Ir al contenido principal

MEMES Para qué leer si hay Netflix

El mundo de las letras

“Los artistas de la pluma tienen solamente los libros que venden como medio de vida, y van y se los fotocopian en la perra cara”


Si hubieran existido las fotocopias en tiempos que los conquistadores españoles llegaban a América, es casi seguro el ahorro que habría significado en controversias a las generaciones futuras como la que pregunta quién fundó Santiago, Juan Núñez de Prado o Francisco de Aguirre. Olvídenlo, no habría ninguna duda. Ese maravilloso invento que hizo más fácil el trabajo de los escribanos, con el tiempo se convirtió en el segundo enemigo de la lectura.
El primero fue la televisión. Durante muchos años salía en blanco y negro, comenzaba a las 6 de la tarde y terminaba a la medianoche. Pero aún así atrapó a millones que, de otra manera hubieran agarrado un libro o, aunque más no fuera una revista de historietas. Varias generaciones tomaron la merienda mirando algo en la televisión. Ese “algo” estaba pensado expresamente para atrapar (nos) a los chicos, ya fuera El Zorro, Carlitos Balá o los maravillosos hermanos Aragón que hacían Gaby, Fofó y Miliki.
Era un asunto más o menos manejable para las madres, que querían ver estudiando a sus hijos y no mirando esas tonterías por la tele. Pero ellas también se prendían al aparato, a la hora de la telenovela, que ahora llaman novela nomás. Al menos en Santiago no había nada “en vivo y en directo”, ni siquiera el noticiario, que durante muchos años fue grabado, por las dudas.
En el medio apareció la fotocopia. Si en la escuela le pedían a un chico un cuento, iba a la biblioteca, lo fotocopiaba y listo. ¿Para qué comprar todo el libro si solamente necesito tres páginas? De esa manera muchos autores fueron conocidos, aunque sus libros fueran un fracaso editorial. Algo parecido podría haber sucedido con los cantantes, ahora venden poquísimos discos y se defienden con los recitales. En realidad, tienen que armar un “show” de luces, humo, bailarines, proyecciones, apariciones mágicas, porque si es por cantar nomás, ahí está el disco grabado de un pirata.
¿Y los escritores? Oiga, quién va a pagar por oir cómo un escritor lee sus cuentos, los recitales de poesías se acabaron hace más de un siglo. Los artistas de la pluma tienen solamente los libros que venden como medio de vida, y van y se los fotocopian en la perra cara. Un tiempo después de que apareció “Platita”, mi primer libro de cuentos, me pidieron una donación las empleadas de la biblioteca 9 de Julio, porque los chicos les pedían una fotocopia y no tenían de dónde sacarlas. Les dije que sí, cómo no, y nunca les doné nada. ¿Me iban a piratear y todavía tenía que darles el revólver?
Ahora dicen que ya no hay más fotocopias, los profesores pasan en formato de documento portátil, el PDF, báh. Escanean el capítulo de un libro de aquí, un apunte de allá, una monografía de más allá, arman la ensalada y la entregan a los alumnos, lista para que la consuman, estudien, aprendan y rindan. ¿Buscar en la biblioteca del barrio o de la Universidad?, ¿cotejar autores y quedarse con el más afín?, ¿comprar los libros de a poco, así va armando su propia biblioteca para cuando se reciba? Ya veo, si tengo todo masticado, para qué voy a ir al mecánico dental.
Y en ese mundo que tenía a los libros cuesta abajo en la rodada, apareció Netflix. Penúltimo invento de la industria del espectáculo, la diversión, el disfrute y el pasarla bien que, para peor, les hace creer a muchos que están consumiendo cultura y todavía en un formato superior a la lectura. Hay cientos de libros escritos sobre todos los temas posibles. Sobre un hecho cualquiera del pasado, hay cientos de libros que lo miran desde distintos puntos de vista. ¿Quiere saber sobre Napoleón Bonaparte, Manuel Belgrano, Bartolomé Mitre, la Primera Cruzada, la vida privada de los antiguos mayas, la Ley del Talión o lo que fuere? Hallará cientos, si no miles de libros sobre cada uno de estos asuntos.
Viene uno, dice que ha visto una serie sobre el caso Dreyfuss y le comunica que sabe todo sobre el asunto, porque lo dieron en un documental. ¿Entiende? Usted lo ha leído, pero al tipo se lo han dado todo masticado y supuestamente sabe todo lo que pasó. Ningún libro le enseñará a él, después de mirar la serie, lo que sucedió verdaderamente. Olvídese de los matices, los “pero”, los “sin embargo”, los grises y sobre todo las dudas que provocarán que quiera saber más y conseguir otros textos sobre ese o cualquier otro tema. Del segundo plano en que se hallaban los libros, de un plumazo pasaron al tercero o cuarto.
El mundo de las letras de molde, al menos para una gran mayoría se ha vuelto ajeno, lejano, distante, casi una curiosidad. Dicen que el futuro es de quienes escriben los guiones de las series de Netflix, los carteles de publicidad de Marcelo Tinelli las publicidades no tradicionales (pe ene té, ¿vio?), de Mirtha Legrand pero al paso que va la cultura se reemplazarán las letras con memes, dibujos, chistecitos, fotitos con carteles escritos con mayúscula. Trazos gruesos para una humanidad que todos los días desmiente la teoría de la evolución.
La involución está ganando la carrera.
Por lejos.
©Juan Manuel Aragón
Orilla del Chujchala. A 2 de octubre del 2022.

Comentarios

  1. De acuerdo totalmente 👍

    ResponderEliminar
  2. Bueno, pero la otra es que Netflix descubra que tu novela puede ser un boom en su plataforma y te la compra por una millonada. Y después la gente quiere leerla, porque en Netflix fue un éxito. Esa es la otra vuelta de tuerca. Dios escribe torcido, pero siempre premia al buen escritor.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares (últimos siete días)

DESPEDIDA Hasta la próxima Chacarera Musha (con vídeo)

Velorio de Musha, con música A último momento, cuando ya no quedaba mucho por hacer, se pensó en traerlo a La Banda, pero ya era tarde, la enfermedad estaba ganando Por Alfredo Peláez, “Fredy” Tenía un aprecio especial por Musha. Muchos años de amistad. Era como de la familia. Vi todas las fotos y leí todo los posteos que se publicaron en las redes con motivo de su fallecimiento. De todas la que más me gusto, fue una despedida que decía: "Hasta la próxima chacarera". Y sí. "Musha" Carabajal era pura chacarera. En los escenarios, solía gritar anta cada tema con voz impuesta: "Chacareraaa…". De su círculo íntimo, me contaron, que cuando ya no había nada que hacer, cuando la situación era irreversible, se pensó con SADAIC en trasladarlo a La Banda para que se apague su vida en la tierra que lo vio nacer un 2 de junio de 1952. Fue imposible. "Musha" ya no podía moverse. La terrible enfermedad que padecía le estaba ganando la batalla final. A sus amig...

RELIGIÓN Por qué la masonería no es una inocente asociación

Masones (imagen de ilustración) A veces se debe recordar conceptos simples que están en la base de una creencia, pues hay gente que deliberada o inadvertidamente los olvida o los ignora Para quien crea que no hay nada malo en la masonería, que muchos próceres fueron sus afiliados, cabe hacer una lista de los presidentes y vice que fueron masones o hermanos tres puntos, como también los llaman. Presidentes, Bernardino Rivadavia, Vicente López y Planes, Justo José de Urquiza, Santiago Derqui, Bartolomé Mitre, Domingo Faustino Sarmiento (presidente de 1868 a1874 que renunció a la masonería antes de asumir, porque era incompatible con el juramento católico que debía formular y que en ese tiempo era obligatorio), Miguel Juárez Celman, Carlos Pellegrini, Manuel Quintana, José Figueroa Alcorta, Roque Sáenz Peña, Victorino de la Plaza, Hipólito Yrigoyen y Agustín Pedro Justo. Vicepresidentes argentinos afiliados a la masonería fueron Salvador María del Carril, Juan Esteban Pedernera, Marcos Pa...

RECURRENCIA Tu perro es sólo un perro

Choco sin raza, obvio No es parte de tu familia, nunca lo será, porque la familia es el proyecto de vida que forman un hombre y una mujer para tener hijos y criarlos sanos y buenos Es sólo un perro, es sólo un perro, es sólo un perro. No, jamás será un ser humano, aunque pasen mil años él, su cría y la cría de sus crías, jamás serán gente. Seguirá siendo un perro, un triste perro. Un animal, ¿entiendes? Es animal y por lo tanto irracional, no razona, no piensa como vos, tu marido o tu señora. Y aunque estamos en pleno tiempo de autopercepción sensiblera, compasiva y tierna, no lo voy a reconocer como tu hijo. No es tu hijo. ¿Vos lo ves así?, bien por vos, para mí no lo es. Dile Pedrito o María Eugenia, para mí es lo mismo, es decir un perro, un pichicho, un choco, un firulais, como lo llaman los mejicanos. Y no, no me gusta tu perro, no es agradable, ¿no ves que tiene cara de perro?, ¿cómo quieres que me guste? Tampoco voy a tener la cortesía de decirte que es lindo. Porque, disculpame...

SAUDADES El cuadro de la abuela

Frente de una casa antigua “En el medio, como chorizos superpuestos y una tras otras, la pieza de los padres, después la de los abuelos, la de los tíos…” Me gusta el liviano aire que portan las casas viejas, que tienen un aparente desorden en las cocinas con el que las abuelas suelen confundir a la gente que llega por primera vez. Me gusta cuando las conozco, cuando me dejan pasar a ese lugar sagrado, que solamente era profanado por los íntimos, y también por el electricista, el gasista, el plomero, cuando llegaban, tras un pedido de auxilio. En ocasiones, como esta madrugada de domingo en que escribo mi diaria crónica, algo en el aire trae el recuerdo de aquello y crece en el pecho un rencor añejo, por las cosas que no están, porque no hicimos mucho para retenerlas y porque, de alguna manera que no sabría explicar, podríamos haber cubierto de eternidad aquellos tiempos y no lo hicimos, ¡caracho! Le cuento por si lo ha olvidado o no lo experimentó, en esas casas había una sala española...

1998 AGENDA PROVINCIAL Tragedia

El Tabycast El 10 de abril de 1998, se desata una tragedia en un departamento del TabyCast cuando un joven llegó a dejar a su hija, baleó a la madre, mató a la niña, se tiró por el balcón y murió El 10 de abril de 1998, se desató una tragedia en un departamento del edificio TabyCast cuando un joven llegó a dejar a su hija, baleó a la madre, mató de dos disparos la niña y se tiró por el balcón, muriendo casi al instante. A las 8 y 10 de la noche, Diego José Zaín, que tenía 24 años, llegó al departamento en que la joven, Ana Lugones Castiglione, de 19 años, vivía con la hija de ambos, Dolores de 4, y su abuela Carmen Garay. Estaban separados, su abuela no estaba en Santiago y una amiga que debía visitarla a esa hora, se había demorado. La niña había nacido el 8 de marzo de 1995 y el padre la llevó de vuelta al departamento del cuarto piso del TabyCast, frente a la plaza Libertad. Cuando Zaín tocó el portero eléctrico, la joven sintió miedo, porque él ya la había amenazado y en ese moment...