Wálter Raleigh |
El 30 de octubre de 1618, es enterrado Wálter Raleigh, aventurero, escritor, explorador y cortesano inglés
El 30 de octubre de 1618, fue enterrado Wálter Raleigh. Fue un aventurero, escritor y cortesano inglés que alcanzó notoriedad como favorito de la reina Isabel y como un explorador que intentó expandir los dominios ingleses en América.Nació en Devon, Inglaterra, en el seno de una familia noble. Durante su juventud se unió a las fuerzas hugonotes en las guerras de religión en Francia y, más tarde, estudió en el Oriel College de Oxford y en la escuela de derecho Middle Temple.Su carrera militar se consolidó en 1580 cuando participó en la sofocación de la rebelión irlandesa en Munster, lo que llamó la atención de la reina Isabel I. Para 1582, Raleigh ya era uno de los favoritos de la reina, lo que le permitió obtener grandes propiedades, monopolios y cargos importantes en Inglaterra e Irlanda. Entre sus papeles más influyentes estaba el de alcaide de las minas de estaño de Cornualles y vicealmirante de Devon y Cornualles, además de haber sido nombrado caballero en 1585 y capitán de la guardia de la reina en 1587.
A pesar de sus privilegios en la corte, su popularidad no era general. Era conocido por su orgullo, extravagancia e ideas poco ortodoxas. Aunque fue acusado de ateísmo, en realidad era un estudioso interesado en la filosofía escéptica y las matemáticas, disciplinas que aplicaba a la navegación. También mostró interés en la química y en la creación de fórmulas médicas.
Se casó en secreto con Elizabeth Throckmorton, dama de honor de la reina, en 1588. El nacimiento de su primer hijo en 1592 reveló el matrimonio, lo que provocó la ira de la reina y el encarcelamiento de ambos en la Torre de Londres. Logró salir de prisión gracias a las ganancias de una expedición corsaria, pero su posición en la corte quedó irremediablemente comprometida.
En cuanto a sus exploraciones, fue un pionero en los intentos de colonización inglesa en América. Entre 1584 y 1589, patrocinó una colonia en la isla Roanoke, en la actual Carolina del Norte, que llamó Virginia en honor a Isabel I, la "reina virgen". Aunque él nunca pisó tierras americanas, la expedición fue un primer intento fallido de establecer una presencia permanente en el Nuevo Mundo. En 1595 lideró una expedición a Venezuela en busca de la legendaria ciudad de El Dorado, creyendo en la existencia de vastos yacimientos de oro. Aunque no encontró esa riqueza, relató su viaje en el libro El descubrimiento de la Guayana (1596), consolidando su fama como explorador.
Su relación con el sucesor de Isabel, el rey Jacobo I, fue mucho menos favorable. Jacobo, que prefería la paz con España, desconfiaba de las políticas agresivas de Raleigh hacia el imperio español. En 1603, fue acusado de conspirar contra el rey en el llamado "Complot de Main" y condenado a muerte, aunque esta sentencia fue suspendida y Raleigh fue encarcelado en la Torre de Londres. Durante su tiempo en prisión, se dedicó a la escritura, como su obra histórica más famosa, Historia del Mundo (1614), un relato que abarcaba desde la Creación hasta el siglo II a.C. Esta obra presentaba una visión providencialista de la historia, lo que ayudó a contrarrestar las acusaciones de ateísmo.
En 1616, después de 13 años de encarcelamiento, fue liberado para dirigir una nueva expedición a Venezuela, bajo la promesa de encontrar oro sin provocar un conflicto con España. Sin embargo, la expedición fue un fracaso. Su lugarteniente, Lawrence Kemys, atacó un asentamiento español en violación de las órdenes del rey Jacobo, lo que resultó en la muerte del hijo de Raleigh, Walter, y selló su destino. A su regreso a Inglaterra, el rey Jacobo revocó el indulto y Raleigh fue ejecutado en 1618, tras defender enérgicamente sus acciones.
Por un lado, es recordado como un brillante explorador y visionario, cuya ambición de expandir el imperio inglés en América del Norte y del Sur fue admirable. Su habilidad para escribir y su imaginación desbordante le permitieron plasmar ideas grandiosas, como la colonización de vastas áreas del Nuevo Mundo. Sin embargo, su ambición no siempre se vio respaldada por el éxito en sus empresas, y sus enemigos en la corte, junto con su carácter orgulloso y poco ortodoxo, limitaron su influencia.
A lo largo de su vida escribió varias obras importantes, entre ellas sus ensayos y poemas, algunos de los cuales se dirigían a la reina Isabel I, lamentando la pérdida de su favor. Entre sus escritos en prosa destacan, además de El descubrimiento de la Guayana, el informe La última lucha de la venganza (1591), sobre una batalla naval con los españoles, y Historia del Mundo. Su obra en prosa y verso, junto con su vida llena de aventuras, han mantenido vivo el interés en su figura a lo largo de los siglos.
Es, sin duda, una de las personalidades más fascinantes del Renacimiento inglés, un hombre que encarnaba las aspiraciones y contradicciones de su tiempo.
Juan Manuel Aragón
Ramírez de Velasco®
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