Batalla campal en un estadio de fútbol |
El análisis de José Emilio Jozami, en una nota sobre el comportamiento de los hinchas
*Por Ariel Horacio Sequeira
En un seminario organizado por el Ministerio de Educación de la Nación, "Escuela y violencia en los espectáculos deportivos", el periodista santiagueño (radicado en Buenos Aires), José Emilio Jozami disertó junto a personalidades de la cultura nacional sobre la responsabilidad de los periodistas en el tema de la violencia y sobre la responsabilidad legal del organizador de los espectáculos deportivos. Las exposiciones se realizaron el Palacio Pizzurno (Palacio Sarmiento) con la presencia de docentes de todo el país; por Santiago del Estero asistió el profesor Mario Ugozoli.Entre las expectativas de este seminario se destacó la preocupación por propiciar un cambio en el comportamiento de los participantes de los espectáculos deportivos a través de la reflexión con los alumnos sobre los emergentes actuales en estos eventos y basado en los valores sustentados en los diseños curriculares jurisdiccionales, la educación por la paz y la vida democrática.Entre otros objetivos también se planteó la necesidad de reflexionar con los niños acerca del sistema de valores que propendan a una modificación en el comportamiento de todos los actores de esos eventos. Además se buscará observar y analizar con visión crítica el escenario en los espectáculos deportivos. Ejercer el protagonismo a través de la interacción y la participación en el debate con los actores sociales implicados y se intentará elaborar un código participativo del comportamiento del hincha y demás actores.
Jozami, al analizar el fenómeno de la violencia en el fútbol y la responsabilidad de los periodistas, dijo que está a ligada a como los cronistas, relatores y comentaristas manejan la información, cómo la vierten. "Algunas veces los periodistas queremos ser más protagonistas que la noticia; con esa nefasta teoría de que no podes pasar desapercibido; lamentablemente algunos no quieren quedar al margen a cualquier costa", puntualizó.
De su propia experiencia rescató enseñanzas de un viejo periodista que ya en su momento señalaba que algunos hombres de prensa en el ámbito deportivo gozaban al escuchar que la tribuna los insultaba, reforzando esa teoría de no pasar desapercibidos, aún a costa de ser vilipendiados públicamente.
Jozami fue categórico al asegurar que esa sería la forma de pensar de no pocos periodistas deportivos en el país. Al profundizar reconoció que algunos tienen también su grado de participación en los hechos de violencia que cada tanto sacuden a la opinión pública. En ese marco destacó que en ciertas ocasiones un comentario desbordado calificando la actuación de un árbitro (que bien se podría morigerar sin llegar incluso hasta la calumnia como muchas veces sucede), puede alentar hechos de violencia.
Desde su papel de profesor también ante alumnos de periodismo, recordó que esos valores éticos para ejercer la profesión se enseñan. No obstante reconoció que existen también ciertos profesores de periodismo deportivo, que una vez que están afuera de la escuela incurren en esas falencias contrarias a todo comportamiento ético dentro de la profesión.
Para el especialista, si se intentan de fomentar valores y normas de conducta para frenar la violencia en el fútbol, habría que impartir estas enseñanzas tanto a niños y jóvenes en edad escolar como a sus padres. "Los niños serán hinchas o dirigentes de aquí a diez años, mientras que los padres hoy son hinchas y dirigentes y por extensión también los organizadores de estos hechos de violencia. Esto se dijo durante el simposio", apuntó.
Al comparar los hechos de violencia que se dan en la Argentina con el resto del mundo, estableció algunas diferencias. "En el país ya son muchas las muertes como fruto de estos en espectáculos deportivos. Incluso son muchos los policías heridos y esto creo que lo desconoce la mayoría de las personas. Y la característica fundamental es que hay una marcada connotación política", señaló.
Agregó: "Los hooligans en Inglaterra son gente de clase alta y media que se alcoholizan y generan violencia. Estos personajes violentos pudieron ser controlados, pero en la Argentina esto no es factible porque median los dirigentes políticos que usan de los servicios de los barras bravas".
"Cuando caen presos algunos barras bravas, aparecen los políticos y estos tipos salen con total impunidad; en ese marco es muy difícil plantear una solución", destacó.
A modo de ejemplo dijo que mientras los hinchas de Independiente y Racing se matan a la salida de una cancha, cuando los convoca el intendente de Avellaneda están todos juntos sin ningún tipo de antagonismo. "La violencia está en la sociedad y si comparamos al fútbol con la religión o con lo que decía Ortega y Gasset que el fútbol era casi como una religiosidad, arribamos de la mano del fanatismo a esos hechos que terminan en muertes. Estos hechos se dan en el marco de esa religiosidad extrema o de ese fútbol extremo", señaló.
Sobre la responsabilidad de los organizadores recordó que la misma fue fijada por la Corte, a través de los conoció como el fallo Mosca, que introdujo un cambio en la jurisprudencia hace apenas un par de meses atrás. Al respecto recordó que en ocasión de un partido en la cancha de Lanús, un remisero que transportaba a un periodista, recibió una pedrada en el ojo ocasionándole una herida de suma gravedad. La víctima interpuso una demanda contra el club de fútbol y la AFA. Después de algunos años la Corte Suprema entendió que estas entidades eran responsables y que debían pagar.
Esa jurisprudencia determina que si vecinos a un estadio reciben agresiones o daños en ocasión de un espectáculo deportivo, esas entidades son responsables, dado que el organizador gana dinero con ese evento y por lo tanto debe ser responsable de los hechos que se sucedan.
*Publicado en El punto y la coma.
Ramírez de Velasco®
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