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1749 CALENDARIO NACIONAL Nace el deán Funes

El deán Gregorio Funes

El 25 de mayo de 1849 nace Gregorio Funes, el futuro deán, en Córdoba: qué hizo para ser nombre de calles, avenidas y pueblos de la Argentina


El 25 de mayo de 1749, nació Gregorio Funes, en una familia acaudalada de Córdoba. Estudió en el Colegio de Monserrat de su ciudad natal. Lo ordenaron sacerdote en 1773 y fue director del seminario de su obispado. Esto fue mucho antes de que lo hicieran nombre de calle o de pueblo.
Cuando se ordenó, hubo un conflicto entre el cabildo de la Catedral y el rector de la Universidad de Córdoba, ocasionado por el reparto de los bienes que habían dejado los jesuitas al ser expulsados. Como Funes acaudillaba al grupo opuesto al obispo, lo nombraron cura de la parroquia de la Punilla, que en esa época era la región más importante de la provincia, para evitar su participación en el conflicto.
Sin permiso del obispo se fue a España y se doctoró en derecho canónico en la Universidad de Alcalá de Henares en 1779. Allá tomó contacto con las ideas de la Ilustración, que entonces eran la norma rectora de las reformas que quería llevar adelante el rey Carlos III de España.
Volvió a Córdoba acompañando al nuevo obispo de esa provincia José Antonio de San Alberto, que lo nombró canónigo de la Catedral. En 1793 lo nombraron provisor del obispado, y en 1804 fue ascendido a Deán de la Catedral; ese año murió el Obispo y ocupó la gobernación del obispado hasta la llegada de su reemplazante, Rodrigo de Orellana.
Desde 1807 fue rector de la Universidad y del Colegio de Monserrat. Escribió un plan de reforma de la Universidad, con nuevas materias como matemáticas, física experimental, idioma francés, música y trigonometría. Era partidario de la enseñanza gratuita y donó diez mil pesos para fundar una cátedra de geometría, aritmética y álgebra.
En filosofía se negó a estudiar las nuevas escuelas y tendencias, como las de René Descartes, John Locke y Leibniz, pues la escolástica suficientemente segura y probada. Tuvo problemas por sus ideas democráticas con las autoridades, principalmente con el gobernador Rafael de Sobremonte.​
En 1809, de viaje por Buenos Aires, se enteró por intermedio de Manuel Belgrano y Juan José Castelli de los planes de los grupos revolucionarios. Adhirió al carlotismo, movimiento orientado a la independencia por medio de la coronación de la hermana del rey cautivo, Fernando VII.
Fue el primer cordobés en enterarse de la Revolución de Mayo y se adhirió de inmediato al partido revolucionario. Cuando lo invitaron a una reunión para rechazar el reconocimiento a la autoridad de la Junta, fue el único que se opuso a los planes de los enemigos de la Revolución.
Denunció a la Primera Junta que el gobernador Juan Antonio Gutiérrez de la Concha, apoyado por Santiago de Liniers, habían jurado al Consejo de Regencia, desconociendo su autoridad.
Cuando la expedición del Ejército del Norte hizo escapar al gobernador Concha y sus aliados, Funes reunió el Cabildo e hizo que reconociera la autoridad de la Primera Junta. Capturados los contrarrevolucionarios, convenció al general Francisco Ortiz de Ocampo de no fusilarlos. Ocampo los envió a Buenos Aires, pero fueron ejecutados en el camino por Castelli y Balcarce.
Luego fue elegido diputado por su ciudad a la Junta de Gobierno. Fue el dirigente del grupo de diputados de las provincias que presionó para ser incorporados a la Junta de inmediato, lo que se logró en diciembre de 1810.
Apoyó la política de su presidente Cornelio Saavedra. Cuando lo incorporaron a la Junta, lo consultaban por asuntos importantes y fue el redactor de la mayor parte de las proclamas, cartas y manifiestos.
Después de la revolución de abril de 1811, dirigió la Gazeta de Buenos Aires, periódico oficial del gobierno. Fue apologista de la libertad de imprenta. Apoyó la teoría de que el patronato debía revertir a la Junta, y lo consideraba una de las más importantes fuentes de autoridad que la Revolución debía administrar. Quería lograr la Independencia formal y real, cuanto antes. Fue también autor de la redacción de la exhortación al pueblo a la resistencia luego de la derrota en la batalla de Huaqui.
Luego de la derrota de Huaqui, Saavedra fue autorizado por la Junta para ir al Norte a reorganizar el Ejército del Norte y frenar la posible invasión española, dejando al gobierno sin su principal autoridad. El espíritu revolucionario de Funes sufrió una crisis y fue uno de los firmantes del armisticio con el gobierno realista de Montevideo, en el que se le reconocía a los realistas el dominio de la Banda Oriental. Aconsejó a su hermano Ambrosio Funes y sus amigos en Córdoba ser moderados en sus expresiones de adhesión a la Revolución.
La iniciativa en la capital pasó al cabildo, que decidió desplazar a Saavedra. Presionó a la Junta y la convenció de formar un Triunvirato electo por el cabildo y formado por tres porteños, que asumió el 8 de septiembre de 1811. La Junta se transformó en Junta Conservadora, con la misión de controlar al Ejecutivo y ejercer el poder legislativo.
La Junta, dirigida por Funes, sancionó un Reglamento Orgánico para regular el gobierno, el primer reglamento constitucional argentino que proclamaba la división de poderes, pero el Triunvirato, dirigido por Bernardino Rivadavia, se negó a reconocer a la Junta.
A fines de ese año, el “Motín de las Trenzas”, una rebelión de los soldados del Regimiento de Patricios, terminó en una matanza. Funes fue acusado de provocar el motín y lo pusieron preso mientras se disolvía la Junta y sus miembros eran expulsados de la capital. El Triunvirato asumió la totalidad del gobierno y excluyó a las provincias.
Funes fue puesto en libertad y regresó a Córdoba a principios de 1812. Escribió "Ensayo de Historia Civil del Paraguay, Buenos Aires y Tucumán", una de las primeras historias de la Argentina y su redacción le hizo renunciar a representar a su provincia en el Congreso de Tucumán.
Cuando el Congreso se trasladó a Buenos Aires, los diputados José Antonio Cabrera, Eduardo Pérez Bulnes y Miguel Calixto del Corro se negaron a acompañarlo, por lo que el gobierno cordobés eligió otros dos en su reemplazo. Uno era Funes, que se incorporó a fines de 1817 y entre otras tareas se encargó de redactar el periódico oficial del Congreso, El Redactor.
Como monárquico convencido propugnó una constitución monárquica. Intervino en la redacción de la Constitución unitaria de 1819. Su preámbulo fue obra suya, y fue también él el autor de la proclama a las provincias, anunciando la nueva constitución.
Después de la batalla de Cepeda fue enviado a negociar la paz con los caudillos Francisco Ramírez y Estanislao López, y fue uno de los gestores del Tratado del Pilar.
Luego fue agente de negocios del gobierno de Colombia (que incluía Nueva Granada, Venezuela y Ecuador) ante el gobierno de la provincia de Buenos Aires. Representó al Libertador venezolano Simón Bolívar en Buenos Aires y quiso que los porteños se sumaran al Congreso Continental que se pensaba convocar en Panamá.
Fue diputado por Córdoba en el Congreso General de 1824, al que se incorporó en 1826. Pero su participación no fue destacada.
Murió en Buenos Aires en enero de 1829. Fue sepultado en el Cementerio de La Recoleta, pero sus restos fueron trasladados a la Catedral de Nuestra Señora de la Asunción de Córdoba.
©Juan Manuel Aragón

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