Ir al contenido principal

1839 CALENDARIO NACIONAL Irigoyen

Matías de Irigoyen

El 20 de septiembre de 1839 muere Matías de Irigoyen, su vida se entrelaza con los convulsos acontecimientos que marcan el destino de la región


El 20 de septiembre de 1839 murió Matías Miguel de Irigoyen de la Quintana Riglos. Nacido en Buenos Aires, en 1781, desde temprana edad, su vida se entrelazó con los convulsos acontecimientos políticos que marcarían el destino de la región.
Proveniente de una familia influyente, fue enviado a España durante su niñez, donde recibió una educación que lo prepararía para los desafíos militares y diplomáticos que enfrentarían las Provincias Unidas del Río de la Plata en los años venideros.
En Europa fue testigo de uno de los momentos decisivos en la historia naval de la época: la Batalla de Trafalgar en 1805. En este enfrentamiento crucial, participó como miembro de la armada española. Esta experiencia le proporcionó conocimientos valiosos sobre tácticas militares y le permitió establecer conexiones en el ámbito castrense. Su retorno a Buenos Aires en 1809 coincidió con el inicio de una etapa de intensos cambios políticos y sociales, marcada por la Revolución de Mayo de 1810.
La Revolución de Mayo fue el detonante de la independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata, y Matías de Irigoyen no tardó en sumarse al proceso revolucionario. Su compromiso con la causa lo llevó a participar activamente en la lucha por la emancipación del territorio frente al Imperio español. Fue uno de los pioneros en la creación de un ejército capaz de sostener la guerra de independencia, que se prolongaría durante más de una década.
Uno de los momentos más destacados de su carrera se dio cuando fue nombrado primer embajador del gobierno revolucionario en Europa. Esta designación lo llevó a Río de Janeiro, donde se celebraron importantes reuniones diplomáticas con el embajador británico, lord Strangford. Posteriormente, viajó a Londres con el objetivo de obtener el respaldo del Reino Unido para la joven nación. Aunque las gestiones diplomáticas en la capital británica tuvieron un éxito limitado, lograron que la causa de la independencia rioplatense fuera conocida en los círculos políticos de Europa.
De regreso a Buenos Aires, su carrera militar siguió en ascenso. El 2 de marzo de 1812, con la creación del Regimiento de Artillería de la Patria, fue designado sargento mayor de esa unidad. Su desempeño fue decisivo durante la Segunda Expedición Libertadora a la Banda Oriental, cuando lideró la división de artillería, contribuyendo a la expansión de la influencia de las Provincias Unidas en la región oriental.
Su trayectoria política alcanzó uno de sus puntos más altos entre el 18 y el 20 de abril de 1815, cuando fue nombrado miembro del efímero Tercer Triunvirato junto a figuras de la talla de José de San Martín y Manuel de Sarratea. Este cuerpo de gobierno, sin embargo, duró solo unos días, puesto que el nombramiento de Ignacio Álvarez Thomas como Director Supremo de las Provincias Unidas puso fin al Triunvirato. A pesar de lo breve de su mandato, su participación en este episodio lo consolidó como uno de los referentes políticos de la época.
Más adelante, en julio de 1816, formó parte de la Comisión Superior Gubernativa junto a Antonio de Escalada, quien fuera suegro de José de San Martín. Este organismo fue creado para mantener la estabilidad gubernamental hasta la llegada de Juan Martín de Pueyrredón, el director supremo elegido por el Congreso de Tucumán. Durante este período, apoyó un papel clave en la administración del Estado y en la planificación de las campañas militares en curso.
Entre 1817 y 1820, ocupó el cargo de ministro de Guerra y Marina, bajo los gobiernos de Juan Martín de Pueyrredón, José Rondeau y Juan Pedro Aguirre. Durante estos años, fue responsable de coordinar las fuerzas armadas y de dirigir las operaciones navales, en un momento en que las Provincias Unidas enfrentaban múltiples desafíos, tanto internos como externos.
En febrero de 1820, tras la derrota en la Batalla de Cepeda y la disolución del Directorio, fue nombrado gobernador intendente de Buenos Aires. Ocupó este puesto del 9 al 11 de febrero, un período breve pero crucial, en el que se sentaron las bases para la reorganización de la provincia como un estado independiente dentro del nuevo esquema de confederación. Poco después, entre el 11 y el 18 de febrero, ascendió nuevamente como gobernador provisional de Buenos Aires, hasta que Manuel de Sarratea fue designado como su sucesor.
En marzo del mismo año, cuando el gobernador Juan Ramón Balcarce se ausentó de la ciudad, fue delegado para la defensa interior de Buenos Aires, bajo el mandato de Miguel Mariano de Villegas. Durante su gestión, organizará un tribunal de vigilancia para garantizar la seguridad interna de la provincia, en un contexto de gran inestabilidad política.
Su participación en la Revolución de Mayo, en la Guerra de Independencia y en la construcción del naciente Estado argentino lo colocó entre las figuras prominentes de su tiempo, habiendo transitado tanto el ámbito militar como el político con dedicación y compromiso a lo largo de más de tres décadas de servicio a su patria.
Juan Manuel Aragón
Ramírez de Velasco®

Comentarios

Entradas populares (últimos siete días)

FÁBULA Don León y el señor Corzuela (con vídeo de Jorge Llugdar)

Corzuela (captura de vídeo) Pasaron de ser íntimos amigos a enemigos, sólo porque el más poderoso se enojó en una fiesta: desde entonces uno es almuerzo del otro Aunque usté no crea, amigo, hubo un tiempo en que el león y la corzuela eran amigos. Se visitaban, mandaban a los hijos al mismo colegio, iban al mismo club, las mujeres salían de compras juntas e iban al mismo peluquero. Y sí, era raro, ¿no?, porque ya en ese tiempo se sabía que no había mejor almuerzo para un león que una buena corzuela. Pero, mire lo que son las cosas, en esa época era como que él no se daba cuenta de que ella podía ser comida para él y sus hijos. La corzuela entonces no era un animalito delicado como ahora, no andaba de salto en salto ni era movediza y rápida. Nada que ver: era un animal confianzudo, amistoso, sociable. Se daba con todos, conversaba con los demás padres en las reuniones de la escuela, iba a misa y se sentaba adelante, muy compuesta, con sus hijos y con el señor corzuela. Y nunca se aprovec...

IDENTIDAD Vestirse de cura no es detalle

El perdido hábito que hacía al monje El hábito no es moda ni capricho sino signo de obediencia y humildad que recuerda a quién sirve el consagrado y a quién representa Suele transitar por las calles de Santiago del Estero un sacerdote franciscano (al menos eso es lo que dice que es), a veces vestido con camiseta de un club de fútbol, el Barcelona, San Lorenzo, lo mismo es. Dicen que la sotana es una formalidad inútil, que no es necesario porque, total, Dios vé el interior de cada uno y no se fija en cómo va vestido. Otros sostienen que es una moda antigua, y se deben abandonar esas cuestiones mínimas. Estas opiniones podrían resumirse en una palabra argentina, puesta de moda hace unos años en la televisión: “Segual”. Va un recordatorio, para ese cura y el resto de los religiosos, de lo que creen quienes son católicos, así por lo menos evitan andar vestidos como hippies o hinchas del Barcelona. Para empezar, la sotana y el hábito recuerdan que el sacerdote o monje ha renunciado al mundo...

ANTICIPO El que vuelve cantando

Quetuví Juan Quetuví no anuncia visitas sino memorias, encarna la nostalgia santiagueña y el eco de los que se fueron, pero regresan en sueños Soy quetupí en Tucumán, me dicen quetuví en Santiago, y tengo otros cien nombres en todo el mundo americano que habito. En todas partes circula el mismo dicho: mi canto anuncia visitas. Para todos soy el mensajero que va informando que llegarán de improviso, parientes, quizás no muy queridos, las siempre inesperadas o inoportunas visitas. Pero no es cierto; mis ojos, mi cuerpo, mi corazón, son parte de un heraldo que trae recuerdos de los que no están, se han ido hace mucho, están quizás al otro lado del mundo y no tienen ni remotas esperanzas de volver algún día. El primo que vive en otro país, el hermano que se fue hace mucho, la chica que nunca regresó, de repente, sienten aromas perdidos, ven un color parecido o confunden el rostro de un desconocido con el de alguien del pago y retornan, a veces por unos larguísimos segundos, a la casa aquel...

CALOR Los santiagueños desmienten a Borges

La única conversación posible Ni el día perfecto los salva del pronóstico del infierno, hablan del clima como si fuera destino y se quejan hasta por costumbre El 10 de noviembre fue uno de los días más espectaculares que regaló a Santiago del Estero, el Servicio Meteorológico Nacional. Amaneció con 18 grados, la siesta trepó a 32, con un vientito del noreste que apenas movía las ramas de los paraísos de las calles. Una delicia, vea. Algunas madres enviaron a sus hijos a la escuela con una campera liviana y otras los llevaron de remera nomás. El pavimento no despedía calor de fuego ni estaba helado, y mucha gente se apuró al caminar, sobre todo porque sabía que no sería un gran esfuerzo, con el tiempo manteniéndose en un rango amable. Los santiagueños en los bares se contaron sus dramas, las parejas se amaron con un cariño correspondido, los empleados públicos pasearon por el centro como todos los días, despreocupados y alegres, y los comerciantes tuvieron una mejor o peor jornada de ve...

SANTIAGO Un corazón hecho de cosas simples

El trencito Guara-Guara Repaso de lo que sostiene la vida cuando el ruido del mundo se apaga y solo queda la memoria de lo amado Me gustan las mujeres que hablan poco y miran lejos; las gambetas de Maradona; la nostalgia de los domingos a la tarde; el mercado Armonía los repletos sábados a la mañana; las madrugadas en el campo; la música de Atahualpa; el barrio Jorge Ñúbery; el río si viene crecido; el olor a tierra mojada cuando la lluvia es una esperanza de enero; los caballos criollos; las motos importadas y bien grandes; la poesía de Hamlet Lima Quintana; la dulce y patalca algarroba; la Cumparsita; la fiesta de San Gil; un recuerdo de Urundel y la imposible y redonda levedad de tus besos. También me encantan los besos de mis hijos; el ruido que hacen los autos con el pavimento mojado; el canto del quetuví a la mañana; el mate en bombilla sin azúcar; las cartas en sobre que traía el cartero, hasta que un día nunca más volvieron; pasear en bicicleta por los barrios del sur de la ciu...