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Mostrando las entradas etiquetadas como Soledad

BOLICHE Soledad

Pintura gauchesca de Molina Campos “Luna Cautiva” cantaba esa mujer en un aparato de radio y pensó que había sido una injusticia que el Chango Rodríguez tuviera que ir a la cárcel por eso En un aparato de radio del mugroso boliche comenzó a sonar “Luna cautiva”, cantada por una tal Soledad. Pensó que era injusto que el Chango Rodríguez hubiera tenido que ir a la cárcel sólo para que cincuenta años después la entonaran revoleando un poncho, como cualquier cosa. Lo mismo que esos otros que había sentido por la radio “Los Nocheros”. Quizás  había sido una suerte para los grandes folkloristas de Salta haberse muerto a tiempo para no oírlos cantar con voz de bolero sus inmortales creaciones. Iba a pedir que apagaran la radio, pero temió molestar al resto de los parroquianos, acostumbrados a eso que el mundo moderno llama “música de fondo”, como si creyeran que viven en una película y son los cowboys. “No es que cante mal la chica esa, no, quién soy para dictaminarlo”, pensó. La cuestión es

ESCRITOS Para qué, para quién

Atrapado entre 27 letras Qué lleva a un tipo a redactar todos los días un mensaje que arrojará en una botella al mar de internet No para los vecinos ni los amigos ni los conocidos ni los desconocidos ni los profesores ni los alumnos ni los críticos ni ningún lector en especial ni todos en particular, el escritor escribe para sacarse de adentro una cierta propensión a la soledad, a la melancolía, una tristeza por las cosas que no sucedieron y nunca sucederán, aunque pasen cien millones de años. Está seguro, a esta altura de la kermés, de que nunca será un poeta del Parnaso local, nacional o internacional como los que admira y relee. Redacta una y otra vez, una y otra vez y otra y otra más, sabiendo que jamás llegará a la altura (¡ni cerca!), de Edgar Allan Poe, Jorge Luis Borges o acaso Carlos Virgilio Zurita, cuentista y poeta exquisito, de factura santiagueña y tramas imaginativas y diversas. No para la novia ni para la suegra ni su madre ni sus hermanos ni la amiga ni los contertulio

2002 CALENDARIO NACIONAL Muere Tita Merello

Dónde hay un mango, ranchera Huérfana desde niña, pasó una infancia de pobreza y privaciones, al final de su vida era un mito de la iconografía porteña El 24 de diciembre del 2002 murió Laura Ana Merello, Tita Merello, en Buenos Aires. Fue actriz, vedette y cantante de tango y milonga. Era hija de Santiago Merello, chofer y Ana Gianelli, planchadora, uruguaya y había nacido el 11 de octubre de 1904 en un conventillo del barrio de San Telmo, en la calle Defensa 715. Su padre murió de tuberculosis cuando ella tenía cuatro meses de edad.​ Su infancia estuvo marcada por la pobreza y la falta de cariño, como que recién a los cuatro años, fue reconocida por su madre en la partida de nacimiento. A los cinco años la llevaron a un asilo de Villa Devoto porque su madre debía trabajar y no se podía hacer cargo de ella. Después del asilo vivió por un tiempo en Montevideo, Uruguay, trabajando como sirviente sin paga.​ Antes de cumplir 10 años, aconsejada por un médico que le diagnosticó erróneament

ANIMALADA El perro nunca es parte de la familia

Champú para ellos Solamente podría ser persona si un día Dios quisiera darle un alma e inteligencia Hay varios tipos de familia, desde la familia tipo, con madre, padre, dos hijos, hasta la ensamblada de los tuyos, los míos, los nuestros, pasando por las monoparentales de madre o padre y un solo hijo, la ampliada en que también están incluidos otros parientes como abuelos, primos, tíos, sobrinos. En ninguna forma de familia y para ningún sociólogo figura el perro. Porque se considera tal a la formada por gente, personas, cristianos, humanos o comoquiera que nos llamemos los bípedos implumes. Si estuvieran incluidos los animales también deberían contar los ácaros que viven por millones en nuestra casa, los antipáticos piojos que suelen traer de la escuela los niños, el loro, el gato, la tortuga. No vale el hecho de que usted lo haya adoptado cuando era cachorrito, le haga comer lo que el veterinario le indique, le haya dado el biberón cuando era pequeño, lo vista, le compre juegos, golo

PROYECTO Algo sobre los hijos

Primos de vacaciones El amor entre un hombre y una mujer alcanza toda su perfección cuando llegan los críos Los hijos son el proyecto de una familia como tal. Cuando llega el primero, el matrimonio se perfecciona, en el sentido de que cobra nueva vida el mutuo amor que se profesan los esposos. Ya nunca, pero nunca más estarán solos. Con el tiempo, si al crecer se van lejos y los dejan, igual no se sentirán abandonados, el recuerdo de su amor los acompañará para siempre. Muchos padres desean que los hijos sean mejores que ellos, más estudiosos, mejores ciudadanos, comprometidos con la sociedad. Pero también quieren que lleven, dondequiera que sea que vayan, las viejas costumbres familiares, bendecir la mesa, tender en la cama, la sábana de arriba con el derecho para abajo, no levantarse de ninguna comida sin pedir permiso, solicitar todo por favor, dar las gracias, disculparse cuando es necesario. Queremos que los hijos no repitan nuestros errores y es posible que lo logren, pero entonc

ZOOLOGÍA No me gusta tu perro

Haciendo gracia No quiero saber cómo se llama ni qué crema enjuague usa para el pelo Pido disculpas de antemano, pero no me gusta tu perro. No me parece adorable, no voy a memorizar cómo se llama , no me importa qué come, tampoco cómo duerme y en qué, y no estoy interesado en saber por qué mueve o deja de mover la cola. Te lo digo por única vez, no me interesa hablar de perros. No me importa que sea manso y sereno, no quiero que me huela ni que deje rastros de su olor en mi ropa. Y si puedes, cuando vaya a tu casa, mándalo al patio , a la cocina, a la calle. Me molesta que esté parado, ahí, oyendo la conversación. Ya sé que no va a contarle a nadie, pero igual su presencia me perturba. Si entre tu perro y una visita mía, prefieres a tu perro, todo bien, no hay drama. No me interesa si se baña una vez al día o veinte veces, si le pones perfume, si tiene todas las vacunas, solo algunas o ninguna. No me interesa en lo más mínimo por qué su collar es verde, azul o colorado. Ya sé que es tu

LETRAS María Adela Agudo

La autora santiagueña El telurismo esencial de una poetisa santiagueña Por Carlos Artayer* Cuando surge la oportunidad de plasmar un homenaje, habitualmente se procura que quien se haga cargo de ello haya conocido o tenido algún contacto personal con el destinatario de la celebración. No es mi caso, lo que lamento en ese sentido, pero los poemas de María Adela Agudo, pues de ella se trata, permiten acceder a ese mundo singular del poeta cuyo compromiso con la palabra es su vida misma. Nuestra bandeña, en su breve sí que intensa vida, intuyó en lo profundo de su corazón que su horizonte espiritual fluía “entre el alba y los ceibos” y se entregó a su destino de “alta curva celeste”, aunque en la empresa fue dejando jirones de vida y paladeando el amargo licor de la soledad: para qué tanta mujer que me dejaba solitaria”, se lamentaba en el poema “A un joven”. Pero no voy en este caso a referirme particularmente a la enorme soledad que la estigmatizó, sino a su perfección intuitiva de las