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2011 ALMANAQE MUNDIAL Moraíto (con vídeo)

Moraíto Chico

El 10 de agosto del 2011 muere Manuel Moreno Junquera, guitarrista flamenco con una gran maestría en el acompañamiento del cante

El 10 de agosto del 2011 murió Manuel Moreno Junquera, conocido como Moraíto Chico, en Jerez de la Frontera, España. Fue un guitarrista flamenco español nacido el 13 de septiembre de 1956. Su trayectoria marcó el flamenco contemporáneo por su maestría en el acompañamiento al cante, su estilo rítmico y su contribución a la bulería. Nacido en el barrio de Santiago, cuna del flamenco, destacó desde joven, colaboró con grandes cantaores, grabó discos emblemáticos, recibió numerosos premios y dejó un legado perpetuado por su hijo Diego del Morao. Su guitarra, caracterizada por un sonido pleno y poderoso, resonó en escenarios internacionales y en grabaciones que aún inspiran a nuevas generaciones.
Criado en una familia gitana con profunda tradición flamenca. Su padre, Juan Moreno, conocido como Juan Morao, fue guitarrista, al igual que su abuelo, apodado Moraíto. Su tío, Manuel Moreno, alias Manuel Morao, también fue un reconocido intérprete. Creció inmerso en los ritmos y cantes de Jerez, aprendiendo la guitarra desde niño. A los 10 años ya tocaba en los Jueves Flamencos, eventos organizados en su ciudad natal, mostrando un talento precoz que anticipaba su futura relevancia.
A los 11 años debutó en la plaza de toros de Jerez, en un festival organizado por su tío Manuel Morao. Esta actuación marcó el inicio de una carrera que lo llevó a los principales escenarios flamencos. Durante los años 80, trabajó en tablaos madrileños como Los Canasteros y La Venta del Gato, consolidándose como un acompañante excepcional. Su capacidad para adaptarse al cante le ganó el respeto de la comunidad flamenca.
Colaboró con cantaores de la talla de José Mercé, Diego Carrasco, La Paquera de Jerez, Camarón de la Isla y Manuel Agujetas. Su guitarra, con un estilo rítmico y rasgueos impresionantes, enriqueció las interpretaciones de estos artistas. Destacó especialmente en la bulería, un palo flamenco en el que su compás y energía brillaron, como se aprecia en las películas Flamenco y Flamenco, Flamenco de Carlos Saura.
Grabó dos discos en solitario que capturan su virtuosismo: Morao y Oro (1992) y Morao, Morao (1999). El primero, con colaboraciones de artistas como El Torta, ganó el Grand Prix du Disque en Francia. El segundo, reeditado en 2005, incluyó colaboraciones con Navajita Plateá y Los Marismeños. También participó en grabaciones colectivas, como Jerez: Fiesta y Cante Jondo (1991), acompañando a cantaores como Antonio de Malena y Manuel Moneo.
Por bulerías
Recibió numerosos reconocimientos a lo largo de su carrera. En 1984 obtuvo la Copa Jerez y en 1972 y 1986 el Primer Premio Nacional de Guitarra Flamenca de la Peña Los Cernícalos. En 1993 ganó el premio Charles Cros, en 1999 el Premio de la Asociación Nacional de Críticos de Arte Flamenco y en el 2001 fue nombrado mejor guitarrista acompañante. En el 2010 recibió el Giraldillo a la Maestría en la Bienal de Flamenco.
Como título póstumo, en el 2012, el Ayuntamiento de Jerez le dedicó una calle en su honor y lo nombró Hijo Predilecto de la ciudad. También recibió la Medalla de la Provincia de Cádiz, reconociendo su impacto artístico y humano. Su legado continúa siendo un referente en el flamenco.
Su última actuación fue en el Festival de Flamenco de Nimes, Francia, en enero del 2011. Tocó en solitario, dejando una huella imborrable en el público. Meses después, tras una larga lucha contra el cáncer y el enfisema, murió en el hospital de Jerez a los 54 años. Su muerte fue una pérdida significativa para el flamenco.
Participó en un video instructivo con Encuentro Publications, donde interpretó piezas como bulerías, sevillanas y tangos. También explicó las técnicas de acompañamiento al cante junto al cantaor Fernando Terremoto, abordando palos como malagueñas y seguiriyas. Este material sigue siendo una herramienta valiosa para estudiantes de guitarra flamenca.
Su hijo, Diego del Morao, nacido en 1978, heredó su talento y continúa su legado como uno de los guitarristas flamencos más destacados de su generación. Diego colaboró con artistas como Diego el Cigala y asumió el acompañamiento de José Mercé cuando la salud de su padre empeoró. La tradición familiar persiste en su música.
La guitarra favorita de Moraíto, construida en 1972 por los luthiers Conde Hermanos para su padre, fue su compañera inseparable. Según Diego del Morao, nunca se separó de ella, llevándola a escenarios de todo el mundo. En 2019, Felipe Conde creó una réplica de esta guitarra en una edición limitada de 25 unidades, en homenaje a su carrera.
Ramírez de Velasco®

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