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Toman el poder y no lo largan más |
Lo único que les importa a los seguidores de Marx es el dinero, el oro, las joyas, la opulencia que otorga el poder
Daniel Ortega es la prueba viviente de la desvergüenza del socialismo cuando se hace del poder. El modelo se repitió dondequiera que se alzaron con la más alta magistratura de un país, de la Unión Soviética a Camboya, de China a Cuba, de Corea del Norte a Venezuela. Lo único que les interesa es, por una parte, sojuzgar a su pueblo mediante el hambre y el terror y por la otra enriquecerse personalmente y perpetuarse en el poder.Además de sembrar de cadáveres los países en los que triunfan. A esta altura de la zamba ya no hay que contarle a nadie lo que hicieron los soviéticos con quienes no estaban de acuerdo con su ideología, lo mismo que los camboyanos, los chinos, los cubanos (con el asesino serial Ernesto Guevara a la cabeza), Corea del Norte. Y la opulenta petrolera Venezuela, que los expulsa por hambre, provocando la mayor huida de ciudadanos de un país de América en toda su historia.En la pequeña pero orgullosa y digna Nicaragua, Ortega fue el máximo líder del movimiento revolucionario que tumbó a la poderosa familia Somoza, que venía siendo apoyada por los Estados Unidos desde 1934. Su movimiento enamoró a los socialistas tardíos americanos de la década del 80, siempre proclives a creer que los asesinatos en masa y a sangre fría, de José Stalin, Fidel Castro, Pol Pot, Mao Tsé Tung, podrían reeditarse alguna vez en estas tierras.
Miles de jóvenes de América, entre ellos muchos de la Argentina, la mayoría militantes de partidos de izquierda, se terminaron de entusiasmar por aquella revolución, cuando fueron llamados a participar en las Brigadas del Café, supuestamente grupos de recolectores, que ayudarían a aquel país a levantar la cosecha. Algunos fueron, obviamente lo que menos hicieron fue cosechar café.
Es curioso, pero la ideología que propugna el cambio como motor de la historia, luego de la próxima etapa, que será la Dictatura del Proletariado, sostiene que advendrá el Paraíso Marxista y después… bueno, ahí se termina el cuento. Todo es movimiento y avance, según dicen, pero hasta que llegan ellos. Por eso, cada vez que se aposentan en el poder en cualquier país alrededor del mundo, intentan quedarse para siempre: o esperan llegar al amanecer del Paraíso o sostienen que lo han instaurado y deben cuidarlo amorosamente, como quien riega las plantitas de un jardín edénico.
Las malas lenguas dicen que tienen un defecto crucial en su formación. Los dirigentes y autoridades de casi todos los socialismos de América al menos, no han leído a Marx, ya sea porque padecen de analfabetismo y por eso repiten consignas vacías que apenas entienden, o no se animaron a leerlo porque vieron que era un libro denso, o empezaron su lectura y se trancaron porque no entendían nada. Muchos tampoco han leído a sus divulgadores y apóstoles ni saben que existieron ni les importa. Con tres consignas vacías se conforman, a saber: ”Patria o muerte, venceremos”, “Hasta la victoria siempre” y “La violencia de arriba engendra la violencia de abajo”. Aquí le agregaron “A vencer o morir por la Argentina”, y lo dicen serios, como si lo creyeran.
Es curioso, porque las excepciones, es decir quienes sí leyeron, aunque sea alguito y entendieron El Capital, no son autoridades, no tienen cargos y muchas veces están expulsados del círculo de poder o cayeron presos en los países en que gobiernan quienes supuestamente piensan como ellos. O los mataron, obvio, porque todo lo resuelven con la muerte de quienes tienen opiniones distintas.
Muchas veces esto mismo que se dice aquí, sirve para convencer a los incautos de que, al no haberse impuesto nunca el socialismo"verdadero" , digamos, siempre está mereciendo otra oportunidad para su triunfo como ideología en el poder.
El problema es que el socialismo como esquema de gobierno de un país, no cierra si no impone el hambre entre sus ciudadanos, no es viable, no es factible. Siempre que tomaron el poder fue en países potencialmente ricos, como Venezuela, con una enorme reserva de petróleo, donde convirtieron en pobres a muchos venezolanos que antes no lo eran y volvieron más pobres a quienes estaban en una situación paupérrima antes de ellos. El triunfo del socialismo como fábrica de hambre en el mundo es uno de sus mayores éxitos, su marca en el orillo, su mayor logro, su riqueza turística.
A la par, siempre necesitan de una nomenclatura gobernante poderosa y rica. Porque el Paraíso del Marxismo está repleto de acechanzas externas, hay que defenderlo a como dé lugar, y para eso se precisa estar bien comido, bebido y dormido.
El nicaragüense Ortega, por ordinario y vil, es un patético caso de un hombre defendiendo su poder personal, a sangre, fuego y cárcel, de sus enemigos internos, tratando a toda costa de que no le quiten la opulencia que obtuvo cuando era joven y decía jugarse la vida por el socialismo. Si eso le hace mal al país, peor para los nicaragüenses.
Pero no importa el fracaso a que llevó a su nación, otros bobos en América, siempre estarán deseosos de dejarse matar por gobiernos como el suyo o peores también. La riqueza, el oro, las joyas, el dinero que otorga el poder, es un poderoso imán para esos aprendices de sátrapas.
Abajo hay espacio de sobra para opinar, hágalo o escupa su odio contra los socialistas troscos zurdos marxistoides, también contra los liberales libertarios, promercado con la plata de papá. Y también hable mal de toda la ancha franja del medio, qué me importa. No creo en las religiones de izquierda o de la derecha.
©Juan Manuel Aragón
Los que estigmatizan opiniones son los medios opinantes que al igual de sus representantes actúan en sintonia conociendo de antemano los vicios a desnudar si no consiguen todo lo que moviliza a deformación que muestre a aquel más servil a sus propósitos
ResponderEliminarCuándo un pueblo se siente desesperanzado,agotado,sin recursos,acude a un dictador.,Salvador que lo saque de su situación.Eso explica muchas elecciones aparentemente incomprensibles.
ResponderEliminarDe acuerdo y toda la verdad es tu articulo
ResponderEliminarMuy bueno Juan Manuel te felicito
Arq lopez ramos
ResponderEliminarNo lean a Marx, lean la carta que Franco , siiiii Franco ! le envía a LindonJohnson, cuando esté le pide que ayude con tropas para Vietnam; así sabrán porque el comunismo ha triunfado en muchos lugares; decía al respecto Napoleón: " las bayonetas sirven para muchas cosas, menos para sentarse sobre ellas"
ResponderEliminarLa superación de la pobreza, se encuentra en el respeto de los derechos individuales. La Libertad, depende de la limitación del poder político, basado en la conciencia de la falibilidad moral y racional de la acción humana.
ResponderEliminarSobre la base de lo antedicho, se puede deducir cuál es la causa de la explosión de riqueza que se viene produciendo desde el siglo XVIII y la razón del por qué la mayoría de los Santiagueños viven inmersos o rozando en la Pobreza.
ResponderEliminarAmen.....
EliminarTodo está dicho y aún así falta la última palabra qué precisamente se refiere al final de los antiguos ideales y al principio de las nuevas formas de sometimiento a las masas pobres para seguir manteniendo el placer de la vida de los ricos y así sucesivamente por los Siglos de los Siglos amén.
ResponderEliminarExcelente comentario, Juan Manuel. Es necesario que la sociedad discuta estos temas en el real contexto. Es lamentable que la realidad (y los resultados) del comunismo marxista cada vez que el experimento se puse en práctica, no se haya enseñado en las escuelas. Como resultado, hoy la "cruz svastica" (6 millones de muertos) es merecidamente considerara un símbolo de odio y prohibida en cualquier contexto, mientras que "la hoz y el martillo" (120 millones de muertos ....y todavía sumando), es estampada en las remeras de miles de imberbes ignorantes de la historia......y de varios adultos a los que alguna vez les quemaron el chip con adoctrinamiento y nunca aceptarán la realidad.
ResponderEliminarTodos justifican su convicción, adornada por slogans vacíos de contenido, argumentando que el que causó 120 millones de muertos "no fue el verdadero socialismo", con la arrogancia de insinuar que "esta vez nosotros sabemos cómo hacerlo funcionar".
El Manifesto Comunista de Hegel y Marx es un libro corto y rápido de leer. Con eso debería alcanzar para entender el nivel de divagancia de estos tipos. Tal vez El Capital, con sus 10mil páginas sea mas complicado, pero hay claros resúmenes y tratados sobre su contenido de los que se puede deducir, con algo de inteligencia y un poco de análisis crítico, las falacias y gruesos errores de visión (derivados principalmente de la famosa "Dialéctica" de Hegel, posteriormente deformada pro Marx).
Pocos entienden que la doctrina marxista viene de una época de producción principalmente rural, de PIB constante y crecimiento económico nulo, en la que tal vez se podía justificar que el comunismo considerara a la economía como un "fenómeno de suma cero", en el que la ganancia de uno era el resultado de la pérdida de otro. Los comunistas de hoy no entienden que las economías desarrolladas de la actualidad "generan riqueza", que se puede acumular, y generalmente redistribuir, sin que se la saquen a nadie.
Eso es lo que ha hecho posible que hoy, gracias a las economías de mercado que muchos ignorantes quieren eliminar (con demagogia pero nunca despreciándola cuando los beneficia a ellos), el mundo ha alcanzado el nivel de pobreza más bajo de toda la historia de la humanidad.
Me ha tocado vivir y trabajar 6 años en Nicaragua, luego de la salida de los Ortega, durante el período de recuperación, y despues en la vuelta de Daniel. En realidad a la famosa revolución la lideró Carlos Fonseca, pero que murió apenas antes del "triunfo". Daniel es hoy un millonario (como todos los comunitas que llegan al poder en cada país donde el experimento se pone en práctica), el país vive de la cooperación internacional y el régimen se mantiene gracias a que la combinación de antiguos embargos y la aceptación de sus habitantes disidentes como ciudadanos refuigados en USA ha limpiado al país de oposición organizada, tal como ocurrió en Cuba y en Venezuela.
ResponderEliminarTal como lo menciona Juan Manuel, los "bobos" que se creen los cantos de sirena y los eslogans adoctrinantes van a seguir embelesados con el comunismo socialista mientras no se enseñe la realidad. El problema es que esos mismos son los que se apuraron a penetrar escuelas y universidades, para cuidar que solo se enseñen los cantos de sirena y los slogans que idelizan su sueño utópico.
Eso no es socialismo, eso es corrupción dictatorial
ResponderEliminarSon sinónimos. Se lo aseguro. La corrupción dictatorial es la consecuencia ineludible de imponer un sistema que necesariamente debe aplicar la coerción para forzar la distribución de riquezas. Acaban con la iniciativa, desalientan el esfuerzo y terminan distribuyendo pobreza.
EliminarLea la historia.....desde Hegel hasta nuestros dias.....le quedará claro.