El documental sobre el Trinche
El 17 de abril de 1974, un combinado de Rosario venció a la Selección Argentina de Fútbol por 3 a 1 y en los provincianos brilló el Trinche CarlovichEl 17 de abril de 1974, hace 50 años, un combinado de Rosario venció a la Selección Argentina de Fútbol por 3 a 1. Era un partido amistoso previo al Mundial de Alemania. El equipo sparring tuvo cinco jugadores de Central (Biassutto, González, Mario Killer, el "Cai" Aimar y Kempes), cinco de Newell's (Pavoni, Capurro, Zanabria, Robles y Obberti) y uno de Central Córdoba (Tomás Felipe Carlovich). Su director técnico era Carlos Timoteo Griguol.
Al terminar el primer tiempo, un allegado al conjunto albiceleste le pidió a Griguol que retire de la cancha a Carlovich, y lo sacaron el entretiempo. Es que el el "Trinche", como le decían a Carlovich, estaba bailando a los defensores de la Selección, y así el equipo rosarino se fue al descanso ganando 3 a 0.
Lo apodaban el Rey del potrero. "Se aprende mucho en el potrero y lo que aprendés ahí no lo aprendés en ningún otro lado. Ni en las canchitas sintéticas ni en ningún otro lugar por el estilo. Y el jugador nace. Después, le podés corregir un montón de cosas. Hasta podés aprender a pegarle mejor a la pelota con la práctica", decía Carlovich.
Esa declaración en el programa "Fuimos héroes", de Fox Sports en el 2012, conducido por el periodista Cecilio Flematti, en un homenaje al Trinche, cuando ya era una leyenda.
A la Selección Argentina, esa noche de abril del 74 la dirigía Vladislao Cap, “Polaco”. Y Carlovich fue la gran figura. La Selección salió a la cancha con Santoro; Wolff, Togneri, Sá, Tarantini; Brindisi (Squeo), Telch, Aldo Pedro Poy; Houseman (Cocco), Potente (Cano) y Bertoni (Chazarreta).
El partido se jugó en el estadio del Parque de la Independencia, con 35 mil personas, que vieron —en el primer tiempo —el baile que estaban pegado los rosarinos que goleaban 3 a 0 (con goles del uruguayo González, Obberti y Kempes) a la mismísima Selección Argentina.
En el entretiempo, Cap le pidió a Griguol y a Juan Carlos Montes—que eran los directores técnicos del combinado local—que "saquen al '5' (por el Trinche Carlovich) que nos está humillando, por favor...". Y el resultado final fue 3 a 1 para los rosarinos (descontó Cocco).
“Ese partido en Rosario se recuerda siempre. Habían ido 35 mil personas al estadio. Estuvo lindo”, dijo Carlovich, que apenas jugó y brilló en 45 minutos.
"Si ahora los potreros no están en condiciones, en mi época menos. Pero ya sabíamos donde estaban los pocitos y entonces sabías hasta donde iba a ir la pelota por un mal pique. Todos estábamos acostumbrados a eso...", dijo en la entrevista.
Contó que "en los potreros te agarrabas a trompadas enseguida y por cualquier cosa. ¡Era de terror! ¿Si yo era bravo? Nooo... ¡Cobré siempre! Te pueden ir fuerte, pero lealmente. Los partidos duran 90 minutos, o todo el día en el potrero. Así que se las devolvía (a las patadas) cuando podía... Yo empecé en Central y volvía a mi casa agarrándome de las paredes porque me mataban. Tengo cicatrices en toda la pierna, hasta en el muslo... Tuve que aprender a meter la mano, el cuerpo, los brazos para defenderme. ¿Y todo eso dónde lo aprendés? ¿En el potrero!".
"Hay muchos chicos que salen buenos, pero hay que cuidarlos. Especialmente, los árbitros... Que no permitan tantas cosas como los foules, los agarrones en el área y todo eso que afea el espectáculo. La gente paga una entrada para eso; para ver un buen espectáculo", sostuvo.
También recordó su infancia: "Sinceramente, no tengo por qué mentir: he hecho zanjas, pozos ciegos, cualquier cosa para vivir. No te daba tanto para estar cómodo el fútbol; eran otros tiempos".
Ruborizado, en una cancha que lo ovacionó, dijo: "Me emociona el reconocimiento de la gente, pero yo soy medio ´salame para eso. Me pongo mal, pero me gusta. ¿Qué querés? Te soy sincero..." En el documental, Diego Maradona reconoció: "Me han hablado maravillas de él; me dijeron que jugaba muy bien y que una lesión lo dejó afuera de ser un gran protagonista del fútbol argentino".
César Luis Menotti reflexionó: "No todos eran Carlovich. Él era portador de la genética de la ciudad (Rosario). Fue un jugador típicamente rosarino".
Y Jorge Valdano, El Filósofo terminó contando una anécdota que involucra a otro famoso rosarino: "Marcelo Bielsa me contó que durante cuatro años fue todos los sábados a la cancha solamente para ver al Trinche Carlovich".
©Juan Manuel Aragón
En uno de los tantos amistosos a los que se involucraba Maradona en Rosario siempre decia de esas habilidades casi Maradonianas que sorprende con su humildad inferir que era más grande que él. Ese partido fue premonitorio de la actuación defectuosa en el Mundial del 74
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