Ir al contenido principal

1895 CALENDARIO NACIONAL Mossi

MIguel Ángel Mossi

El 12 de agosto de 1895 muere Miguel Ángel Mossi, sacerdote y filólogo italiano que escribió numerosas obras y sostuvo que el quichua y el hebreo antiguo eran similares


El 12 de agosto de 1895 murió Miguel Ángel Mossi. Fue un sacerdote y filólogo italiano que sostenía que el quichua y el hebreo antiguo eran similares, por lo que el idioma santiagueño—peruano podría haber sido una variante. Había nacido en Cambiano, Turín, el 8 de octubre de 1819.
Al ordenarse de sacerdote en 1843, viajó a América como misionero. Al llegar ya hablaba latín e italiano, por supuesto, y también francés, alemán, español, sánscrito y hebreo. Estuvo algunos años en el Chaco Boliviano, donde estudió las lenguas americanas: aprendió unos cuarenta dialectos.
En 1864 viajó a España para estudiar y hallar material bibliográfico que le sirviera como base a sus estudios filológicos; pasó por Italia y volvió a América.
En Santiago del Estero, en 1874, dio cátedra de latín y literatura española en el Colegio Nacional (hoy llamado Absalón Rojas).
Fue párroco de Copo, Choya y en Santiago fue capellán del Colegio de las Esclavas del Sagrado Corazón, el colegio de Belén.
Sin suerte, intentó que se creara una cátedra para aprender el idioma quichua, por entonces primera lengua en muchos lugares de la provincia. Escribió: “Es una lengua que morirá si no hacemos un esfuerzo para conservarle la vida, y con ella se perderán inapreciables tesoros históricos y lingüísticos que aún permanecen ocultos”.
En julio de 1888 fue enviado a Atamisqui; en esta parroquia halló una isla idiomática pues allí se hablaba fluidamente el quichua traído desde el Cuzco por los conquistadores y misioneros españoles. De sus estudios realizados en esos pagos nació el Manual del Idioma General del Perú, primera obra de gramática razonada de la lengua quichua: señaló las variantes idiomáticas de la región.
Mientras vivía en Atamisqui, y siendo ya veterano, tuvo un ataque de apoplejía y volvió a Santiago. Debido a su pobreza se le ofreció el cargo de Capellán del Hospital de Caridad, donde también vivía en unas humildes habitaciones. Su hermana Honoria lo cuidó hasta su muerte.
Escribió Gramática quichua, publicada en Sucre, Bolivia; Ensayo sobre las excelencias del idioma quichua; Diccionario quichua; Clave armónica o concordancia de todos los idiomas; Teología mística; Tratado fisiológico y psicológico de la formación del lenguaje; Manual del Idioma General del Perú (obra fue escrita por pedido del gobierno santiagueño cuando era párroco de Atamisqui, no quiso ser compensado por ella. Fue enviada por Absalón Rojas junto a otras a la Exposición Universal del París). Se cuentan entre sus publicaciones, la edición póstuma de la Universidad Nacional de Tucumán de 1916 que reúne Ollantay. Drama Kjéchua en verso; Alfabeto y diccionario Hebreo-Kjéchua-Castellano y Diccionario Kjéchua-Castellano.
En muchas de sus obras, sobre todo las editadas en Bolivia, figura como Honorio Mossi, nombre que había adoptado al ingresar a la Congregación Propaganda fide. Al secularizarse en 1870 recuperó su verdadero nombre.
Algunas de sus obras se han perdido, como un Tratado de la Flora y Fauna de Santiago del Estero.
Como nota se recuerda que halló parecidos notables entre el quichua y el hebreo antiguo. Llegó a mostrar 600 raíces similares, su tesis fue aceptada por algunos estudiosos y cuestionada por otros.
©Juan Manuel Aragón

Comentarios

Entradas populares de este blog

AÑORALGIAS Santiago querido

La Secco Somera lista (a completar), de lo que hay todavía en la ciudad mágica habitada por los santiagueños, sus sueños y saudades Algunas cosas que antes sabía haber en Santiago y no hay más, se perdieron para siempre, consignadas en este sitio para que al menos quede su recuerdo. Esta lista la publiqué hace algunos años en Feibu y los amigos la completaron. 1 Helados “Kay”, más ricos no hay. 2 El auto Unión, (con motor de dos tiempos, como la Zanella). 3 Las heladeras Vol-Suar. 4 Las prohibidas del Renzi (¡Coca!, cuánto amor). 5 La bilz de Secco (la de ahora no es lo mismo, qué va a ser). 6 El Santa Ana, El Águila, empresa Robert, el Manso llegando desde el fondo del saladillo. 7 Cheto´s bar. 8 El peinado batido de las mujeres. 9 El jopo (ha vuelto, pero como mariconada). 10 La nueva ola y los nuevaoleros. 11 El Tuco Bono. 12 El departamento Matará. 13 Panchito Ovejero vendiendo billetes de lotería. 14 La Porota Alonso. 15 La Gorda de Anelli. 16 Tala Pozo. 17 Mi tata. 18 Panadería L

LEYENDA El remís con chofer sin cabeza

Imagen de Facebook de David Bukret Un misterioso auto circula por las calles de Santiago y La Banda: un caso que está dando que hablar en todos lados Un hombre detiene su motocicleta en el parque Aguirre, lleva una mujer atrás, son las 3 de la mañana. Se apean debajo de un eucalipto, justo cuando empiezan a besarse aparece un auto, un remís que los encandila y se queda parado, como esperando algo. Ella pega un grito: “¡Mi marido!”, suben de nuevo a la moto y se van. Antes de irse, el hombre observa que en el remís no hay nadie, parece vacío, pero ya ha acelerado, a toda velocidad y no se va a detener. Ha pasado varias veces, según cuentan los parroquianos en el café con nombre y apellido, en una historia que va pasando de mesa en mesa, repitiéndose todos los días con más detalles. Las mentas hablan de un remís que aparece de manera impensada, no solamente cuando detecta traiciones amorosas, sino que asustó a varios muchachos que andaban trabajando de noche en casas que no eran las suya

EVOCACIÓN El triste final de la Dama de Hierro

Mercedes Marina Aragonés El recuerdo para quien el autor de esta nota llama Dama de Hierro, algunas anécdotas y la apreciación sobre una personalidad controvertida Por Alfredo Peláez No fue el final que posiblemente soñó en sus años de poder y esplendor. Cuando el nombre Nina paralizaba hasta el más taimao. Se fue en silencio, casi en puntas de pie, como vivió sus últimos años. Muy pocos lloraron a Marina Mercedes Aragonés de Juárez, la dama que supo ser de hierro, en tiempos idos. Seguramente coqueteó en esos años con un funeral al estilo Evita, con su féretro en el salón principal de la Casa de Gobierno, o en el Teatro 25 de Mayo, y largas colas de santiagueños para darle el último adiós. Pero solo fueron sueños de diva. Nada de eso ocurrió. Los diarios santiagueños apenas se hicieron eco de su fallecimiento. Al fin y al cabo, más importante eran los 470 años del pago que ella intento domesticar a rienda corta y chicote. Quedarán miles de anécdotas que la tuvieron como protagonista.