Ir al contenido principal

FIFA Por qué deberían posponer la final

Amir, jugador de fútbol iraní

La muerte ronda los estadios de Qatar mientras las autoridades del fútbol privilegian el dinero


En cierto sentido la Federación Internacional de Fútbol Asociado (la FIFA, como la conocen casi todos), es más poderosa que la Organización de las Naciones Unidas. Mientras la FIFA reconoce 211 federaciones nacionales, las Naciones Unidas tiene 193 países miembros. Es una de las organizaciones internacionales más poderosas del planeta junto con el Comité Olímpico Internacional, la Unión Europea, la Cruz Roja, la Organización del Tratado del Atlántico Norte.
El poder de sus autoridades es inmenso, la trascendencia de sus actos tiene una instantánea repercusión global. Además, maneja un negocio cuyas reglas básicas son fácilmente comprensibles y de hecho las entiende más de la mitad de los habitantes del mundo.
Este nombre, Amir Nasr-Azadani, quizás no le diga nada. Es un jugador de fútbol de Irán. Jugó en el Rah-Ahan, el Tractor y el Gol-e Rayhan, también jugó en la selección sub—16, por lo que no se puede decir que era un aficionado. Pero ahora el régimen de su país lo acusa de ser “moharebeh”, que es “enemigo de Dios”, por haber apoyado a las mujeres iraníes en su pedido de libertad y lo ha condenado a muerte.
Este Amir Nasr-Azadani, como jugador es la parte más pequeña del gran engranaje que mueve millones de dólares con el fútbol de todo el mundo. Por cada partido oficial que se juega en cualquier parte hay que pagar unos pesos para la federación local o nacional, como quien dice, para que lo dejen usar la franquicia. De cada peso que ganó jugando, algunas moneditas fueron para su federación que, a su vez, pagó por los derechos de estar afiliada a la entidad madre del planeta.
La FIFA recolectó miles de millones de euros por publicidad o por conceder la localía de su Campeonato Mundial, como en el caso de Qatar, que pagó fortunas para “limpiar su imagen” con el futbol o, lo que es lo mismo, usarla de papel higiénico de oro, pero papel higiénico al fin.
Estos últimos años la institución madre del fútbol mundial se ha puesto firme con el asunto de la corrección política, los derechos de las minorías y el respeto debido a las mujeres. Bien por ella. Algunos clubes han sido duramente sancionados, solamente porque sus hinchas han resaltado el color de la piel de los jugadores del equipo contrario, como burla, befa o escarnio.
Y ahí está el régimen de los ayatolás iraníes por colgar a un jugador de fútbol, que defendió lo mismo que defiende la FIFA, pero a sus autoridades no se les mueve un pelo. Está bien, dentro del sistema secular en que se ha sumido el mundo civilizado, la FIFA no es la Iglesia Católica y hace mucho que se declaró “apolítica”, como si esa estúpida categoría fuera posible.
Pero caben algunas preguntas, ¿no podría hacer algo por salvar a uno de sus más ínfimas piezas?, ¿qué harían sus dirigentes si el condenado a muerte fuera un futbolista alemán, inglés o norteamericano? Miles se han manifestado en Irán; quizás el caso del futbolista sirva como una forma de amedrentar al resto de los iraníes, cagándose de paso, en la FIFA, sus autoridades, sus sponsors, su público. Y sobre sus jugadores.
La institución que alberga a todos los clubes del planeta debería hacer un gesto fuerte, hoy, en la final de su campeonato mundial, para demostrar al régimen iraní que sí le importa que un jugador sea colgado por sus dichos. Podría postergar la fiesta de Argentina y Francia, hasta que liberen a Amir Nasr-Azadani, como una manera de hacer presión sobre los perversos ayatolas musulmanes que gobiernan Irán.
De otra manera, cada vez que las autoridades del fútbol se escandalicen porque una hinchada le hizo burla a un jugador africano, japonés, ruso o argentino, los hinchas pensarán que se trata de una institución en la que reina la hipocresía más absoluta, pues se enoja por un leve rasguño (¡ay, chuchi!), pero aguanta que le maten un hijo sin pestañear.
©Juan Manuel Aragón

Comentarios

  1. maradona se retiró en el 97 pero siguió siendo funtbolista hasta que murió, pero el irani dejo de ser futbolita el dia que no jugo mas un partido, explicame por que... Soy Carolina Aguirre de La Banda

    ResponderEliminar
  2. Sugiero concentrarse en el tema. Primero que Maradona siguió vinculado al fútbol como técnico de clubes y de la selección.
    Y segundo que, independientemente de ello, ni la AFA ni la FIFA presentaron nunca un reclamo o denuncia, o.cancelaron o postergaron campeonatos o partidos en su defensa, por los innumerables juicios y condenas que tuvo durante el resto de su vida.
    Concentrarse enl tema, por favor.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

AÑORALGIAS Santiago querido

La Secco Somera lista (a completar), de lo que hay todavía en la ciudad mágica habitada por los santiagueños, sus sueños y saudades Algunas cosas que antes sabía haber en Santiago y no hay más, se perdieron para siempre, consignadas en este sitio para que al menos quede su recuerdo. Esta lista la publiqué hace algunos años en Feibu y los amigos la completaron. 1 Helados “Kay”, más ricos no hay. 2 El auto Unión, (con motor de dos tiempos, como la Zanella). 3 Las heladeras Vol-Suar. 4 Las prohibidas del Renzi (¡Coca!, cuánto amor). 5 La bilz de Secco (la de ahora no es lo mismo, qué va a ser). 6 El Santa Ana, El Águila, empresa Robert, el Manso llegando desde el fondo del saladillo. 7 Cheto´s bar. 8 El peinado batido de las mujeres. 9 El jopo (ha vuelto, pero como mariconada). 10 La nueva ola y los nuevaoleros. 11 El Tuco Bono. 12 El departamento Matará. 13 Panchito Ovejero vendiendo billetes de lotería. 14 La Porota Alonso. 15 La Gorda de Anelli. 16 Tala Pozo. 17 Mi tata. 18 Panadería L

LEYENDA El remís con chofer sin cabeza

Imagen de Facebook de David Bukret Un misterioso auto circula por las calles de Santiago y La Banda: un caso que está dando que hablar en todos lados Un hombre detiene su motocicleta en el parque Aguirre, lleva una mujer atrás, son las 3 de la mañana. Se apean debajo de un eucalipto, justo cuando empiezan a besarse aparece un auto, un remís que los encandila y se queda parado, como esperando algo. Ella pega un grito: “¡Mi marido!”, suben de nuevo a la moto y se van. Antes de irse, el hombre observa que en el remís no hay nadie, parece vacío, pero ya ha acelerado, a toda velocidad y no se va a detener. Ha pasado varias veces, según cuentan los parroquianos en el café con nombre y apellido, en una historia que va pasando de mesa en mesa, repitiéndose todos los días con más detalles. Las mentas hablan de un remís que aparece de manera impensada, no solamente cuando detecta traiciones amorosas, sino que asustó a varios muchachos que andaban trabajando de noche en casas que no eran las suya

EVOCACIÓN El triste final de la Dama de Hierro

Mercedes Marina Aragonés El recuerdo para quien el autor de esta nota llama Dama de Hierro, algunas anécdotas y la apreciación sobre una personalidad controvertida Por Alfredo Peláez No fue el final que posiblemente soñó en sus años de poder y esplendor. Cuando el nombre Nina paralizaba hasta el más taimao. Se fue en silencio, casi en puntas de pie, como vivió sus últimos años. Muy pocos lloraron a Marina Mercedes Aragonés de Juárez, la dama que supo ser de hierro, en tiempos idos. Seguramente coqueteó en esos años con un funeral al estilo Evita, con su féretro en el salón principal de la Casa de Gobierno, o en el Teatro 25 de Mayo, y largas colas de santiagueños para darle el último adiós. Pero solo fueron sueños de diva. Nada de eso ocurrió. Los diarios santiagueños apenas se hicieron eco de su fallecimiento. Al fin y al cabo, más importante eran los 470 años del pago que ella intento domesticar a rienda corta y chicote. Quedarán miles de anécdotas que la tuvieron como protagonista.