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Constancia del ruido |
Apuntes descentrados sobre el significado y el significante del ruido constante sin el que pocos pueden vivir
La característica más saliente del mundo moderno es el ruido.
No solamente el de los autos, los camiones, los trenes o las máquinas.
El peor es el que produce el hombre para evitar el silencio.
El silencio aburre, molesta y cansa.Por eso en todas partes debe haber un ruido a mano.
Cualquiera es bueno, rap, reggaetón, cumbia, chamamerengue, corrido mejicano, tarantela, lo que venga.
Se camina con auriculares puestos.El aislamiento, no mirar a los demás, olvidarse del prójimo es la consigna.
Muchos creen que oyen la radio, pero si le preguntan qué ha dicho, no sabe.
No importa, la cuestión es andar con el aparato a cuestas.
Viva el ruido, el ruido, el ruido, el ruido, el ruido, el ruido, el ruido, el ruido, el ruido, el ruido, el ruido, el ruido, el ruido, el ruido, el ruido, el ruido, el ruido.
El ruido hace olvidar que allá afuera hay un mundo y es cruel.
Preferible la burbuja de esos sonidos inconexos que, a veces, no llegan a la categoría de chirridos.
En el aparato se dice que se oye música, cualquier música es lo mismo.
No es amor por la música, sino por cualquier cosa que se le parezca. O no se le aproxime, no importa.
Algunos sostienen que es “música de fondo”, como si vivieran en una película y ellos fueran actores principales.
En bares y confiterías debe haber siempre un televisor encendido.
Aunque nadie lo esté mirando.
No interesa qué programa están dando.
De hecho, algunas veces el televisor está mudo y hay una música aparte.
Sin el telefonito la vida es insoportable también.
¿Oir el trino de los pájaros, el viento en su paso por entre los edificios?, una antigüedad, deje de joder.
¿Saber qué dice la gente?, lo único que importa es el yo, para el resto, el diluvio.
¿No oyes música cuando caminas?, ¿por qué?, ¿la odias?, te preguntan.
Llegas de visita y aprovechan para encender un aparato con cualquier ruido, creen que es un homenaje.
Si dices “vengo a conversar no a oir música”, dirán “no importa, es música de fondo”.
No preguntes “fondo de qué”, porque no lo saben.
La música de los demás es sagrada, su volumen también.
Debe sonar a toda hora, en todo lugar.
Si respondes poniendo tu música, elevarán el volumen para que no se oiga ni la suya ni la tuya.
No te pedirán que apagues lo tuyo, no quieren.
Viven el caos auditivo con naturalidad.
Vos sos el que odia la música, no ellos a quienes les da lo mismo la Mona Giménez, Peteco Carabajal, la Princesita o Los Bony´s.
Bach es aburridísimo (un embole dirán).
Atahualpa les gusta, pero solo un ratito, después también los aburre, porque toca tingui, tingui, punteando, según decía Carlos Carabajal con desprecio.
Hay una música latina, pero es en castellano.
De hecho, odian el latín.
Le dicen folklore a algo que no tiene nada que ver con el folklore.
Es pop con alguna reminiscencia de música tradicional, aveces ni eso.
A la música instrumental le dicen “sacra” o “clásica”, de Ravel a Dizzie Gillespie. A todos.
Si te gusta el tango sos viejo o quisieras serlo.
Si no te gusta el ruido sos un amargado. ”¿Entonces qué te gusta?”, preguntarán, como si el silencio no fuera una opción.
¿Encontrarte con vos mismo, con tus pensamientos, tus ideas?, ¿para qué?
Los peores son los músicos de cumpleaños.
Participativos, piden un aplauso y que corees sus canciones, aunque no te gusten.
No importa que quieras conversar con tu comensal de al lado: ellos quieren atención.
No se la ganan, la imponen a la fuerza.
El que no hace palmas es un amargado.
El que no hace palmas odia la música.
Peor, el que no hace palmas es un anti—música.
Es un anti—todo.
Como yo.
©Juan Manuel Aragón
A 6 de febrero del 2024, en Maco. Cantando vidalas
"Usted es un antípoda". (Autor anónimo, mi tío).
ResponderEliminar"Qué cosa linda es el silencio". (Guido Contreras)
ResponderEliminarOlvido de nombrar quién manda en un alquiler de remis.Yo_anti música -ruido_popular
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