Animalito simpático y dañino |
Se celebra hoy el día de la ardilla, simpático animalito que hace destrozos en la Argentina
El 21 de enero es el Día Mundial de la Ardilla. Es un roedor que habita varios lugares del mundo. Hay unas 200 especies, de las cuales la ardilla pigmea africana la más pequeña, pues mide 13 centímetros, mientras la más grande puede alcanzar un metro, como la hindú.
El fin de este día es conocer un poco más sobre esta especie con características particulares, como sus dientes frontales, que no paran de crecer. Hay ardillas voladoras, pero no son tales, sino que tienen la destreza de planear a su antojo, llegando hasta 46 metros. Son animalitos fascinantes, curiosos, enigmáticos y al mismo tiempo bellos.
En la Argentina particularmente les dicen “Ardilla” a las personas que son laboriosas o se mueven para un lado y otro y siempre se las topa haciendo algo en los lugares más insólitos. Suelen recibir también ese mote los chicos que no son traviesos y sin embargo son inquietos, juguetones, simpáticos y bulliciosos.
En la Argentina, sin embargo, son una plaga. En 1970, la familia Steverlynk trajo de Bélgica diez ardillas de vientre rojo, originarias del sudeste asiático para tenerlas en un jaulón de una estancia de Flandria, provincia de Buenos Aires. Pero alguien dejó que cinco se escaparan.
Sin depredadores naturales a la vista, se reprodujeron muy rápido, ya hay una población de más de 100.000 ejemplares que arruina frutales, lastima árboles, daña el cableado de servicios y rompe sistemas de riego. Una plaga, ¡báh!
De los tiernos animalitos que parecen pasaron a ser una de las especies exóticas invasoras que más preocupa a las autoridades ambientales nacionales, de la provincia de Buenos Aires y de varios municipios. Todos coinciden en que se debe evitar que la gente las lleve de un lugar a otro propagando la plaga.
En una nota del 2017, ya desactualizada, del diario La Nación, se informó que invaden 2186 kilómetros cuadrados, una superficie de terreno que es a diez veces la de la Ciudad de Buenos Aires. Están en Luján, que tiene el 60 por ciento del territorio invadido, pero también hay en Escobar, San Miguel, 25 de Mayo, Capitán Sarmiento, Salto, Arrecifes y Daireaux y una pequeña colonia en Cañada de Gómez y Rafaela, provincia de Santa Fe. En Córdoba han sido vistas en La Cumbrecita.
No las dispersa el viento sino gente que las lleva como mascotas o las compra en forma ilegal y luego las suelta.
Con tantos problemas como los que afronta la Argentina, el de las ardillas sería un inconveniente menor. Pero, es obvio que, si se lo deja crecer, un día de estos tendremos tantas ardillas como para hacer dulce y saldremos con tapas de olas y cacerolas a pedirle al gobierno que haga algo. Y las autoridades deberán hacerse cargo de un problema originado quizás por alguien que pensó que con ardillas bien podríamos tener el Central Park, de Nueva York. O alguna tilingada por el estilo.
Más evocaciones
Es el Día Internacional del Abrazo y de la Mediación. En Polonia es el Día de la Abuela, en Barbados de Errol Barrow, en Filipinas hacen la fiesta de AtiAtihan, en Nueva Zelandia es el Aniversario Provincial de Wellington y en República Dominicana la fiesta de Nuestra Señora de La Altagracia.
Los católicos recuerdan a los santos Inés de Roma, Publio de Atenas, Fructuoso, Augurio y Eulogio de Tarragona, Patroclo de Troyes, Epifanio de Pavía, Meinrado de Zürich, Zacarías el Angélico, Albano Roe y beato Tomás Green, presbíteros y mártires, Juan Yi Yun-il y los beatos Eduardo Stransham y Nicolás Wheeler, Josefa María de santa Inés, Juan Bautista Turpín du Comier y otros trece compañeros (Juan Bautista Triquerie, Juan María Gallot, José Pellé, Renato Luis Ambroise, Julián Francisco Morvin de la Gérardière, Francisco Duchesne, Jacobo André, Andrés Dudiou, Luis Gastineau, Francisco Migoret Lambardière, Julián Moulé, Agustín Manuel Philippot y Pedro Thomas), mártires y presbíteros.
©Juan Manuel Aragón
En la Argentina, sin embargo, son una plaga. En 1970, la familia Steverlynk trajo de Bélgica diez ardillas de vientre rojo, originarias del sudeste asiático para tenerlas en un jaulón de una estancia de Flandria, provincia de Buenos Aires. Pero alguien dejó que cinco se escaparan.
Sin depredadores naturales a la vista, se reprodujeron muy rápido, ya hay una población de más de 100.000 ejemplares que arruina frutales, lastima árboles, daña el cableado de servicios y rompe sistemas de riego. Una plaga, ¡báh!
De los tiernos animalitos que parecen pasaron a ser una de las especies exóticas invasoras que más preocupa a las autoridades ambientales nacionales, de la provincia de Buenos Aires y de varios municipios. Todos coinciden en que se debe evitar que la gente las lleve de un lugar a otro propagando la plaga.
En una nota del 2017, ya desactualizada, del diario La Nación, se informó que invaden 2186 kilómetros cuadrados, una superficie de terreno que es a diez veces la de la Ciudad de Buenos Aires. Están en Luján, que tiene el 60 por ciento del territorio invadido, pero también hay en Escobar, San Miguel, 25 de Mayo, Capitán Sarmiento, Salto, Arrecifes y Daireaux y una pequeña colonia en Cañada de Gómez y Rafaela, provincia de Santa Fe. En Córdoba han sido vistas en La Cumbrecita.
No las dispersa el viento sino gente que las lleva como mascotas o las compra en forma ilegal y luego las suelta.
Con tantos problemas como los que afronta la Argentina, el de las ardillas sería un inconveniente menor. Pero, es obvio que, si se lo deja crecer, un día de estos tendremos tantas ardillas como para hacer dulce y saldremos con tapas de olas y cacerolas a pedirle al gobierno que haga algo. Y las autoridades deberán hacerse cargo de un problema originado quizás por alguien que pensó que con ardillas bien podríamos tener el Central Park, de Nueva York. O alguna tilingada por el estilo.
Más evocaciones
Es el Día Internacional del Abrazo y de la Mediación. En Polonia es el Día de la Abuela, en Barbados de Errol Barrow, en Filipinas hacen la fiesta de AtiAtihan, en Nueva Zelandia es el Aniversario Provincial de Wellington y en República Dominicana la fiesta de Nuestra Señora de La Altagracia.
Los católicos recuerdan a los santos Inés de Roma, Publio de Atenas, Fructuoso, Augurio y Eulogio de Tarragona, Patroclo de Troyes, Epifanio de Pavía, Meinrado de Zürich, Zacarías el Angélico, Albano Roe y beato Tomás Green, presbíteros y mártires, Juan Yi Yun-il y los beatos Eduardo Stransham y Nicolás Wheeler, Josefa María de santa Inés, Juan Bautista Turpín du Comier y otros trece compañeros (Juan Bautista Triquerie, Juan María Gallot, José Pellé, Renato Luis Ambroise, Julián Francisco Morvin de la Gérardière, Francisco Duchesne, Jacobo André, Andrés Dudiou, Luis Gastineau, Francisco Migoret Lambardière, Julián Moulé, Agustín Manuel Philippot y Pedro Thomas), mártires y presbíteros.
©Juan Manuel Aragón
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