Ir al contenido principal

1313 ALMANAQUE MUNDIAL Bocaccio

Juan Bocaccio

El 16 de junio de 1313 nace Juan Bocaccio, autor toscano, asociado con su obra más famosa, el Decamerón, y en particular con las partes más licenciosas del texto


El 16 de junio de 1313 nació Juan Bocaccio. Fue un autor toscano del siglo XIV, asociado con su obra más famosa, el Decamerón, y en particular con las partes más licenciosas del texto. "Boccaccesco" a menudo significa una forma sin escrúpulos de referirse al sexo. Fue un escritor ecléctico y polifacético. Fue un erudito completo, conocedor de los clásicos y de los autores antiguos y modernos, experimentando con los más diversos géneros literarios.
Como hay dudas sobre si nació en Certaldo o Florencia, a menudo se lo llama "il Certaldese". Era hijo ilegítimo de un comerciante y, siguiendo a su padre, cuando tenía catorce años se trasladó a Nápoles.
Se negó a seguir el oficio de su padre y frecuentó la animada corte angevina cuyas puertas se abrieron fácilmente gracias al prestigio de su nombre: se dedicó a las diversiones mundanas, a los primeros amores (Dante tuvo a Beatrice, Petrarca a Laura y Boccaccio a su mujer Fiammetta), y conoció con entusiasmo las novelas francesas, la poesía provenzal y florentina.
Fue en estos años cuando creció en él el deseo de traer el material extraído de las novelas francesas y latinas a la lengua vernácula florentina, hablar de sus amores juveniles creando literatura de entretenimiento para un público aristocrático y sobre todo femenino.
Con este proyecto básico, escribió el Filostrato, la Teseida, el Filocolo, pero en 1340, con la quiebra de la compañía Bardi y el empeoramiento de las relaciones entre Nápoles y Florencia, se vio obligado a regresar a Toscana.
Lejos de Nápoles estuvo expuesto a las penurias económicas y la peste Se abrió un período difícil: intolerante con el cambio de entorno y las penurias económicas, buscó una nueva corte alrededor de la cual orbitar pero todos los esfuerzos fueron en vano, y pronto, además de esta incomodidad, perdió a su padre durante la trágica peste de 1348.
En estos años, sin embargo, se produce en él un paulatino desapego de la literatura cortesana, un acercamiento a la narrativa realista y popular que alcanzará su punto máximo en la redacción del Decamerón, compuesto entre 1349 y 1353. La obra fue un éxito inmediato, y esto le garantizó cargos públicos y embajadas para el municipio de Florencia, insuficientes aún, sin embargo, para obtenerle la independencia económica y la paz que requería para dedicarse exclusivamente a sus estudios.
Mientras tanto se hizo amigo de Petrarca, que se convirtió para él en un emblema de hombre de letras e intelectuales, y gracias a él se distanció de la producción vernácula para dedicarse exclusivamente al estudio de los clásicos; fundó en Florencia un círculo de humanistas filológicos, promoviendo la enseñanza del griego, y se vio asaltado por escrúpulos religiosos que parecen haberlo llevado incluso a querer quemar el Decamerón.
En 1365 escribbió il Corbaccio, que representa un cambio repentino respecto a toda su literatura anterior: en esta obra la simpatía y la antigua admiración por las mujeres se transformaron en abierta misoginia.
En 1373 recibió del municipio de Florencia el encargo de leer y comentar la Comedia en público (como erudito y humanista, Boccaccio es uno de los primeros comentaristas de la Comedia de Dante, actividad que ocupará a un gran número de literatos hasta el día presente).
Ya anciano, se retiró a Certaldo, donde murió en 1375.
©Juan Manuel Aragón

Comentarios

Entradas populares de este blog

AÑORALGIAS Santiago querido

La Secco Somera lista (a completar), de lo que hay todavía en la ciudad mágica habitada por los santiagueños, sus sueños y saudades Algunas cosas que antes sabía haber en Santiago y no hay más, se perdieron para siempre, consignadas en este sitio para que al menos quede su recuerdo. Esta lista la publiqué hace algunos años en Feibu y los amigos la completaron. 1 Helados “Kay”, más ricos no hay. 2 El auto Unión, (con motor de dos tiempos, como la Zanella). 3 Las heladeras Vol-Suar. 4 Las prohibidas del Renzi (¡Coca!, cuánto amor). 5 La bilz de Secco (la de ahora no es lo mismo, qué va a ser). 6 El Santa Ana, El Águila, empresa Robert, el Manso llegando desde el fondo del saladillo. 7 Cheto´s bar. 8 El peinado batido de las mujeres. 9 El jopo (ha vuelto, pero como mariconada). 10 La nueva ola y los nuevaoleros. 11 El Tuco Bono. 12 El departamento Matará. 13 Panchito Ovejero vendiendo billetes de lotería. 14 La Porota Alonso. 15 La Gorda de Anelli. 16 Tala Pozo. 17 Mi tata. 18 Panadería L

LEYENDA El remís con chofer sin cabeza

Imagen de Facebook de David Bukret Un misterioso auto circula por las calles de Santiago y La Banda: un caso que está dando que hablar en todos lados Un hombre detiene su motocicleta en el parque Aguirre, lleva una mujer atrás, son las 3 de la mañana. Se apean debajo de un eucalipto, justo cuando empiezan a besarse aparece un auto, un remís que los encandila y se queda parado, como esperando algo. Ella pega un grito: “¡Mi marido!”, suben de nuevo a la moto y se van. Antes de irse, el hombre observa que en el remís no hay nadie, parece vacío, pero ya ha acelerado, a toda velocidad y no se va a detener. Ha pasado varias veces, según cuentan los parroquianos en el café con nombre y apellido, en una historia que va pasando de mesa en mesa, repitiéndose todos los días con más detalles. Las mentas hablan de un remís que aparece de manera impensada, no solamente cuando detecta traiciones amorosas, sino que asustó a varios muchachos que andaban trabajando de noche en casas que no eran las suya

EVOCACIÓN El triste final de la Dama de Hierro

Mercedes Marina Aragonés El recuerdo para quien el autor de esta nota llama Dama de Hierro, algunas anécdotas y la apreciación sobre una personalidad controvertida Por Alfredo Peláez No fue el final que posiblemente soñó en sus años de poder y esplendor. Cuando el nombre Nina paralizaba hasta el más taimao. Se fue en silencio, casi en puntas de pie, como vivió sus últimos años. Muy pocos lloraron a Marina Mercedes Aragonés de Juárez, la dama que supo ser de hierro, en tiempos idos. Seguramente coqueteó en esos años con un funeral al estilo Evita, con su féretro en el salón principal de la Casa de Gobierno, o en el Teatro 25 de Mayo, y largas colas de santiagueños para darle el último adiós. Pero solo fueron sueños de diva. Nada de eso ocurrió. Los diarios santiagueños apenas se hicieron eco de su fallecimiento. Al fin y al cabo, más importante eran los 470 años del pago que ella intento domesticar a rienda corta y chicote. Quedarán miles de anécdotas que la tuvieron como protagonista.