Ir al contenido principal

GASTRONOMÍA Locro, costumbre en extinción

Locro de la Lili, mercado Armonía

"Recordar que es un manjar de domingo, de 25 de mayo, de 9 de julio o fiesta de guardar"

Una olla pirula deberá conseguir quien quiera hacer locro santiagueño, porque es casi imposible cocinarlo para dos o tres. Esta comida de variados ingredientes hervidos llama a la invitación de amigos, a la reunión de parientes, a la familia aunada en una comunión de amor y buenas intenciones o al rebato de camaradas dispuestos al sacrificio. Sirve también para alimentar el colesterol malo que uno de estos días habrá de llevarnos indefectiblemente a villa Antarca.
Después, qué se le pone o con qué se hace, ¿no? A saber: cuerito y patitas de chancho, mondongo, también llamado panza, tripa gorda y tripa fina, puchero de vaca y de cerdo y chorizo colorado, por una parte.
El ripio viene a ser el maíz molido y el poroto, que se habrá remojado desde la noche anterior para ablandarlo. No se olvide del anco cortado en cuadrados de esta medidita, sin cáscara. Y también le agregará batata.
Para el ají freido (acentúe la letra “e”), necesitará pimentón, cebolla de verdeo y ají mala palabra, ya sea el santiagueño o el potentísimo rocoto boliviano, en cantidad suficiente, usted vea (mi abuela sabía decir: “el ají pica dos veces, pica con mucho disimulo, una vez pica en la boca y otra vez también pica en la boca”, los nietos le preguntábamos siempre “cuál es esa otra boca abuela” y ella se ponía colorada).
El toque de sabor se lo suele dar una cebolla cortada en cuatro, que se pondrá temprano para que se desarme. Sazone a gusto. Si bien puede ser un brebaje rico con repollo, es posible que deba llevar otro nombre, pues no está registrado en los manuales ortodoxos del buen locro santiagueño.
También agreguelé una pila Eveready de linterna vizcachera. Al buen locro tampoco deben faltarle bigotes de león, si tuviera o tuviese, pero ya estaríamos hablando de una exquisitez superior, lo que se dice un plato gurmé.
Alguien deberá levantarse tempranito para preparar este menjunje, de otra manera no habrá tiempo para que los ingredientes hiervan lo necesario para estar casi desarmados a la hora que lo reclamen los comensales.
El secreto es revolver de rato en rato, mientras se toma unos mates o se lee un buen libro de poemas, pues la casa estará tranquila a esa hora.
Recordar que es un manjar de domingo, de 25 de mayo, de 9 de julio o fiesta de guardar, por lo que todo el mundo apolillará chotamente hasta la hora del almuerzo, menos el cocinero, que disfrutará de la silenciosa soledad en compañía del hogar en calma.
Lamento decirle, amigo, pero es un yantar que se va a perder con el tiempo, sobre todo porque avanzan —a paso redoblado— las huestes de maniáticos vegetarianos, veganos, aborteros, feministos y binaries, queriendo imponer a todo el mundo su ideología nazi. Ya se sabe, lo nazi, sobre todo si es contra natura, es inmediatamente acogido por el mundo actual. La prohibición del locro figura entre sus prioridades, no solamente por los ingredientes sino porque en algunas casas es una tradición. Y ya se sabe, las tradiciones están en contra de lo que predica la ideología progresista (regresista en realidad), de los modernos gurúes de la contracultura y la muerte.
Entre lo que se llevará el viento de la modernidad, figuran el locro, el sexo, entendido como actividad lúdica, pues entonces será algo que habrá entre un hombre y vaya a saber qué de qué y por consiguiente la familia, reemplazada por el ojo de Gran Hermano. La sal, el azúcar y la harina están también en la mira del moderno nazismo asesino, pero es otra historia.
Pero cuando prohíban del todo las viejas y queridas costumbres, a los viejos nadie nos quitará lo bailado.
©Juan Manuel Aragón

Comentarios

  1. No es "locoto" boliviano?? Linda nota Juan Manuel

    ResponderEliminar
  2. Cristian Ramón Verduc11 de mayo de 2023, 8:18

    Que no nos quiten lo por bailar, y si es chacarera, mejor; y si en la mesa nos espera un locro "más mejor".

    ResponderEliminar
  3. sí, un libro de poemas con los Nocturnos del catamarqueño Luis Franco. Qué delicia!!

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

AÑORALGIAS Santiago querido

La Secco Somera lista (a completar), de lo que hay todavía en la ciudad mágica habitada por los santiagueños, sus sueños y saudades Algunas cosas que antes sabía haber en Santiago y no hay más, se perdieron para siempre, consignadas en este sitio para que al menos quede su recuerdo. Esta lista la publiqué hace algunos años en Feibu y los amigos la completaron. 1 Helados “Kay”, más ricos no hay. 2 El auto Unión, (con motor de dos tiempos, como la Zanella). 3 Las heladeras Vol-Suar. 4 Las prohibidas del Renzi (¡Coca!, cuánto amor). 5 La bilz de Secco (la de ahora no es lo mismo, qué va a ser). 6 El Santa Ana, El Águila, empresa Robert, el Manso llegando desde el fondo del saladillo. 7 Cheto´s bar. 8 El peinado batido de las mujeres. 9 El jopo (ha vuelto, pero como mariconada). 10 La nueva ola y los nuevaoleros. 11 El Tuco Bono. 12 El departamento Matará. 13 Panchito Ovejero vendiendo billetes de lotería. 14 La Porota Alonso. 15 La Gorda de Anelli. 16 Tala Pozo. 17 Mi tata. 18 Panadería L

LEYENDA El remís con chofer sin cabeza

Imagen de Facebook de David Bukret Un misterioso auto circula por las calles de Santiago y La Banda: un caso que está dando que hablar en todos lados Un hombre detiene su motocicleta en el parque Aguirre, lleva una mujer atrás, son las 3 de la mañana. Se apean debajo de un eucalipto, justo cuando empiezan a besarse aparece un auto, un remís que los encandila y se queda parado, como esperando algo. Ella pega un grito: “¡Mi marido!”, suben de nuevo a la moto y se van. Antes de irse, el hombre observa que en el remís no hay nadie, parece vacío, pero ya ha acelerado, a toda velocidad y no se va a detener. Ha pasado varias veces, según cuentan los parroquianos en el café con nombre y apellido, en una historia que va pasando de mesa en mesa, repitiéndose todos los días con más detalles. Las mentas hablan de un remís que aparece de manera impensada, no solamente cuando detecta traiciones amorosas, sino que asustó a varios muchachos que andaban trabajando de noche en casas que no eran las suya

EVOCACIÓN El triste final de la Dama de Hierro

Mercedes Marina Aragonés El recuerdo para quien el autor de esta nota llama Dama de Hierro, algunas anécdotas y la apreciación sobre una personalidad controvertida Por Alfredo Peláez No fue el final que posiblemente soñó en sus años de poder y esplendor. Cuando el nombre Nina paralizaba hasta el más taimao. Se fue en silencio, casi en puntas de pie, como vivió sus últimos años. Muy pocos lloraron a Marina Mercedes Aragonés de Juárez, la dama que supo ser de hierro, en tiempos idos. Seguramente coqueteó en esos años con un funeral al estilo Evita, con su féretro en el salón principal de la Casa de Gobierno, o en el Teatro 25 de Mayo, y largas colas de santiagueños para darle el último adiós. Pero solo fueron sueños de diva. Nada de eso ocurrió. Los diarios santiagueños apenas se hicieron eco de su fallecimiento. Al fin y al cabo, más importante eran los 470 años del pago que ella intento domesticar a rienda corta y chicote. Quedarán miles de anécdotas que la tuvieron como protagonista.