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1997 CALENDARIO NACIONAL Gacenet

Gacenet El 4 de agosto de 1997 aparece Gacenet, La Gaceta de Tucumán por internet, que después se transforma en lagaceta.com El 4 de agosto de 1997 apareció Gacenet, La Gaceta de Tucumán, por internet. Luego se transformaría en lagaceta.com. El objeto del sitio en internet era publicar de la manera más fiel posible la edición impresa del diario. Unos meses antes había aparecido Hotmail, primer correo electrónico masivo y gratuito, y faltaba un año para que naciera Google. Las conexiones telefónicas eran precarias y bajar buenas fotos llevaba varios minutos. No se medía tráfico, tiempo de permanencia, rebote pues todavía no existían las herramientas que permitían estos seguimientos que hoy se consideran vitales para llevar adelante una página de internet de estas características. Fue resideñada en 1999, la edición 660 sumó galerías de imágenes, un nuevo menú de navegación y los suplementos que en aquel momento se publicaban con el diario impreso. También tuvo las primeras publicidades

LUGARES Cuando San Isidro se hizo soja

Fotografía de Jorge Llugdar Un gringo de apellido italiano, dueño de una empresa de colectivos de Tucumán, compró San Isidro Yo he conocido San Isidro, en el departamento Jiménez, de Santiago del Estero, del Bobadal al naciente, ahicito nomás. Pago lindo, tenía tres o cuatro casas. Una siesta con los amigos, fuimos a un campeonato de fútbol. Yo no jugaba, soy muy patadura, así que aproveché para mosquetear por todos lados. Había corrales, dos o tres cercos de ramas sembrados con maíz, anco, sandía, divisé al menos un potrero y también un surgente cerca de la cancha, donde los changos se bañaron después del último partido. A la noche hubo un baile bastante concurrido. Fue gente de todas partes. Hubo un detalle curioso, no se alumbraron con lámparas Radiosol, sino que llevaron un generador para tener electricidad y con eso tenían buena luz, música y bebidas frías. Estuvo lindo, como a las tres de la mañana volvimos. Después anduve otra vez, en la casa de un viejo que hacía obras. Le comp

CUENTO La Palmira

Imagen ilustrativa "Volvieron a toparse a los 16 o 17 años en los bailes en los que más que mirarse a los ojos no podían hacer: los padres vigilaban de cerca y pedían que haya luz entre los bailarines" Una tarde, cuando desgranábamos maíz en el patio de su casa, me dijo que todos los días, uno por uno, había extrañado a la Palmira. Al despertarse tocaba el otro lado de la cama esperando hallarla en el hueco vacío, y si bien no sufría tanto su ausencia, la seguía extrañando. No la había vuelto a nombrar en público, siempre le decía “la Finada”, y es que quizás el sonido de su nombre le hería el alma o algo. A los seis meses de su muerte, lo visitaron las hermanas de ella. Era la primera vez que iban a su casa desde el velorio y se sorprendieron de hallar el sitio de la casa bien barrido, pispearon para adentro y los dormitorios estaban en orden, el aro de Lorenzo tenía una lata de picadillo con el agua limpia. En fin, todo bien puesto y prolijo, como había sido ella. Les impre