Ir al contenido principal

1370 ALMANAQUE MUNDIAL La Bastilla

Plaza de la Bastilla, París

El 22 de abril de 1370 comienza a construirse la fortaleza de la Bastilla, en París, que después fue prisión


El 22 de abril de 1370 comenzó a construirse la Bastilla, en París Francia. Su edificación se remonta a Carlos V quien, por consejo del preboste de París Hugues Aubriot, mandó construirla para fortificar la Puerta de San Antonio y ofrecerle un refugio seguro en caso de revuelta parisina.
Hugues Abriot colocó la primera piedra el 22 de abril de 1370. Su construcción fue progresiva. En un principio, se construyeron dos altas torres de 24 metros para enmarcar la Puerta de San Antonio, obra que llevó cuatro años. Entonces, el preboste decidió completar el dispositivo con otras dos torres, situadas frente a las dos primeras, enmarcando también una puerta.
Los parisinos debían pasar por dos puertas, colocadas una detrás de la otra para ingresar a la ciudad. Unos años más tarde, Carlos VI erigió finalmente otras cuatro torres.
Tenía ocho torres conectadas por muros de la misma altura para facilitar la circulación de los defensores. Una zanja rodeaba el edificio.
El edificio se completa, después de trece años de esfuerzo. Mientras tanto, se perforó una nueva puerta de San Antonio en el recinto.
Con la expansión de París hacia el este, la Bastilla perdió rápidamente su vocación defensiva. A partir de Luis XI, se usó como prisión. Sirvió como depósito de armas y sala de recepción bajo Francisco I, sede del tesoro real bajo Enrique IV y, en última instancia, prisión estatal bajo Richelieu.
El rey se limitaba a firmar decretos para a cualquiera de sus súbditos a las cárceles de la Bastilla, sin juicio. La gran mayoría eran nobles y burgueses que se alojaban en alguna de las cuarenta y dos celdas, con su sirviente si así lo deseaban.
Los reclusos compartían la mesa del gobernador, con la condición de que proporcionaran sus propias provisiones. Podían comunicarse por correo con extraños, recibir visitas y caminar libremente por el recinto.
Desde el siglo XVII, la Bastilla también acogió a los prisioneros menos afortunados, apodados gente de paja, porque dormían en un colchón de paja y se alimentaban con el "pan del rey". Además de las celdas, la Bastilla tenía cinco mazmorras y una sala de torturas.
Entre los presos famosos estuvieron el preboste Hugues Aubriot, el mismo que colocó la primera piedra. Voltaire, el Hombre de la Máscara de Hierro, el Superintendente Nicolás Fouquet, el aventurero Cagliostro y el Marqués de Sade que vivió allí durante más de cinco años. Un recuento lleva a la cifra de 4.279 presos durante cuatro siglos.
Cuando la Bastilla fue tomada el 14 de julio de 1789, las celdas albergaban solo a siete habitantes, cuatro eran falsificadores, un cómplice del regicidio de Damiens y dos aristócratas encarcelados a pedido de sus familias. En resumen, no había víctimas del despotismo real.
El 21 de mayo de 1791, después de veintiún meses de esfuerzo, unos mil trabajadores contratados por Pierre-François Palloy arrasaron la Bastilla.
Hoy en día los turistas que llegan a la Plaza de la Bastilla preguntan dónde estaba la fortaleza. Para quienes conocen París, sus contornos están marcados en el suelo, formando aproximadamente un rectángulo de 66 por 34 metros. Todavía hay que añadirle el foso y las fortificaciones exteriores.
©Juan Manuel Aragón

Comentarios

Entradas populares de este blog

AÑORALGIAS Santiago querido

La Secco Somera lista (a completar), de lo que hay todavía en la ciudad mágica habitada por los santiagueños, sus sueños y saudades Algunas cosas que antes sabía haber en Santiago y no hay más, se perdieron para siempre, consignadas en este sitio para que al menos quede su recuerdo. Esta lista la publiqué hace algunos años en Feibu y los amigos la completaron. 1 Helados “Kay”, más ricos no hay. 2 El auto Unión, (con motor de dos tiempos, como la Zanella). 3 Las heladeras Vol-Suar. 4 Las prohibidas del Renzi (¡Coca!, cuánto amor). 5 La bilz de Secco (la de ahora no es lo mismo, qué va a ser). 6 El Santa Ana, El Águila, empresa Robert, el Manso llegando desde el fondo del saladillo. 7 Cheto´s bar. 8 El peinado batido de las mujeres. 9 El jopo (ha vuelto, pero como mariconada). 10 La nueva ola y los nuevaoleros. 11 El Tuco Bono. 12 El departamento Matará. 13 Panchito Ovejero vendiendo billetes de lotería. 14 La Porota Alonso. 15 La Gorda de Anelli. 16 Tala Pozo. 17 Mi tata. 18 Panadería L

LEYENDA El remís con chofer sin cabeza

Imagen de Facebook de David Bukret Un misterioso auto circula por las calles de Santiago y La Banda: un caso que está dando que hablar en todos lados Un hombre detiene su motocicleta en el parque Aguirre, lleva una mujer atrás, son las 3 de la mañana. Se apean debajo de un eucalipto, justo cuando empiezan a besarse aparece un auto, un remís que los encandila y se queda parado, como esperando algo. Ella pega un grito: “¡Mi marido!”, suben de nuevo a la moto y se van. Antes de irse, el hombre observa que en el remís no hay nadie, parece vacío, pero ya ha acelerado, a toda velocidad y no se va a detener. Ha pasado varias veces, según cuentan los parroquianos en el café con nombre y apellido, en una historia que va pasando de mesa en mesa, repitiéndose todos los días con más detalles. Las mentas hablan de un remís que aparece de manera impensada, no solamente cuando detecta traiciones amorosas, sino que asustó a varios muchachos que andaban trabajando de noche en casas que no eran las suya

EVOCACIÓN El triste final de la Dama de Hierro

Mercedes Marina Aragonés El recuerdo para quien el autor de esta nota llama Dama de Hierro, algunas anécdotas y la apreciación sobre una personalidad controvertida Por Alfredo Peláez No fue el final que posiblemente soñó en sus años de poder y esplendor. Cuando el nombre Nina paralizaba hasta el más taimao. Se fue en silencio, casi en puntas de pie, como vivió sus últimos años. Muy pocos lloraron a Marina Mercedes Aragonés de Juárez, la dama que supo ser de hierro, en tiempos idos. Seguramente coqueteó en esos años con un funeral al estilo Evita, con su féretro en el salón principal de la Casa de Gobierno, o en el Teatro 25 de Mayo, y largas colas de santiagueños para darle el último adiós. Pero solo fueron sueños de diva. Nada de eso ocurrió. Los diarios santiagueños apenas se hicieron eco de su fallecimiento. Al fin y al cabo, más importante eran los 470 años del pago que ella intento domesticar a rienda corta y chicote. Quedarán miles de anécdotas que la tuvieron como protagonista.