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Mailín, en el Santiago de antes de enantes |
El 26 de abril de 1939, se crea la Corporación de Fomento de la Producción para impulsar el desarrollo productivo del país
El 26 de abril de 1939, se promulgó la ley que dio origen a la Corporación de Fomento de la Producción. El organismo, creado durante la presidencia de Roberto Ortiz, en un contexto de crisis económica global tras la Gran Depresión, tenía el objeto de impulsar el desarrollo productivo del país.La corporación tuvo un impacto significativo en provincias como Santiago del Estero, pues las actividades económicas estaban ligadas principalmente a la agricultura, la ganadería y la explotación forestal. Ese mismo día, la misma ley estableció la Corporación de Reconstrucción y Auxilio, destinada a asistir a regiones afectadas por desastres naturales, como inundaciones o sequías, frecuentes en el norte argentino.Se diseñó como una entidad estatal con autonomía financiera y administrativa, dependiente del Ministerio de Hacienda. Su propósito era financiar y promover proyectos productivos mediante préstamos, subsidios y asistencia técnica. En el caso de Santiago del Estero, una provincia con suelos fértiles, pero con desafíos como la falta de infraestructura y el acceso limitado al crédito, buscó incentivar la modernización agrícola y la diversificación de cultivos.
Los cultivos tradicionales como el algodón, el maíz y la alfalfa, así como la explotación del quebracho para tanino, fueron áreas de interés. La ley estipuló que la corporación podía adquirir tierras, construir obras de riego y apoyar a pequeños y medianos productores, lo que resultó clave en regiones rurales.
El capital inicial de la corporación provino de fondos públicos y aportes del Banco de la Nación Argentina. En 1939, se le asignaron 50 millones de pesos moneda nacional, suma considerable para la época, destinada a préstamos a largo plazo con tasas accesibles. En Santiago, esto permitió financiar cooperativas agrícolas y proyectos de colonización en partes despobladas.
Además, la corporación tuvo facultades para importar maquinaria y herramientas, facilitando la mecanización en áreas en que el trabajo manual predominaba.
Los datos oficiales de la época indican que, en sus primeros años, la corporación aprobó cientos de proyectos en las provincias.
La creación de la corporación también coincidió con un momento de cambios en la política económica argentina, marcada por la intervención estatal frente a la debilidad del sector privado tras la crisis de los años 30. En Santiago, los productores enfrentaban problemas como la dependencia de intermediarios y la falta de canales de venta, y la corporación intentó mitigar estas dificultades mediante la construcción de almacenes y silos.
La ley establecía que la corporación operaría bajo un directorio designado por el Ejecutivo, con representantes de sectores industriales y agrícolas, asegurando una gestión técnica.
En paralelo, la Corporación de Reconstrucción y Auxilio, creada el mismo 26 de abril, completó estas acciones al asistir a comunidades afectadas por eventos climáticos extremos, como las inundaciones del río Dulce, comunes en la provincia. Ambas entidades reflejaron un esfuerzo del gobierno por fortalecer las economías regionales, y en Santiago del Estero, su puesta en marcha marcó un paso hacia la integración de la provincia en los planes nacionales de desarrollo, enfocándose en sus recursos naturales y su potencial productivo.
Juan Manuel Aragón
Ramírez de Velasco®
Obviamente, esto nunca funcionó, como toda iniciativa de desarrollo que se maneje desde el gobierno. Todo se burocratizó al mundo de convertirse en una cantidad de instituciones ineficientes, plagadas de empleados, usadas como herramienta política para hacer llegar el "fomento" a los partidarios y afiliados exclusivamente.
ResponderEliminarOta hubiera sido la historia, tal vez, si en cambio se creaba la Corporación de Fomento de la "Industralización", en vez de la producción, como entidad privada dedicada a la promoción industrial.