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LUGAR El Centro Cultural del Bicentenario

Frente del edificio (foto de Rody Beltrán)

La cultura de Santiago puede ser mostrada en un gran edificio que reúne los museos como reservorio de lo antiguo y muestra de modernidad


El Centro Cultural del Bicentenario inaugurado en Santiago del Estero el 24 de julio de 2010 se ha convertido en uno de los centros culturales más importantes de la Argentina.
Es un complejo museográfico de 10.000 metros cuadrados que comprende los tres museos más importantes de la ciudad, el museo histórico “Orestes Di Lullo”, el de bellas artes “Ramón Gómez Cornet” y el de ciencias antropológicas y naturales “Emilio y Duncan Wagner”, además de poseer una sala de grandes exposiciones y un salón auditorio que ofrece las más variadas propuestas culturales como conciertos, presentaciones de libros, obras de teatro, ciclos de cine.
Ocupa parte del edificio de la antigua Casa de Gobierno de la Provincia y Jefatura de Policía, aunque interiormente fue remodelado por completo.
Luego de un ambicioso proyecto de restauración y ampliación del mal llamado “Cabildo” (Monumento Histórico Provincial desde 1987), el Centro Cultural del Bicentenario se ubicó en este edificio y lo convirtió en un complejo museográfico de 10.000 metros cuadrados que comprende los tres museos más importantes de la ciudad, el museo histórico “Orestes Di Lullo”, el museo de bellas artes “Ramón Gómez Cornet” y el museo de ciencias antropológicas y naturales “Emilio y Duncan Wagner”, además de poseer una sala de grandes exposiciones y un salón auditorio que ofrece propuestas culturales como conciertos, presentaciones de libros, obras de teatro o ciclos de cine.
El acceso por la calle Tucumán es una réplica del pórtico del colegio de San Jerónimo en la Plaza del Obradoiro de Santiago de Compostela (Galicia, España). Es llamado también Colegio de Artistas y es de estilo románico, predominante en la Europa de los siglos XI, XII y parte del XIII. En el pórtico están representados varios santos con sus atributos y algunos de los apóstoles.
La fuente ubicada en el hall central, es de origen francés y fue realizada por la fábrica fonderies d’Art du Val d’Osne en hierro fundido. En 1904 el Gobierno Nacional la donó a la Provincia. La fuente se ha trasladado dos veces a lo largo de su historia, primero desde la Plaza Libertad a la rotonda del puente Carretero en 1976, y posteriormente al edificio del actual Centro Cultural del Bicentenario.
El Salón Auditorio, dotado con tecnología para la proyección de material audiovisual como películas, cortos o documentales, entre otras manifestaciones artísticas; cuenta con una capacidad para 200 personas. También se ha convertido en el espacio para la celebración de las presentaciones de libros, seminarios, conferencias y conciertos de la ciudad.
El Centro Cultural del Bicentenario de Santiago del Estero se define como un espacio de producción cultural activa de los santiagueños, orientado a reposicionarse en el mundo contemporáneo.
Su concepción, si bien basada en la articulación de tres organismos de marcada trayectoria y trascendencia histórico-cultural en el sistema santiagueño –los Museos Histórico Provincial “Dr. Orestes Di Lullo”, de Ciencias Antropológicas y Naturales “Emilio y Duncan Wagner” y de Bellas Artes “Ramón Gómez Cornet”-, se piensa más allá de un complejo museológico en el sentido que tradicionalmente ha tenido el término en la cultura oficial. Este lugar se piensa como una caja de juego y como una caja de herramientas.
Como una caja juego: un contenedor de objetos que, articulándose de modos diversos, permite revisitar conceptos y contenidos, darles una nueva interpretación y facilitar la apropiación de algunos ejes que configuran la actual identidad santiagueña, desde la antropología y la historia. Un conjunto de elementos y propuestas que acerquen el hoy y el mundo –la región, el país, Latinoamérica, el mundo mismo- a los santiagueños; pero que también les permita a éstos mostrarse, decir sus cuestiones y ser oídos en esos ámbitos y contextos. Un acercamiento lúdico, re-creativo en sus dos conceptos: el de la recreación, pero también el de la re-creación de una nueva creatividad puesta en acto, de la innovación en los modos de pensar, de creer, de concebir los problemas y sus soluciones.
Como una caja de herramientas: más allá de la mera referencia identificatoria, el lugar procura ser un instrumento de cambio social, proveyendo investigaciones, propuestas, estudios y proyectos orientados al reposicionamiento de los santiagueños en el mundo contemporáneo.
Un espacio que se abre para que los santiagueños y los visitantes puedan usar y que les sirva para sus vidas, que les deje la sensación de que algunas respuestas están allí, de que algunas ideas y caminos están allí y que necesitarán volver otra vez y otras veces al Centro Cultural del Bicentenario para encontrarlas.
Ubicada en el punto neurálgico de la ciudad, esta obra conocida como “El Cabildo”, en realidad fue construida para que funcionase la Casa de Gobierno.
En el edificio que en su origen fue sede del gobierno, y luego jefatura de policía, actualmente se transforma en el Centro Cultural del Bicentenario que reunirá el Patrimonio Provincial (histórico, antropológico y artístico) en sus tres museos. Recibe a sus visitantes por tres ingresos: el de calle Libertad, donde estará el Museo Histórico; y los de peatonal Tucumán (donde funcionaba Radio Policial) y calle Pellegrini (por lo que era Infantería). Como un moderno edificio que reúne tecnología, tradición y nuevas tendencias, dará vida a un espacio de la cultura. Estos ingresos lo convertirán en un paseo que continuará hacia el mercado Armonía.
Ramírez de Velasco®

Comentarios

  1. Gran obra, muyyyyyy mal manejada. Lamentablemente no se cumple con el plan curarorial creado por Sebastián Lopez. Comparando con la actividad del Museo Rawson de San Juan, creado de cero en el mismo momento, el de aquí pierde como en la guerra.

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    Respuestas
    1. Y que haría usted, don Anonimo ?
      Alguna propuesta ?

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  2. Porque lo bueno es aportar.
    No oponerse.
    Carlos Alberto Zigalini

    ResponderEliminar
  3. ahí lo dije, don Carlos Zigalini, seguir el plan curatorial de Sebastián López...

    ResponderEliminar

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