Ir al contenido principal

GASTRONOMÍA El quipi casi una comida argentina

Una comida nacionalizada

“Se come crudo, frito o al horno y se acompaña con puré de papas, de garbanzos, arroz o, de última, fideos con manteca, polenta, ensalada de lechuga, tabule, lo que fuere”


El quipi (quepe, quebe, quipe), nos llega a los santiagueños desde el fondo de la historia de los países árabes, como un plato al que le dimos otra impronta y un sabor que quizás se parezca poco al que hacen en el pago, pero es igualmente delicioso .
Los que saben, dicen que se hace con carne de cordero cortada a cuchillo, como la empanada norteña que, si es con carne molida nadie la considera verdadera, a lo sumo la tienen como proyectil para arrojarle al árbitro en un partido. A partir de ahí le empezamos adjuntar un sabor distinto. Como casi toda la gastronomía árabe, está hecho para ser comido con la mano, pero algunos lo hacen al horno, en el medio le agregan queso o cebolla bien rehogada y ya es medio difícil comerlo sin cuchillo y tenedor.
Capaz que viene alguien de allá y nos hace probar el verdadero quipi, el que se hace con todas las normas Iram para que sea el auténtico, el verídico, el que se come a la orilla de un oasis, los camellos tomando agua y las palmeras agitándose con el viento del desierto. Mire si no nos gusta y le decimos al paisano: “¿Sabe qué?, muy rico el suyo, pero prefiero el que me hace la patrona”.
Hay inventos que al final no tienen nacionalidad, como la pizza, la empanada o, más cerca, el tamal, traído por los españoles desde Méjico. Quizás si usted se va al pueblo en que fue inventada la pizza y le convidan una, hecha exactamente como era hace cien años, por ahí no le agrada.
El gusto se acostumbra a sabores distintos y si uno dice “asado”, la lengua espera asado, si cree que almorzará guiso de fideos, se hace a esa imagen y cualquier otra comida podrá ser más rica, pero no es la que aguardaba.
Para quienes llegaron a esta línea del escrito y no saben de qué se trata, es una mezcla, en proporciones que varían de una casa a la otra, de carne molida y trigo burgol, más cebolla y pimiento cortados muy chicos, sal y pimienta. Y menta o yerbabuena para perfumar la preparación. Se come crudo, frito o al horno y se acompaña con puré de papas, de garbanzos, arroz o, de última, fideos con manteca, polenta, ensalada de lechuga, tabule, lo que fuere.
Como muchas comidas heredadas, ya es hora de que nos apropiemos definitivamente de este manjar, lo empecemos a transformar sin miedo al qué dirán los paisanos de Siria, El Líbano, le preparemos una buena salsita para echarle por encima y lo rellenemos con huevo, aceitunas, picadillo de pollo o lo mandamos a la napolitana, mezclando el mundo árabe con el italiano.
Y que se haga agua el picolé.
©Juan Manuel Aragón
Suncho Corral, 29 de octubre del 2022

Comentarios

  1. Un manjar, y si es cocinado por amigos con un poquito o mucha sangre Siria, como mi amiga Tota o mis amigos Kiko o Gustavo, se transforma en manjar de dioses.

    ResponderEliminar
  2. Que rico guardo receta !!
    Me encanta el crudo una amiga de mi madre zoraida alegre lo hacía cuando venía a santiago.
    Gracias 👌 de 10 Juan Manuel
    Maria lopez ramos 💐

    ResponderEliminar
  3. Los platos son calcados a los de allá, Juan. Al mudarnos a Michigan nos dimos la sorpresa de nuestras vidas. En Dearborn, en las afueras de Detroit, todos son "baisanos". Es la colonia sirio-libanesa más grande de USA. Los supermercados tienen rotisería con todas las comidas árabes que conocemos. La sorpresa más grande fue encontrar que todos toman mate con bombilla, y los paquetes de nuestras yerbas más conocidas están escritos en árabe. Los parientes de La Argentina han llevado la costumbre al medio Oriente y de allí la trajeron aquí.
    Así que regularmente compramos todos los platos árabes para llevar, y también nuestra provisión de yerba.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

AÑORALGIAS Santiago querido

La Secco Somera lista (a completar), de lo que hay todavía en la ciudad mágica habitada por los santiagueños, sus sueños y saudades Algunas cosas que antes sabía haber en Santiago y no hay más, se perdieron para siempre, consignadas en este sitio para que al menos quede su recuerdo. Esta lista la publiqué hace algunos años en Feibu y los amigos la completaron. 1 Helados “Kay”, más ricos no hay. 2 El auto Unión, (con motor de dos tiempos, como la Zanella). 3 Las heladeras Vol-Suar. 4 Las prohibidas del Renzi (¡Coca!, cuánto amor). 5 La bilz de Secco (la de ahora no es lo mismo, qué va a ser). 6 El Santa Ana, El Águila, empresa Robert, el Manso llegando desde el fondo del saladillo. 7 Cheto´s bar. 8 El peinado batido de las mujeres. 9 El jopo (ha vuelto, pero como mariconada). 10 La nueva ola y los nuevaoleros. 11 El Tuco Bono. 12 El departamento Matará. 13 Panchito Ovejero vendiendo billetes de lotería. 14 La Porota Alonso. 15 La Gorda de Anelli. 16 Tala Pozo. 17 Mi tata. 18 Panadería L

LEYENDA El remís con chofer sin cabeza

Imagen de Facebook de David Bukret Un misterioso auto circula por las calles de Santiago y La Banda: un caso que está dando que hablar en todos lados Un hombre detiene su motocicleta en el parque Aguirre, lleva una mujer atrás, son las 3 de la mañana. Se apean debajo de un eucalipto, justo cuando empiezan a besarse aparece un auto, un remís que los encandila y se queda parado, como esperando algo. Ella pega un grito: “¡Mi marido!”, suben de nuevo a la moto y se van. Antes de irse, el hombre observa que en el remís no hay nadie, parece vacío, pero ya ha acelerado, a toda velocidad y no se va a detener. Ha pasado varias veces, según cuentan los parroquianos en el café con nombre y apellido, en una historia que va pasando de mesa en mesa, repitiéndose todos los días con más detalles. Las mentas hablan de un remís que aparece de manera impensada, no solamente cuando detecta traiciones amorosas, sino que asustó a varios muchachos que andaban trabajando de noche en casas que no eran las suya

EVOCACIÓN El triste final de la Dama de Hierro

Mercedes Marina Aragonés El recuerdo para quien el autor de esta nota llama Dama de Hierro, algunas anécdotas y la apreciación sobre una personalidad controvertida Por Alfredo Peláez No fue el final que posiblemente soñó en sus años de poder y esplendor. Cuando el nombre Nina paralizaba hasta el más taimao. Se fue en silencio, casi en puntas de pie, como vivió sus últimos años. Muy pocos lloraron a Marina Mercedes Aragonés de Juárez, la dama que supo ser de hierro, en tiempos idos. Seguramente coqueteó en esos años con un funeral al estilo Evita, con su féretro en el salón principal de la Casa de Gobierno, o en el Teatro 25 de Mayo, y largas colas de santiagueños para darle el último adiós. Pero solo fueron sueños de diva. Nada de eso ocurrió. Los diarios santiagueños apenas se hicieron eco de su fallecimiento. Al fin y al cabo, más importante eran los 470 años del pago que ella intento domesticar a rienda corta y chicote. Quedarán miles de anécdotas que la tuvieron como protagonista.