Sacerdote bailando en el altar Te dicen que debes dar la paz a tu vecino de asiento, como si fuera una pavada, a las deudas las volvieron ofensas y los cantos son herejes Primero me obligaron a dar la paz, como si fuera tan fácil. El cura dice en la misa: -Dense la paz. Uno lo saluda al de la izquierda, la da la mano al de la derecha y ya está. Eso de que la paz es una consecuencia de la justicia, del orden, de lo que está bien, del derecho, al parecer son macanas. Mirá vos lo fácil que habían sabido ser las cosas, tantos siglos peleando por la paz. Y estaba a la vuelta de la esquina, en una simple Misa (“celebración de la eucaristía” le dicen los curas de ahora, que también le tienen miedo a la palabra Misa, que quizá sea revolucionaria). Vos le das la paz a tu vecino, el vecino al vecino y el otro vecino al siguiente y así hasta llegar Irak, pongamos. Y listo Calixto, se terminó la historia. Antes de eso ya me habían comenzado a cambiar los cantos. Ahora las letras y la música tienen...
Cuaderno de notas de Santiago del Estero