Bandera nacional argentina |
El 24 de abril de 1944, el gobierno nacional estableció que todas las banderas oficiales de la Argentina deben llevar el sol en el centro de la faja blanca
El 24 de abril de 1944, el gobierno nacional firmó el decreto 10.302, por el que toda bandera argentina, creada por Manuel Belgrano, debe lucir el sol. La norma establece que “el Escudo, la Bandera y el Himno son símbolos de la soberanía de la Nación y de la majestad de su historia”.El segundo artículo del decreto establece: “La Bandera Oficial de la Nación es la bandera con sol, aprobada por el 'Congreso de Tucumán', reunido en Buenos Aires el 25 de febrero de 1818.” Agrega: ”Se formará según lo resuelto por el mismo Congreso el 20 de julio de 1816, con los colores 'celeste y blanco' con que el General Belgrano, creó el 27 de febrero de 1812, la primera enseña patria”.Según la norma los colores estarán distribuidos en tres fajas horizontales, de igual tamaño, dos de ellas celeste y una blanca en el medio. Se reproducirá en el centro de la faja blanca, de la bandera oficial, el Sol figurado de la moneda de oro de ocho escudos y de la de plata de ocho reales que se encuentra grabado en la primera moneda argentina, por ley de la Soberana Asamblea General Constituyente de 13 de abril de 1813, con los treinta y dos rayos flamígeros y rectos colocados alternativamente y en la misma posición que se observa en esas monedas. El color del Sol será el amarillo oro.En los considerandos del decreto se recuerda que la Bandera Nacional, creada por el Belgrano el 27 de febrero de 1812, fue consagrada con los mismos colores, 'celeste blanco', por el Congreso de Tucumán, el 20 de julio de 1816 y ratificada por el mismo cuerpo en Buenos Aires, el 25 de febrero de 1818.
Además, la sanción de 1818, consigna 'azul' y agrega: 'en el modo y forma hasta ahora acostumbrado', lo que, para el general Mitre, autorizado intérprete en esta cuestión fundamental, significa que quedaba en todo su vigor lo anterior sobre el color, 'que siendo la regla le sirve de comentario.
Dice que corresponde, entonces, tomar la expresión: 'en el modo y forma hasta ahora acostumbrado', no sólo en cuanto atañe a la forma del paño, sino al color que tuvo presente el soberano cuerpo de Tucumán, al expresar en 1816, inmediatamente de las palabras 'celeste y blanca': 'de que ha usado hasta el presente'.
“No debe mudarse por otro el matiz impuesto por el benemérito creador de la enseña patria, al inaugurar la bandera en 1812 formada de 'blanco y celeste', 'conforme a los colores de la escarapela nacional' que nos habría de distinguir de las demás naciones”, dice más adelante la norma y agrega que “este matiz del azul (el celeste), que quiere decir azul claro como el del cielo, fue adoptado también por el General San Martín en 1817, al formar la enseña capitana que recogió la gloria del Ejercito de los Andes”.
“Felizmente concurre a esclarecer todas las dudas sobre el particular documento histórico de valor decisivo, anterior a las leyes de 1816 y 1818, que traduce sin equivoco las expresiones oscuras: 'de que se ha usado hasta el presente' y 'en el modo y forma hasta ahora acostumbrado'”, dilucidando así una cuestión que era debatida hasta ese entonces.
Además, en las instrucciones reservadas que el director supremo de las Provincias Unidas otorgó desde la Fortaleza de Buenos Aires, el 21 de septiembre de 1815, a los patriotas Guillermo Brown e Hipólito Bouchard, concediéndoles facultades para el Corso en el Pacífico, con el mandato 'de exaltar la idea de Independencia', se describe la forma y el color del Pabellón Nacional, en el artículo 3, que textualmente dice: 'si se trabare algún Convate se tremolará al tiempo de él el Pavellón de la Provincias Unidas, á saver, blanco en su Centro, y celeste en sus extremos al largo'. Ese documento suscrito por el director Álvarez Thomas y el ministro de Guerra, Marcos Balcarse, clausuró la polémica sobre los colores del pabellón argentino, y la forma en que se encontraban distribuidos en la tela.
Esos son los colores con que se lee el parte de la batalla de Maipú, en la Gaceta de Buenos Aires, del 22 de abril de 1818: 'tinta celeste sobre papel blanco'; los mismos que recuerda el general José María Paz en sus Memorias haber visto en el cuadro militar del Río Pasaje, en 1813 levantados por las pulcras manos de Belgrano.
Según el decreto del gobierno de facto de entonces “estos colores están vinculados a la mejor tradición de España que nos dio su Religión, su genio y su lengua; colores que se cubrieron de gloria en las batallas fundadoras de la nacionalidad y prestaron su sombra propicia a la organización civil de la República”.
Quien quiera leerlo completo, guglee aquí.
©Juan Manuel Aragón
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