Ir al contenido principal

¡AH! Los comentarios

Diga qué  opina

Una ínfima minoría, por suerte, escribe sus insultos, menta a la madre de otros o evacúa sus intestinos en mis antepasados


Las notas de algunos sitios son mucho más interesantes por los comentarios que dejan sus lectores que por lo dicho en el propio artículo. A veces escriben para—como se dice—enmendarle la plana al autor, en ocasiones refuerzan el punto de vista, hay otros que también abundan en ejemplos. Hay de todo, como en la viña del Señor.
Están los que entran, dejan un insulto cualquiera y esperan, al parecer que otros entren a insultarlos a ellos y se arman unos rifirrafes interesantes, del tipo “Vos te crees un pelotudo, pero ni a eso llegas”, o “tu madre seguramente era muy prostituta y al no saber quién era tu padre te volviste un imbécil”.
En otros sitios, por suerte no en Ramírez de Velasco, también se forman camarillas de gente que opina de una determinada manera y apenas entra cualquiera a ofrecer una consideración que va en contra, lo aplastan a comentarios hirientes. En algunos sitios hay comentaristas “estrella”, tipos que muchas veces no pasan de intelijudos, están atentos a ver quien comenta el escrito o le re comenta el comentario, siempre presto a destrozarlos con alguna ironía: trata de amedrentar a los nuevos para que no le hagan sombra.
Muchos se esconden detrás de un seudónimo, tras el anonimato para ponerlo más claro. En sí mismo el seudónimo no es ni bueno ni malo, mucho menos en internet, un baile de disfraces más o menos encubierto, más o menos desembozado. Las imágenes de perfil de los usuarios de Facebook, Twitter, Instagram, Gmail, Telegram, WhatsApp, son una prueba de que pocos se muestran como realmente son. Suelen ser fotos viejas, de jóvenes que dejaron de serlo hace bastante, flacos, lindos o tomadas desde un ángulo que los favoreció solamente en ese instante de la vida y nunca más.
Cuando más popular es el sitio, más comentarios tiene. Algunos tenían notas de mil palabras y los comentarios llegaban a más de cinco mil, la mayor parte con insultos inconducentes, agravios sin sentido, publicidades ofreciendo cualquier porquería. Erradicaron esa parte de sus portales, quizás para proteger la salud mental de los lectores, en una de esas porque necesitaban el lugar para poner información. Era su derecho.
Los pocos comentarios de este sitio pueden deberse a la simple y sencilla razón de que tiene escasos lectores: por eso sus notas más leídas, también tienen más gente dejando su opinión, su parecer o su juicio. Los comentaristas casi siempre son amigos a quienes no veo tanto como quisiera y tal vez esa sea su forma de establecer una cercanía o son santiagueños que viven en otras partes del país o el extranjero y tratan de hacer su aporte o dar su visión tal vez más amplia al estar viviendo en otras culturas, otras realidades.
Una ínfima minoría, por suerte, escribe sus insultos, menta a la madre de otros comentaristas o evacua sus intestinos en mis antepasados. En general los insultadores son simpáticos, se nota de lejos que no les gusta lo que leyeron, pero carecen del bagaje cultural suficiente como para esbozar una respuesta coherente y les sale eso, el exabrupto feroz, el gruñido enfadado, la grosería soez.
Y en el medio hay otros que insultan a medias, quizás creen que si escriben algo más se descubrirá quiénes son, se nota que saben ciertos temas, pero quedan ahí, balbuceantes, sin que se sepa bien qué quisieron expresar. Tal vez son muy inteligentes y creen que un párrafo con sus conclusiones será basta para que todos sepan que hay un pensamiento distinto al del resto. O sobreestimaron la inteligencia de los demás lectores y la mía.
Entiendo que, al plantear asuntos comunes y corrientes, al revés de lo que piensa un sector de la sociedad, mi opinión puede resultar chocante. Es posible que haya gente que se enoje por los dramas esbozados (estas notas no son más que eso) y por la solución aportada (a veces ni eso). Y que, entre la rabia y la falta de tiempo para responder, publique una parrafada inentendible y repleta de resentimiento.
No sé qué harán los autores de los artículos de otros portales, leo todos los comentarios, pero, como dije una vez, no respondo ninguno porque no corresponde. Puede sonar como que quise quedar como el que tiene la indiscutible razón. En este caso, como en los comercios de cualquier tipo, el cliente no solamente tiene la razón, sino que además es dueño de la última palabra.
¿Opina lo mismo?, ¿no?
Bueno, dígalo abajo.
©Juan Manuel Aragón

Comentarios

  1. Juan Manuel, corregí: se conjuga evacua. Los verbos en uar no rompen el diptongo: evacua, desagua,

    ResponderEliminar
  2. Ay. La RAE que cada vez está más maricona por lo temerosa, ahora acepta las dos formas. (Si sigue así, ya no hará falta y será "cualquierita me valga")

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Cristian Ramón Verduc27 de diciembre de 2022, 7:28

      Me ha gustado muchísimo este comentario, profesora Hebe.

      Eliminar
  3. Es cierto que el cliente es dueño de la última palabra pero si usted quiere puede cerrar la barra de comentarios así se la coman calladitos a la nota.

    ResponderEliminar
  4. Soy lectora habitual, y si bien pocas veces escribo mi opinión o comentario, nunca dejo de leer, además de la nota, lo que algunos lectores ponen al pie, por ello, no me parece que se deba cerrar la barra de comentarios..
    Por otra parte, no creo que la falta de opiniones debajo de la nota, tenga algo que ver con la cantidad de lectores, sino con que no desean agregar nada a lo leído. Y habitualmente es porque aprueban o coinciden con la mirada de quién es el autor o porque disienten y no desean entran en discusiones estériles con otros lectores.

    ResponderEliminar
  5. Aquella persona que no opina como vos tiene derecho a discentir con respeto .y si lo hace con insultos es su problema ..su fata de educacion !
    No estoy de acuerdo en cerrar un espacio que nos permite hablar en libertad ..
    Muy buena pluma juan manuel ...
    Arq lopez ramos

    ResponderEliminar
  6. La riqueza de un escrito es su interlocución,es cuando se da la comunicación y el que escribe ,pierde su lugar de soledad.Para los que leemos nos interesa lo escrito y lo que opinan,amplía una mirada,.Epero,continúe.

    ResponderEliminar
  7. Me gusta leer los comentarios,en muchas oportunidades enriquecen el tema.

    ResponderEliminar
  8. Muy bueno Juan Manuel. Te hace pensar que uno no es el único que se equivoca en apreciaciones o comentarios pensados.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares (últimos siete días)

BALCEDO Otro país crecía a su alrededor

Bobadal hoy, visto desde el satélite Brevísima historia de un hombre que forjó un pueblo lejano desde un almacén a trasmano del mundo El hombre se llamaba Balcedo Santillán. Era el dueño del almacén “El luchador”, en el lejanísimo Bobadal, pueblo que estuvo mucho tiempo a trasmano del tren, de las principales rutas y caminos, de los ríos y arroyos, con decir que ni los aviones surcaban su cielo. Nada pasaba por ahí, salvo camiones llevando leña, el ómnibus de la empresa Piedrabuena, carros cañeros, los sulkys en que se manejaban los vecinos y algún viajero que caía por ahí rumbo a otra parte. Alguien dijo alguna vez que los vecinos vivían tras los ancochis, protegiéndose de las inmensas nubes de tierra que dejaban los vehículos de cuatro ruedas. Que honraban su nombre muy bien puesto: “bobadal”, tierra suelta. Balcedo estaba ahí desde mucho antes de que el gobierno loteara el lugar y trazara las calles, algunas de forma arbitraria, pues cruzaban por el medio del patio de algunas casas....

LIBRO Magui Montero partió su alma

Magui Montero al centro, a la izquierda Manuel Rivas, a la derecha, Marcela Elías La presentación de un libro de poesías convocó a un nutrido grupo de amigos y admiradores Por Juan Gómez Fue el miércoles a la caída del sol. Café-Librería “Bellas alas”. Magui Montero presentó su libro “Hasta partir el alma”. De pronto las mesas se cubrieron de flores multicolores (mujeres) que ofrecieron alegría y ruido. Lluvias de ideas entrelazadas entre sí: “Interpela / herida social / mar de la vida / ternura extraviada / intento de reparar / la fuerza de la esperanza / la poesía una forma de escuchar que empieza con la palabra / el papel me reclama que escriba / habla una parte del alma”. La idea de la presentación de su obra literaria, Maqui quiso que tomáramos nota que está en contacto con su alma. Un refrán francés dice que “la gratitud es la memoria del corazón”. Tras sus palabras uno comprende que la vida apura y no tiene tiempo. Quiere encontrar lo extraordinario en lo cotidiano. Escogió es...

ALTO EL FUEGO Cuando el odio es un negocio

El mundo civilizado apoya lo incivil A muchos no les gusta lo que está sucediendo en estos momentos en el Oriente Cercano, Israel y Gaza, vea por qué Por Natalio Steiner desde Raanana, Israel Se logró el acuerdo. El fuego se detuvo. Y de golpe, silencio. Ni marchas, ni carteles, ni lágrimas de alivio. La paz llegó… y a muchos parece que no les gustó. “Habría esperado que las calles de Europa y los campus del mundo estallaran de alegría por el fin de lo que durante meses llamaron ‘genocidio’”, dijo Naftali Bennett, ex ministro israelí. Pero no pasó. Porque su causa nunca fue la vida de los palestinos. Fue el odio a Israel. La oportunidad de sentirse moralmente superiores sin entender nada. Durante meses repitieron lo que les dictaban desde los bunkers ideológicos, sin una idea propia, sin un dato, sin contexto. Ahora que el fuego se apaga, se apaga también su utilidad. Ya no hay cámaras, ni trending topics, ni víctimas que mostrar. Y sin eso, no hay negocio. La paz los deja sin discurso...

PERLITAS Cómo parecer más léido (un poquito nomás)

Perón y su esposa Potota Novias, hijos, amores, nombres, lugares, cambios y muchos otros datos para pasar por culto en un sarao importante Así como en otras publicaciones se entregan claves para parecer más joven, más lindo, más exitoso, aquí van algunas perlitas para darse dique de culto. San Martín era José Francisco de San Martín y Matorras. El nombre de Belgrano era Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús. Y fue padre de Pedro Rosas y Belgrano y de Manuela Mónica Belgrano, ambos nacidos fuera del matrimonio. No se casó nunca. Rivadavia, el de la avenida, era Francisco Bernardino Rivadavia y Rodríguez de Rivadavia. ¿Yrigoyen, pregunta?: Juan Hipólito del Corazón de Jesús y el de su tío, Alem, no era Leandro Nicéforo como repiten quienes se dan de eruditos radicales sino Leandro Antonio. Juan Bautista Alberdi dijo “gobernar es poblar” y se quedó soltero. Es el prócer máximo de los abogados y le regalaron el título en la Universidad de Córdoba, en la que no cursó ni una materia. Corn...

María Corina Machado obtiene el Nobel de la Paz

María Corina Machado Una luchadora incansable por la libertad y la justicia en un país bajo la opresión del socialismo En un mundo en que la oscuridad del autoritarismo se extiende como una sombra implacable, la noticia de que María Corina Machado ha sido galardonada con el Premio Nobel de la Paz 2025 ilumina el horizonte con esperanza renovada. Anunciado hace un rato en Oslo por el Comité Noruego del Nobel, el galardón reconoce su incansable labor por promover los derechos democráticos del pueblo venezolano y su lucha por una transición justa y pacífica de la dictadura a la democracia. Nacida en Caracas en 1967, Machado, ingeniera industrial de formación, ha transformado su herencia de liderazgo en un faro de resistencia civil ante la opresión del socialismo. Desde sus inicios en la política, ha encarnado la valentía frente a la opresión. Fundadora del partido Vente Venezuela en 2012, unió fuerzas opositoras en la alianza Soy Venezuela, demostrando que la unidad es el arma más poderos...