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Mostrando las entradas etiquetadas como Tortilla

GASTRONOMÍA La tortilla y sus bordes

Tortilla al rescoldo Había de varias clases, todas eran muy ricas, si llega al final de la nota, verá qué sucedía cuando las visitas se quishquían comiéndola Ya que estamos, tratemos también sobre la humilde tortilla, la que se hace al rescoldo, a la lata, a la parrilla o en el horno; la que es harina, sal, agua, grasa y una pizquita de bicarbonato. Se hace amasando el menjunje hasta que queda sin celulitis. A quienes entonces éramos chicos nos llamaban a tornear esta masa, en una máquina que era básicamente, dos palos de amasar con un espacio en el medio, algo así como una proto amasadora industrial, el famoso torno. El trabajo se hacía a mano, dando vuelta una manivela hasta que las mujeres decían “está bien, dejá nomás, ya está”. Y la llevaban a descansar arriba de una mesa, tapada con un repasador, mientras anunciaban que la harían descansar un rato. Al rescoldo era la tortilla directamente en la ceniza, quizás la más rica de todas. A la lata era en la que venía el dulce de batata,

LEYENDA La empanada perdida

Empanadas Se trata de una comida o tentempié que figura en casi todas las celebraciones, tanto de los ricos como de los pobres de la Argentina La empanada sabía ser la más bella y saborida de todas las comidas del pago y de muchos otros lugares. Siempre se sabía acordar de que tenía parientes en todas las provincias. Su esencia era justamente, ser empanada: carne de vaca, de gallina, de bagre, de cualquier cosa, pero cubierta con masa de tortilla o pan. Nada la afectaba, duró mucho dando vueltas de un lugar a otro, adaptándose a los cambios que le propuso el mundo. Cuando en todas las casas había una parra, llevaba pasas de uva, luego la gente pasó a vivir en departamentos o casas diminutas y aceptó la discusión sobre si debía llevarlas en su vientre o ir sin ellas. Cuando el horno de barro era el único, le gustaba su mismo ser siendo, cuando pasó a existir el de gas, con gusto se cambió al gas, ¿tiene o no huevo?, ¿cuánto de cebolla?, ¿jugosa o más bien seca?, ¿es permitida la aceitun

BISABUELO Enanos de jardín

La familia de antes A quienes pretenden que no se tiren abajo las casas viejas de Santiago, el consejo es que las compren y las conserven como quieran Aviso para los que quieren conservar Santiago como era antes, con sus comercios, sus casas antiguas, sus patios enormes, sus frescos zaguanes, su fondo con limoneros. Cómprenlas y déjenlas tal cual, no las cambien, instalen las momias de sus viejos habitantes, lleven de nuevo a los niños que antes fueron, hagan que por la puerta pasen las marchantas con gallinas vivas, algarroba, tortilla al rescoldo, tamales, huevos caseros, mandarinas robadas en fincas de La Banda. Compren todas las casas del centro si quieren, nadie se opone ni los detiene, son dueños. Píntenlas del color que más le guste, barnicen sus puertas, instalen camas de bronce y pongan pelelas debajo de cada una, conserven el baño con inodoro y cadena, bañera con pie, espejos biselados, máquinas de afeitar a puro yilé y bidet marca “Pescadas”, celeste y bien visible. Pongan m

MATE COCIDO La compañía de los desayunos argentinos

Pava, trebe y fogón Estuvo presente en todas las mañanas de mi vida, pero como los que se hacen en el campo no volví a probar jamás Nunca pude desayunar otra cosa que no fuera un pedazo de pan con mate cocido. No en saquitos, porque en el pago no había. En ese tiempo era cosa de levantarse, ir en la oscuridad a la cocina del fuego a atizarlo y volver a lavarse la cara, los dientes. Una vez que había algo de brasas, poner una cuarta con agua y esperar que hierva. Sabido es que una cuarta al fuego tiene dos partes que no están calientes, en el bordecito de abajo y en el de arriba. De ahí se la tomaba para volcar el agua en un jarro y luego agregarle la yerba. Pero si tenía miedo a quemarse, debía levantarla con un trapo o tomarse el trabajo de hacerle una manija de alambre. Ya se sabe que si alguien tiene miedo de que algo pase, pasa, si no, no. Es ley. Con la jarra ya con un puñado de yerba, debía revolver un poco y esperar un ratito para que el agua estuviera bien infusionada. Luego d