importancia.

      2. m. pl. coloq. Expresiones o dichos ridículamente corteses o afectados.

      Eliminar
  2. Nunca me han convencido los argumentos de toda la onda naturista. En la época de las cavernas, la gente comía todo 100% orgánico, sin conservantes y completamente natural....y no vivían más de 35 años.
    Al fin de cuentas nosotros comemos carne de ganado vegano. En esencia todos somos veranos, nada más que usamos un intermediario, lo que hoy se llama tercerizar

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares (últimos siete días)

GENTILICIOS Cómo se les dice a los nacidos en Santiago

Santiago del Estero A continuación, una curiosidad, el nombre de todos los hermanos de América, cuyo origen es el mismo de los santiagueños (y una yapa africana más otra norteamericana al final) A Hebe Luz Para recordar que el mes que viene se celebrará la fiesta de Santiago Apóstol, va una lista de los gentilicios de todos los pueblos y ciudades de América que llevan su nombre. Esta lista solo menta las poblaciones con gentilicio documentado o establecido después de buscar en fuentes de internet, como Wikipedia y sitios gubernamentales. Argentina Los de *Santiago de Tucumán son tucumanos, los de Santiago del Estero son santiagueños. Bolivia Los de Santiago de Chiquitos son chiquitanos, los de Santiago de Huari son huareños, los de Santiago de Huata son huatenses, los de Santiago de Machaca son machaqueños, los de Santiago de Cotagaita son cotagaitenses, los de Santiago de Andamarca son andamarqueños, los de Santiago de Callapa son callapeños, los de Santiago de Huayllamarca son huayll...

MEMORIA La Banda no existe

La estación, imaginada por Jorge Llugdar Esa pretendida ciudad es solamente una creación colectiva de la imaginación de los santiagueños, sostenida en el tiempo y siempre activa La Banda no existe, es una creación imaginaria colectiva de los santiagueños que, en un esfuerzo inaudito de un espejismo colectivo, idearon un pueblo paralelo, con calles de nombres parecidos, casas, gente y hasta un ferrocarril propio. Algunas veces alguien que trabaja en un quiosco en Santiago, un médico, un gobernador, el empleado de un laboratorio de análisis, se proclama bandeño. Pero es sólo un chiste sobreentendido, eso lo saben todos. A muchos santiagueños les sucede que al cruzar el puente Carretero con un pariente o alguien de otra provincia, les dice: “Oye, ¿no era que había una ciudad aquí?”. Y hay que explicar de nuevo el asunto del establecimiento colectivo de una ciudad al otro lado del río, con una historia particular, leyendas, personalidades y hasta personajes populares. Algunos sostienen que...

MADRUGADA Rito en la penumbra

Madrugador Un mate que susurra en la noche, tejiendo soledades y verdades en el silencio de las horas que no duermen No es el mate de las ocho, compañero de tostadas crujientes, ni el que pasa de mano en mano entre risas y migas de bizcochitos. El de la madrugada es de otra estirpe, susurro en la quietud, secreto que no se comparte. No obedece al reloj ni a la costumbre; surge como un destello, es un faro para el que navega en la noche. Cuando la casa duerme y la ciudad apenas respira, alguien se levanta, enciende el fuego y escucha el murmullo de la pava, un canto antiguo que conoce de memoria. Este mate no se apura. No se ofrece, no espera compañía. Medita, que abraza al insomne, al que lee hasta que las palabras le queman los ojos, al que hurga en fotos viejas o garabatea ideas que se resisten a ser atrapadas. Lo ceba quien llora en silencio, quien ríe en su interior o quien simplemente mira la noche, buscando algo que no nombra. Es una ceremonia sin reglas escritas, pero con su pro...

SUBVENCIONADA Activista simula masturbarse en un templo (con vídeo)

Simulando actos indebidos trepada al altar Ane Miren Hernández Unda burla la fe católica, simula actos obscenos en el altar y desata indignación con su provocación Este fin de semana, la activista vasca Ane Miren Hernández Unda, conocida como Ane Lindane, desató una fuerte controversia al protagonizar un acto de profanación en la iglesia católica de Saint-Laurent d’Arbérats, en la región de Soule, Francia. El incidente ocurrió durante el festival Euskal Herria Zuzenean, respaldado por instituciones locales que utilizó el templo, no desacralizado, como escenario para actividades que han generado indignación entre la comunidad cristiana. Hernández Unda, nacida en Barakaldo en 1988, es una figura habitual en medios como la radiotelevisión pública vasca ETB y en Canal Red, el proyecto mediático liderado por el dirigente político Pablo Iglesias. En un vídeo que la mujer difundió en intenert, se la observa subiendo al altar de la iglesia, profiriendo gritos blasfemos y simulando actos obscen...

PALABRAS El parentesco de Santiago con los hebreos

Paisaje santiagueño, visto por Jorge Llugdar Etimología desarrollada de “judío” y de “Santiago”, dos vocablos que vienen juntos casi desde el principio de los tiempos Ahora que se está hablando de Santiago, porque viene otro cumpleaños de la ciudad, sería bueno ver la etimología de Y'hudah, que significa “celebrado” o “festejado” en hebreo y tiene una rica trayectoria histórica, lingüística y cultural que conecta al pueblo judío con la tradición bíblica y llega hasta la identidad de Santiago del Estero, a través de la relación entre los nombres Jacob y Santiago. En el libro del Génesis, Y'hudah, el cuarto hijo de Jacob y Lea, recibe su nombre de la raíz hebrea yadah, que implica “alabar” o “dar gracias”. Según el Génesis (29:35), Lea exclamó: “Esta vez alabaré al Señor”, otorgando al niño un nombre que refleja gratitud y celebración. De este origen personal, Y'hudah se transformó en el nombre de una de las doce tribus de Israel, cuyos descendientes desempeñaron un papel cen...