Protestas de Venezolanos en México |
La primera víctima de las tiranías es la verdad, para eso es necesario acallar las voces críticas. A continuación, un completo informe de las violaciones a los derechos de los periodistas en el gobierno de Nicolás Maduro
Como para confirmar que lo primero que se cargan las tiranías es la palabra de la verdad, en Venezuela hay por lo menos 374 periodistas en el exilio y 405 medios de prensa cerrados. Sin embargo, la diputada comunista chilena sostuvo hace unos días: “En Venezuela, les quiero señalar que existe una libertad de expresión bastante más grande que acá”, en declaraciones que tuvieron amplia difusión en el país caribeño, tantos en periódicos del oficialismo como de la oposición. La diputada aseguró que en Venezuela “hay diarios de oposición, cuestión que aquí no lo hay y sostuvo que aquí (en Chile), los medios son hegemónicos, con una sola línea editorial, y los medios independientes básicamente son plataformas de streaming”.No tuvo en cuenta la legisladora chilena que varios medios emblemáticos venezolanos fueron bloqueados por la tiraría y actualmente funcionan en el extranjero, porque en su propio país sus periodistas se arriesgan a sufrir la cárcel o la muerte.
La realidad es preocupante. Según el último ranking de libertad de prensa 2024 elaborado por Reporteros Sin Fronteras (RSF), Venezuela aparece en el lugar 156 de un total de 180 países. En América Hispana, solo tiene algo más de libertad que Nicacragua (que está en el lugar 163) y Cuba (en el 168). Pero ya se sabe, el comunismo siente asco por la verdad.
Según Reporteros Sin Fronteras, desde el 2013, cuando Maduro llegó al poder, “las medidas gubernamentales en contra de la pluralidad de los medios se acentuaron”.
Agregó: “Debido al monopolio oficial sobre las importaciones de papel y de suministros para imprentas, desaparecieron las ediciones en papel de un centenar de periódicos en todo el país. Mediante una política opaca de concesión y revocación de las licencias de radio, las autoridades han obligado a echar el cierre a 200 emisoras de radio. Además, el Ejecutivo venezolano persiste en su bloqueo a los contenidos informativos en Internet”.
A esto se suman otros factores, como la aprobación de la “Ley contra el Odio” con la que se sancionó a unos 80 venezolanos, entre ellos 17 periodistas y medios de comunicación, sobre todo por criticar a figuras influyentes del país en redes de internet.
“La libertad de prensa en estos momentos en Venezuela vive su momento más oscuro, de mayor mengua y de reducción a la mínima expresión y eso se está reflejando en una sociedad que vive amenazada por la opacidad, por la poca transparencia, por la precariedad en la que viven los periodistas”, dijo en mayo del 2023 a Voz de América la directora ejecutiva del Instituto Prensa y Sociedad de Venezuela, Marianela Balbi.
El Instituto de Prensa y Sociedad del año pasado registró 233 casos que sumaron 349 vulneraciones a las libertades informativas de trabajadores de la prensa y defensores de derechos humanos.
“Estos agravios fueron agresiones físicas o verbales (95), hechos de discurso estigmatizante (72), restricciones en internet (58), limitaciones de acceso a la información (43), actos de censura (33), restricciones administrativas (30), acciones de hostigamiento judicial (15) y en tres oportunidades se registró el indicador transversal de alerta de género”, según precisó la organización en el documento.
En la categoría de ataques verbales, el informe destacó al vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela y hoy flamante ministro del Interior y Justicia, Diosdado Cabello, quien en su programa televisivo “Con el mazo dando” tiene vía libre para insultar a quien se le cruce en el camino, incluyendo a autoridades internacionales como el presidente chileno Gabriel Boric o a trabajadores de medios de prensa.
En el 2023 hubo 215 trabajadores de la prensa y 99 medios de comunicación social que afrontaron restricciones informativas del gobierno venezolano, entre ellas 15 radios que se cerraron.
También cesó la cadena de televisión online VPITV en enero como parte de la sostenida persecución del gobierno chavista. De acuerdo con datos de la organización Espacio Público, en los últimos 20 años en Venezuela cerraron más de 400 medios de comunicación entre diarios impresos, emisoras radiales, canales de televisión y plataformas digitales.
“Estos cierres fueron ejecutados por la Comisión Nacional de Telecomunicación, que actuaron, en ocasiones, en compañía de cuerpos de seguridad. En la mayoría de los casos, los funcionarios alegaron que las estaciones radiales trabajaban de forma clandestina, al no tener su estatus legal apegado a la ley”, aseguró la organización.
El diario El Nacional informó que entre el 2008 y el 2023 las autoridades han cerrado 405 medios. Los cierres, según esta cuenta, aumentaron durante el gobierno de Maduro, que solo en los últimos dos años ha clausurado al menos 123 medios.
El caso más emblemático fue el cierre en el 2007 del canal RCTV luego de 57 años de transmisión ininterrumpida. “¡No habrá nueva concesión para ese canal golpista de televisión que se llamó Radio Caracas Televisión! Se acaba la concesión y ya está redactada la medida”, decía meses antes el entonces presidente Hugo Chávez.
En el 2018 se cerró la edición impresa del diario El Nacional, debido por las múltiples restricciones impuestas por el Estado a la venta de papel, negocio que controlaba completamente. Desde entonces, ese diario publica sólo por internet. Sin embargo, la persecución es tal que ahora trabaja desde el extranjero.
La falta de medios independientes o de oposición se siente sobre todo lejos de Caracas. Hay 13 estados que no tienen medios independientes como Amazonas, Apure, Aragua, Barinas, Cojedes, Delta Amacuro, Falcón, Guárico, Mérida, Monagas, Portuguesa, Sucre y Trujillo.
Este control de los medios por el oficialismo se vio también en la última campaña presidencial, cuando los canales de televisión cubrieron todos los actos de Nicolás Maduro e incluso uno de ellos emitió un programa de talentos para buscarle un jingle de campaña. De los masivos mítines del opositor Edmundo González no se vio absolutamente nada.
Las irregularidades también complicaron a los periodistas. Según el Instituto de Prensa y Sociedad, hay unos 374 profesionales exiliados, que dejaron el país, la mayoría se fue entre el 2016 y el 2020, los años de mayor escasez de alimentos y productos de primera necesidad en Venezuela.
“Muchos periodistas terminan abandonando su profesión a causa de temores relacionados con su seguridad o la de sus familias en el país de origen y por las dificultades a las que se enfrentan para sobrevivir económicamente y superar los numerosos retos que supone vivir en un país extranjero. El exilio se convierte así en otra manera de silenciar las voces críticas, en otra forma de censura contra la prensa”, dijo la agrupación.
Braulio Jatar, un periodista chileno-venezolano en el 2016 fue detenido por las fuerzas de seguridad chavistas tras haber publicado una serie de videos de una actividad de Maduro en la isla de Margarita, donde manifestantes lo abordaron y realizaron un cacerolazo para exigir su salida del poder. El relato oficial decía que el reportero nacido en Chile fue arrestado por lavado de dinero, tras hallar grandes sumas en su vehículo. Luego de tenerlo dos años preso, fue puesto en libertad y ahora vive en Chile.
Pero la prensa extranjera también tuvo un trabajo limitado durante la cobertura de la elección presidencial del 28 de julio.
Para acreditarse y trabajar en Venezuela, los periodistas extranjeros debieron enviar una solicitud respondiendo a una serie de requisitos como una carta del director o editor del medio en el que trabaja, copia de los pasaportes y un breve currículum.
“El lapso de apenas nueve días establecido para la acreditación de corresponsales extranjeros y enviados especiales fue muy corto y muchos y muchas periodistas extranjeros interesados en venir a Venezuela y dar cobertura al proceso electoral quedaron excluidos. De esa manera, la posibilidad de que la prensa extranjera sirva como fuente alterna de información quedó disminuida”, denunció el Instituto de Prensa y Sociedad.
Unos 11 periodistas —entre ellos los chilenos Iván Núñez y José Luis Tapia— fueron detenidos y deportados por las autoridades venezolanas, que impidieron su trabajo.
Ramírez de Velasco®
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