Ir al contenido principal

1975 ALMANAQUE MUNDIAL Angola

Marcha de soldados angoleños

El 11 de noviembre de 1975 Angola se separa del Portugal, luego de un conflicto que venía desde 1961

El 11 de noviembre de 1975 Angola se separó del Portugal, tras la Guerra de Independencia de Angola, que se extendió desde 1961. Fue el conflicto más prolongado de África contra el Imperio Colonial Portugués bajo el régimen represivo del Estado Novo. 
Tras la caída del Estado Novo en 1974, Portugal inició negociaciones que condujeron al Tratado de Alvor en 1975, reconociendo la independencia de Angola. Sin embargo, esto no marcó el fin de los conflictos, ya que el país quedó dividido.
Desde la llegada de los portugueses a las costas angoleñas, el país se convirtió en una importante colonia estratégica para el comercio y las rutas marítimas hacia la India. Durante la Conferencia de Berlín de 1884-1885, Portugal consolidó su dominio sobre Angola y Mozambique, aunque enfrentó obstáculos en sus intentos de unir estas colonias por tierra debido a las políticas coloniales de división implementadas por Otto von Bismarck para dificultar la defensa colonial.
Después de la Primera Guerra Mundial, las tensiones independentistas en Angola se intensificaron, pero fue después de la Segunda Guerra Mundial cuando surgieron movimientos organizados, como el Movimiento Popular de Liberación de Angola, liderado por Agostinho Neto, y el Frente Nacional de Liberación de Angola dirigida por Holden Roberto. Estos movimientos, inicialmente apoyados por élites locales, representaban diferentes ideologías y aspiraciones étnicas, lo que sembró las semillas de futuros conflictos internos.
El Movimiento, de tendencia izquierdista, recibió apoyo de Cuba y la Unión Soviética, mientras el Frente, de orientación nacionalista de derecha, obtuvo respaldo de Estados Unidos, Europa Occidental y Sudáfrica. En 1966, surgió la UNITA bajo la dirección de Jonas Savimbi, que se convertiría en un actor crucial en la guerra civil por venir.
Tras la Revolución de los Claveles en Portugal en 1974, que derrocó al Estado Novo, se iniciaron negociaciones que llevaron a los Acuerdos de Alvor en enero de 1975, estableciendo un proceso de transición hacia la independencia. Sin embargo, los movimientos guerrilleros, en lugar de unirse, se enfrentaron entre sí por el control del país, desencadenando una guerra civil devastadora que perduraría hasta la década de 1990.
Durante la Guerra Fría, Angola se convirtió en un campo de batalla ideológico y geopolítico, con el Movimiento recibiendo apoyo del bloque oriental y el Frente más UNITA siendo respaldado por Occidente. Esta intervención exacerbó las divisiones étnicas y políticas, haciendo que Angola se convierta en un escenario crucial para las superpotencias regionales e internacionales, como Cuba y Sudáfrica, que también se involucraron directamente en el conflicto.
En resumen, la Guerra de Independencia de Angola y su subsiguiente guerra civil fueron consecuencias directas del colonialismo portugués, las dinámicas étnicas y políticas internas, así como la intervención de potencias extranjeras durante la Guerra Fría. Estos conflictos dejaron un legado de devastación y división en Angola, marcando un período tumultuoso en su historia moderna.
Juan Manuel Aragón
Ramírez de Velasco®

Comentarios

Entradas populares (últimos siete días)

DESEO La morocha me lleva el alma

Norocha sudada De joven, muchas veces la besé en la boca con desesperación, sobre todo durante las tórridas tardes del verano santiagueño Es morocha, flaca, con un cuerpo parejo que parece tallado a mano. La observo con deseo, sobre todo durante el caliente verano santiagueño, cuando llega toda sudada, con gotitas refulgentes corriéndole por la oscura piel. Ah, en esos días me demoro acariciándola de arriba abajo y alargo el momento en que será totalmente mía. Cuando era joven me gustaba besarla en la boca con desesperación. Pero uno se va volviendo viejo y prefiere ser más pausado, lento, haciendo durar el instante en que la poseerá, de tal suerte que podrían ser una sola alma. Las rubias son hermosas, lo mismo que las coloradas, pero —qué quiere que le diga— a mí me llevan el alma las morochas. Sobre todo, porque la superficie es muy parecida a lo que tienen en el interior: un alma negra que eleva el espíritu y hace vibrar el corazón. En el invierno también tenemos nuestros días, no ...

CINCUENTENARIO El suplemento que sigue hablando

Suplemento del cincuentenario Una radiografía monumental de la provincia en 1948, cuando El Liberal celebró medio siglo con un despliegue sin precedentes El 3 de noviembre de 1948, el diario El Liberal cumplió 50 años de existencia y, para recordar su fundación, publicó un suplemento, llamado “Cincuentenario”, del que aún hoy abrevan historiadores y curiosos para estudiar la historia de la primera mitad del siglo pasado. Nunca antes —ni después— se ofreció a los santiagueños un informe tan completo de la actividad de la provincia en casi todos los órdenes. Participaron los más reconocidos estudiosos, y los propios periodistas y propietarios mostrando su visión de Santiago del Estero. No solamente contaba la historia reciente, con un pulso que se adivinaba tocado aún por las pasiones del pasado reciente, sino también la actualidad, enumeraba las industrias, recorrió varios departamentos, la Justicia, el Museo Arqueológico, las instituciones culturales, las artes populares, el folklore, ...

PALABRAS Gentilicios raros o poco comunes

¿Cómo les dicen a los Hasenkamp? Las pequeñas o grandes marcas de identidad que se llevan pegadas al habla, a veces son un capricho de la lengua A Hebe Luz, obviamente Los gentilicios son pequeñas o grandes marcas y señales de identidad que llevamos pegadas al habla como una bandera en miniatura. Sirven para decir de dónde venimos sin necesidad de mapa, y se forman —casi siempre— añadiendo sufijos juguetones como -eño, -ense, -ino, -ano, -és al nombre del lugar: de Córdoba, cordobés; de Corrientes, correntino; de Gualeguay, gualeyo. Pero la lengua, más viva que reglamentaria, hace de las suyas: a veces los transforma por eufonía, pereza o picardía. Así aparecen los raros, los simpáticos, los caprichosos: pueblerinos, uruguayenses, napaleofucenses, infiernícolas. A veces cambian porque cambia la gente y su forma de nombrarse. Un vecino que quiere distinguirse inventa uno nuevo; otro, más práctico, lo acorta; un tercero lo convierte en chiste. También influyen la escuela, la prensa, la b...

TRADICIÓN La Virgen se vuelve vieja (con vídeo)

La lluvia llegó Una súplica rural del siglo XIX se transformó en juego infantil y cruzó el océano en versiones que repiten los niños y recuerdan los grandes Durante más de un siglo, generaciones de niños han cantado la misma súplica juguetona: “Que llueva, que llueva, la vieja está en la cueva…”. Lo que pocos saben es que esta ronda infantil, hoy inseparable de los recreos y jardines de infantes, nació como una antigua plegaria popular para pedir lluvia en los campos de España. Su origen documentado se remonta a fines del siglo XIX, cuando folkloristas comenzaron a recopilar cantos de rogativas en Castilla y Andalucía. En esas primeras versiones no había una vieja sino una “Virgen de la Cueva”, figura religiosa a la que los campesinos pedían auxilio durante las sequías. Con el tiempo, el tono piadoso se volvió juego: la “virgen” se transformó en “vieja” y la plegaria se mudó de las iglesias a los patios escolares. La letra más difundida en España decía: “Que llueva, que llueva, la Virg...

ESCENARIO Ideas sueltas sobre la música popular

El dúo Coplanacu Hay quienes sostienen que si el artista necesita palmas, se debería descontar la entrada porque ese ritmo es un servicio de percusión A Juan Manuel Castro Primero agache la cabeza levemente, lego ladéela de manera sutil hacia la izquierda o la derecha, a continuación, aplauda siguiendo el difícil ritmo de “papá—mamá, papá—mamá”, propio de la chacarera. Es una de las actividades artísticas más difíciles de aprender, si alguien quiere ser santiagueño. Los nativos, en cambio, lo traen desde la cuna, adherido a sus genes, especie de garrapata en el corazón folklórico de la tierra gaucha, ancestral y poética, ¡carajo! Si llegara a estar en un lugar abierto, como un asador del cámping del parque Aguirre, cuando se agache, mire de reojo y con orgullo paisano, a quienes pasan cerca, que seguramente admirarán su habilidad y su cancha para tan difícil menester. Es que, oiga, no cualquiera sabe hacer el “papá—mamá”. No es lo mismo batir palmas, que hacer palmas, palmotear o aplau...