Niño, ilustración Una mujer se embaraza y cuando la pareja anuncia que no sabe cómo llamar al niño, entra en un problema que resuelve de una manera que bueno, bueno Al año y medio de casados, los que ya no eran una joven parejita reunieron a las familias de ambos en un asado en su casa. Después de los chorizos, entre la ensalada de lechuga los chorizos, el vacío y el vino tinto que empezaba a hacer efecto, contaron la buena nueva, ella estaba embarazada. Con razón, dijeron las cuñadas, la veíamos más gordita y ya le estábamos por preguntar. ¿De cuánto?, preguntaron. Casi seis meses. ¿Ya saben qué va a ser? Varón. ¿Cómo le van a poner? No sabemos. Leopoldo Agustín, como vos, no estaría nada mal, arriesgó al vuelo la madre de él. Pero la de ella dijo que mejor sería Roberto Belarmino, como su propio marido, pues era un nombre que se venía repitiendo en la familia por lo menos desde hacía tres generaciones. Y se armó la discusión, vea usted, por el nombre que debería tener el hijo de los ...
Cuaderno de notas de Santiago del Estero