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Marcial Lalanda en las temporadas del 31 al 33 |
El 26 de julio de 1927, el torero Marcial Lalanda fue cogido en la plaza de toros de Valencia por el toro “Cabileño”
El 26 de julio de 1927, el torero Marcial Lalanda fue cogido durante una corrida en la plaza de toros de Valencia, España. Enfrentaba a un toro de la ganadería de Alipio Pérez-Tabernero, llamado “Cabileño”, en una tarde calurosa de verano. El público llenaba los tendidos, expectante por la actuación de los diestros anunciados en el cartel.Lalanda, nacido en Madrid el 20 de septiembre de 1903, era una figura consolidada del toreo. Debutó como novillero en 1919, a los 16 años, en la plaza de Tetuán de las Victorias. Tomó la alternativa en Sevilla en 1921, de manos de Juan Belmonte, y la confirmó en Madrid en 1922. Su técnica depurada lo destacaba.El toro, de nombre “Cabileño”, salió al ruedo con una embestida brava y difícil. Lalanda lo recibió con lances de capote, ejecutando verónicas ajustadas que arrancaron aplausos. Su habilidad para templar las embestidas mostró su experiencia, ganándose el respeto del público valenciano.
En el tercio de banderillas, el toro mantuvo su fiereza. Lalanda, como director de lidia, supervisó la colocación de los rehiletes. Los banderilleros cumplieron con precisión, preparando al animal para el tercio final, donde el matador desplegaría su arte con la muleta.
Al iniciar la faena de muleta, Lalanda citó al toro con pases naturales, buscando someterlo. En un pase de pecho, el toro lo enganchó por el muslo derecho. La cornada, de 20 centímetros, rasgó músculo y tejidos, derribándolo al albero, donde su traje de luces se tiñó de sangre.
Los subalternos actuaron con rapidez, apartando al toro. Lalanda, herido, fue llevado a la enfermería de la plaza. El cirujano jefe, asistido por su equipo, intervino de urgencia. El parte médico detalló una herida con trayectoria ascendente, sin afectar arterias principales, pero de pronóstico grave.
La corrida continuó, aunque el ambiente en la plaza cambió. Ignacio Sánchez Mejías, otro torero del cartel, lidió al toro “Cabileño”. El público, conmovido, siguió la actuación con atención. Crónicas de El Imparcial y ABC narraron el suceso al día siguiente, destacando la tensión de la tarde.
Lalanda permaneció internado en Valencia durante días. La recuperación, lenta, lo mantuvo alejado de los ruedos varias semanas. Reapareció en Madrid en septiembre de 1927, en la plaza de Las Ventas, recibiendo una ovación que reconoció su coraje tras el percance.
La cornada de Valencia marcó su carrera, sumándose a otras en 1925 y 1931. Toreó hasta 1942, retirándose tras una temporada en México. Su trayectoria, con más de 1.000 corridas, lo situó entre los grandes. Falleció en Madrid en 1971, a los 68 años.
El 26 de julio de 1927 quedó en la memoria taurina. La plaza de Valencia, escenario de la cogida, evoca aún aquel momento. Marcial Lalanda, con 23 años, demostró esa tarde su entrega al toreo, dejando un legado en la historia del arte taurino.
Juan Manuel Aragón
Ramírez de Velasco®
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