Mariano Ferreyra |
El 20 de octubre del 2010 muere Mariano Ferreyra, asesinado de un balazo en el pecho durante una manifestación de trabajadores ferroviarios
El 20 de octubre del 2010 murió Mariano Ferreyra. Fue asesinado de un balazo en el pecho durante una manifestación de trabajadores ferroviarios tercerizados que reclamaban el pase a planta permanente en la línea del Ferrocarril Roca. Había nacido el 3 de junio de 1987 y era dirigente de la Federación Universitaria de Buenos Aires. Desde los 13 años militaba activamente por los derechos de los trabajadores.Creció en Sarandí, partido de Avellaneda, sur del Gran Buenos Aires, donde vivía con sus padres y su hermana menor. Desde joven, mostró un gran interés por la política y la justicia social. Durante su adolescencia, fue presidente del Centro de Estudiantes de su escuela secundaria y candidato a consejero escolar por el Partido Obrero en Avellaneda.El 20 de octubre de 2010, trabajadores ferroviarios tercerizados, junto con militantes del Partido Obrero, el Movimiento Teresa Rodríguez y otras organizaciones, se movieron para exigir la incorporación a planta permanente de los despedidos de empresas que prestaban servicios para la Unidad de Gestión Operativa Ferroviaria de Emergencia.
La movilización fue interceptada por un grupo de afiliados a la Unión Ferroviaria, que se oponían a la protesta. En este primer encuentro, la Policía Bonaerense custodiaba a los manifestantes mientras avanzaban por calles cercanas a las vías del tren, con la intención de llegar a la Ciudad de Buenos Aires. El grupo de sindicalistas de la Unión Ferroviaria, acompañado por efectivos de la Policía Federal, se mostró hostil hacia los trabajadores.
A medida que la tensión aumentaba, los manifestantes se dirigieron hacia las vías nuevamente, pero fueron atacados con piedras y botellas por los miembros de la Unión Ferroviaria. La Policía Bonaerense reprimió a los manifestantes con balas de goma antes de retirarse del lugar, dejando la situación aún más tensa. Decididos a evitar más violencia, los manifestantes intentaron retirarse, pero fueron perseguidos por un grupo de alrededor de 100 personas, entre las que se encontraban trabajadores de la Unión Ferroviaria y barras bravas, convocados por el delegado sindical Pablo Díaz.
En medio de esta persecución, cerca de las 2 menos 40 de la tarde, el grupo agresor, liderado por Díaz, avanzó contra los manifestantes en la calle Pedro Luján. Mientras el equipo de C5N intentaba cubrir los hechos, varios miembros del grupo los forzaron a dejar de filmar. En ese momento, Gabriel Sánchez y Cristian Favale, miembros del grupo de la Unión Ferroviaria, dispararon contra los manifestantes. Mariano Ferreyra recibió un disparo mortal en el abdomen. Otros tres manifestantes, Elsa Rodríguez, Nelson Aguirre y Ariel Benjamín Pintos, resultaron gravemente heridos en el ataque.
Tras el asesinato, hubo un juicio que culminó con la condena de 14 personas. El Tribunal Oral Penal 21 de la Capital Federal sentenció al secretario de la Unión Ferroviaria, José Ángel Pedraza, y a Juan Carlos Fernández, a 15 años de prisión como instigadores del crimen. Cristian Favale y Gabriel Sánchez fueron condenados a 18 años como autores materiales. Pablo Díaz también recibió una condena de 18 años, mientras que otros implicados, como Jorge Daniel González y Salvador Pipitó, fueron condenados a 11 años, y Claudio Alcorcel a 8 años.
Entre los responsables policiales, Luis Mansilla y Jorge Ferreyra fueron condenados a 10 años de prisión, y otros, como Hugo Lompizano, Luis Echavarría y Gastón Conti, recibieron penas menores o condenas condicionales. Durante la lectura de la sentencia, se produjeron incidentes en la sala, lo que obligó a interrumpir brevemente el proceso. Afuera, organizaciones sociales y políticas protestaban exigiendo penas más severas.
La fiscal María Luz Jalbert y la querella del Centro de Estudios Legales y Sociales, que representaba a la familia de Ferreyra, habían solicitado cadena perpetua para varios de los principales acusados, incluida la dirección sindical de la Unión Ferroviaria. Sin embargo, las sentencias no llegaron a esa magnitud, lo que generó críticas y reclamos.
Este asesinato fue considerado por organizaciones de derechos humanos, como la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional, como un claro ejemplo de "represión tercerizada". Señalan que el crimen fue facilitado por la Policía Federal, que permitió la actuación violenta de grupos paraestatales en lugar de intervenir directamente, reduciendo así el costo político de la represión gubernamental.
Juan Manuel Aragón
Ramírez de Velasco®
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