Ir al contenido principal

1843 ALMANAQUE MUNDIAL Koch

Roberto Koch

El 11 de diciembre de 1843 nace Roberto Koch, médico alemán, descubridor del ciclo de la enfermedad del ántrax y las bacterias responsables de la tuberculosis y el cólera


El 11 de diciembre de 1843 nació Roberto Koch en Clausthal, Hannover. Fue un médico alemán, uno de los fundadores de la bacteriología. Descubrió el ciclo de la enfermedad del ántrax y las bacterias responsables de la tuberculosis y el cólera. Por sus descubrimientos sobre la tuberculosis recibió el Premio Nobel de Fisiología o Medicina en 1905.
Estudió medicina en la Universidad de Göttingen, y se graduó en 1866. Luego se convirtió en médico en varias ciudades de provincia. Después de servir como cirujano de campo durante la guerra franco-prusiana de 1870 a 1871, se convirtió en cirujano de distrito en Wollstein, donde construyó un pequeño laboratorio.
Equipado con un microscopio, un micrótomo (un instrumento para cortar finas rodajas de tejido) y una incubadora casera, comenzó su estudio de las algas, para luego pasar a los organismos patógenos (que causan enfermedades).
Uno de los profesores de Koch en Gotinga fue el anatomista e histólogo Friedrich Gustav Jacob Henle, que en 1840 publicó la teoría de que las enfermedades infecciosas son causadas por organismos microscópicos vivos.
En 1850, el parasitólogo francés Casimir Joseph Davaine fue uno de los primeros en observar organismos en la sangre de animales enfermos. En 1863 informó de la transmisión del ántrax mediante la inoculación de ovejas sanas con sangre de animales que morían a causa de la enfermedad y el hallazgo de cuerpos microscópicos en forma de bastoncillos en la sangre de ambos grupos de ovejas. Inspirándose en el trabajo del microbiólogo francés Louis Pasteur, Davaine demostró que era muy probable que, como las ovejas no enfermaban en ausencia de estos cuerpos en forma de bastón, el ántrax se debía a la presencia de dichos organismos en la sangre. Pero, la historia natural de la enfermedad dista mucho de ser completa.
Fue cuando Koch empezó. Cultivó los organismos del ántrax en medios adecuados en portaobjetos de microscopio, demostró su crecimiento hasta formar largos filamentos y descubrió la formación en su interior de cuerpos ovalados y translúcidos: esporas latentes. Descubrió que las esporas secas podían permanecer viables durante años, incluso en condiciones de exposición. El hallazgo explica la recurrencia de la enfermedad en pastos que durante mucho tiempo no se utilizaron para el pastoreo, ya que las esporas latentes podrían, en las condiciones adecuadas, convertirse en bacterias con forma de bastón (bacilos) que causan el ántrax. El ciclo de vida del ántrax, descubierto por Koch, fue anunciado e ilustrado en Breslau en 1876, por invitación de Ferdinand Cohn, un eminente botánico. Julius Cohnheim, un famoso patólogo, quedó profundamente impresionado por la presentación de Koch. "No queda nada más por demostrar", afirmó. Luego dijo: “Lo considero el mayor descubrimiento jamás realizado con bacterias y creo que no será la última vez que este joven Roberto Koch nos sorprenderá y avergonzará por la brillantez de sus investigaciones”.
Cohn, cuyo descubrimiento de las esporas se había publicado en 1875, también quedó muy impresionado y ayudó a preparar el grabado para el artículo histórico de Koch, que también publicó. Uno de los alumnos de Cohn, Joseph Schroeter, descubrió que las bacterias cromogénicas (que forman el color) crecían en sustratos sólidos como la papa, la clara de huevo coagulada, la carne y el pan, y que esas colonias eran capaces de formar nuevas colonias del mismo color, compuestas por organismos del mismo tipo. Fue el punto de partida de las técnicas de cultivo puro de Koch, que desarrolló unos años más tarde. Que un organismo patógeno pudiera cultivarse fuera del cuerpo fue un concepto introducido por Louis Pasteur, pero las técnicas de cultivo puro para hacerlo fueron perfeccionadas por Koch, cuyos precisos e ingeniosos experimentos demostraron el ciclo vital completo de un organismo importante. El trabajo sobre el ántrax proporcionó por primera vez pruebas convincentes de la relación causal definitiva de un microorganismo particular con una enfermedad particular.
En 1877 publicó un artículo sobre la investigación, preservación y fotografía de bacterias. Su trabajo fue ilustrado por magníficas fotomicrografías. En su artículo describió su método de preparar capas finas de bacterias en portaobjetos de vidrio y fijarlas mediante calor suave. Koch también inventó el aparato y el procedimiento para la muy útil técnica de la gota colgante, mediante la cual se podían cultivar microorganismos en una gota de solución nutritiva colocada en la parte inferior de un portaobjetos de vidrio.
En 1878 Koch resumió sus experimentos sobre la etiología de la infección de heridas. Al inocular a los animales con material de diversas fuentes, produjo seis tipos de infección, cada una causada por un microorganismo específico. Luego transfirió estas infecciones mediante inoculación a través de varios tipos de animales, reproduciendo los seis tipos originales. En ese estudio, observó diferencias en la patogenicidad para diferentes especies de huéspedes y demostró que el cuerpo animal es un excelente aparato para el cultivo de bacterias.
Ya reconocido como investigador científico de primer rango, obtuvo un puesto en la Oficina Imperial de Salud de Berlín, e instaló un laboratorio de bacteriología. Con sus colaboradores, ideó nuevos métodos de investigación para aislar bacterias patógenas. Determinó pautas para demostrar que una enfermedad es causada por un organismo específico.
Luego concentró sus esfuerzos en el estudio de la tuberculosis, con el objeto de aislar su causa. Aunque se sospechaba que la tuberculosis era causada por un agente infeccioso, el organismo aún no había sido aislado e identificado. Modificando el método de tinción, descubrió el bacilo tuberculoso y estableció su presencia en los tejidos de animales y humanos que padecían la enfermedad. Surgió una nueva dificultad cuando durante algún tiempo resultó imposible cultivar el organismo en cultivo puro. Pero finalmente logró aislar el organismo en una sucesión de medios e indujo tuberculosis en animales inoculándolos con él. De este modo quedó establecido su papel etiológico.
El 24 de marzo de 1882 anunció ante la Sociedad de Fisiología de Berlín que había aislado y cultivado el bacilo tuberculoso, que creía que era la causa de todas las formas de tuberculosis.
Mientras tanto, su trabajo se interrumpió por un brote de cólera en Egipto y el peligro de su transmisión a Europa. Como miembro de una comisión del gobierno alemán, viajó a Egipto para investigar la enfermedad. Aunque pronto tuvo motivos para sospechar que una determinada bacteria con forma de coma (vibrio) era la causa del cólera, la epidemia terminó antes de que pudiera confirmar su hipótesis. Pero, generó conciencia sobre la disentería amebiana y diferenció dos variedades de conjuntivitis egipcia. Tras trasladarse a la India, donde el cólera es endémico, completó su tarea identificando tanto el organismo responsable de la enfermedad como su transmisión a través del agua potable, los alimentos y la ropa.
Al retomar sus estudios sobre la tuberculosis, investigó el efecto que tenía una inyección de bacilos muertos en una persona que posteriormente recibió una dosis de bacterias vivas y concluyó que podría haber descubierto una cura para la enfermedad. En sus estudios utilizó como agente activo un líquido estéril producido a partir de cultivos del bacilo. Sin embargo, el líquido, al que llamó tuberculina, resultó decepcionante y, en ocasiones, peligroso, como agente curativo. En consecuencia, no se reconoció su importancia como medio para detectar un estado tuberculoso presente o pasado. Posteriormente se realizaron trabajos adicionales sobre la tuberculosis, pero, después del aparente desastre de la tuberculina, Koch también se dedicó a una gran variedad de investigaciones sobre enfermedades humanas y animales: estudios sobre la lepra, la peste bubónica, las enfermedades del ganado y la malaria.
En 1901 informó sobre un trabajo realizado sobre la patogenicidad del bacilo tuberculoso humano en animales domésticos. Consideró que la infección de los seres humanos por la tuberculosis bovina es tan rara que no es necesario tomar ninguna medida contra ella. Esa conclusión fue rechazada por las comisiones de investigación de Europa y América, pero Koch estimuló un trabajo extenso e importante. Como resultado, se idearon medidas profilácticas exitosas.
Koch, que no era un orador elocuente, fue, sin embargo, con el ejemplo, la demostración y los preceptos uno de los maestros más eficaces, y sus numerosos alumnos (de todo el mundo occidental y Asia) crearon la nueva era de la bacteriología. Su trabajo sobre los tripanosomas fue de utilidad directa para el eminente bacteriólogo alemán Paul Ehrlich; éste es sólo un ejemplo de la instigación de Koch de un trabajo trascendental tanto dentro como más allá de su propia esfera inmediata. Sus descubrimientos y sus innovaciones técnicas coincidieron con sus conceptos fundamentales de la etiología de las enfermedades. Mucho antes de su muerte, su lugar en la historia de la ciencia fue universalmente reconocido.
Murió el 27 de mayo de 1910, en Baden-Baden, Alemania.
©Juan Manuel Aragón

Comentarios

Entradas populares (últimos siete días)

1988 AGENDA PROVINCIAL Ávila

Eduardo Ávila, el hijo más conocido de Orlando El 12 de julio de 1988 muere Orlando Ávila, folklorista y director del conjunto “Los Ávila”, que deja una huella imborrable en la música tradicional El 12 de julio de 1988 murió Orlando Ávila, destacado folklorista santiagueño y director del conjunto “Los Ávila”, que dejó una huella imborrable en la música tradicional de la provincia. Nacido en Santiago del Estero, dedicó su vida a la difusión de las tradiciones musicales de la provincia, particularmente la chacarera, género que llevó a diversos escenarios del país. Su liderazgo al frente del conjunto familiar consolidó un estilo auténtico, profundamente arraigado en la cultura santiagueña. “Los Ávila” se formaron en el seno de una familia apasionada por el folklore. Orlando, como cabeza del grupo, guio a sus integrantes, entre ellos su hijo Eduardo Ávila, conocido como “El Santiagueño”. El conjunto se destacó por interpretar chacareras, zambas y vidalas, géneros que reflejaban la esencia ...

CUENTO La Mercedes

La alojera, óleo de Absalón Argañarás Este relato fue escrito hace más de 20 años, desde hace varios días lo vengo corrigiendo y acortando, ahí va (si lo leyó antes, es el mismo, pero es otro) No vaya a creer que es la ginebra la que me hace hablar. Hay momentos en la vida en que uno necesita contarle a alguien lo que le pasa. Que el primer amor es el que no se olvida nunca. Esa mujer es la única que merece que uno la recuerde, las demás son todas iguales. Aunque usted sea un desconocido, alguien que no ha conocido Algarrobal del Norte, le voy a contar lo que es el amor, o lo que ha sido para mí. Algarrobal del Norte, ¿conoce? Pago donde nací, es la mejor querencia. Contando con la nuestra eran cinco casas. Linda vida. Sirva otro poquito, hombre. Ginebra sin hielo, porque el hielo le cambia un poco el gusto, ¿no? Cuando nos hicimos grandecitos mi tata decidió que el Manuel lo ayudaría en el cerco y yo saldría a hachar leña. En el campo uno de chico ya sabe lo que pasa. Cuando nos comen...

CUENTO Los negros de abajo

Imagen de ilustración nomás Que narra lo que sucedió el día que en la oficina decidieron instalar cámaras de vídeo para ver qué hacían los empleados Un buen día pusieron cámaras en el trabajo. Las ubicaron estratégicamente, una en cada oficina y dos en la que le decíamos “La Perrera”. Roberto, que siempre amagaba con levantarle la pollera a la Patri, sólo para ver qué color de bombacha llevaba, dejó de hacerlo; Sonia no lo imitó más a Fallon cuando salía del baño secándose las manos con el pañuelo y Mariano, que siempre se levantaba de la silla para hacer ejercicios físicos y desentumecerse, se abstuvo de sus sesiones de gimnasia. Decían que el dueño tenía el televisor en su despacho y se divertía mirándonos. Alguno comentó, medio en serio, medio en broma, que había dicho: “Los esclavos de abajo trabajan bien, pero si se lo controla son inmejorables”. Aunque eso de los esclavos o los negros de abajo era cierto, siempre lo decía casi con satisfacción. Su oficina quedaba arriba, obviamen...

1586 CALENDARIO NACIONAL Rojas

Español en América (idea aproximada) El 15 de julio de 1586 llegó a Santiago Mateo Rojas de Oquendo, conquistador que escribió los primeros versos de estas tierras, considerado el primer poeta santiagueño y riojano El 15 de julio de 1586 llegó a Santiago del Estero, Mateo Rojas de Oquendo. Fue el conquistador español que escribió los primeros versos de estas tierras, considerado el primer poeta santiagueño y riojano. Se supone que nació en 1559, probablemente en Sevilla, según surge de sus propios poemas y se pierde noticia de su vida en 1612, en tiempos en que no todo se registraba en papel y la vida tenía mucho menos valor que en los tiempos presentes. El interés literario por su obra radica en el misterio en torno a su poema “Famatina”, que se ha perdido. El nombre completo de este poema, de veintidós cantos y de trecientas hojas, es “Famatina y conquista y allanamiento de la provincia de Tucumán desde la entrada de Diego de Rojas hasta el gobierno de Juan Ramírez de Velasco”. Es ca...

QUIMERAS El sabor del vacío

Pobre náufrago Una reflexión sobre cómo la búsqueda de gozo lleva a consumir la vida, pero nos deja a la deriva en un océano sin faro La felicidad, ese anhelo antiguo que prometía plenitud, ha sido el motor de innumerables gestas y tragedias. En su nombre se alzaron banderas, se trazaron fronteras y, no pocas veces, se derramó sangre. Porque la felicidad de unos, en su voracidad, a menudo se nutre de la desdicha de otros. Alguien, en algún rincón del mundo, mueve los engranajes del contento ajeno, y en ese girar frenético no hay sosiego, sino un eco de dolor. Con el tiempo, los herederos de esa quimera abandonaron la felicidad como meta inalcanzable. En su lugar, abrazaron la diversión, un refugio más ligero, más inmediato. Llegaron los años 80 y 90, cuando la vida se midió en una dicotomía simple: divertida o aburrida. Nadie, por supuesto, quiso quedarse en el tedio. El jolgorio, las risas, la música atronadora y las luces titilantes se coronaron como el nuevo fin del hombre. Ya no se...