La Mama Antula |
Quiénes fueron los padres de María Antonia de Paz y Figueroa
Por Alberto Bravo de Zamora
La mayor parte de los autores que se han ocupado del tema sostienen que era hija de don Francisco Solano de Paz y Figueroa y de doña Andrea de Figueroa y de la Décima. Por nuestra parte, hemos aclarado más arriba que tal matrimonio no existió, toda vez que don Francisco Solano fue casado con doña Juliana de Luna y Cárdenas; y que el marido de doña Andrea de Figueroa y de la Décima era otra persona.
Para otros estudiosos, la beata era hija de don Miguel de Paz y Figueroa y de doña María Díaz Caballero.
Puestos a aclarar el punto, nos parece importante precisar en primer lugar la generación a la que doña María Antonia perteneció, ya que ambos presuntos padres no estaban en línea lateral igual, sino que don Francisco Solano era sobrino carnal de don Miguel.
Puestos a aclarar el punto, nos parece importante precisar en primer lugar la generación a la que doña María Antonia perteneció, ya que ambos presuntos padres no estaban en línea lateral igual, sino que don Francisco Solano era sobrino carnal de don Miguel.
De la relación epistolar que mantuvo la beata María Antonia con el padre don Gaspar Juárez, jesuita expulso, residente en Italia, hemos seleccionado dos cartas suyas que contribuyen a aproximarnos a su filiación:
En la primera, fechada el 26 de mayo de 1785, dice textualmente “También debo participarle como en Tucumán ha estado "dando ejercicios mi prima doña Josefa de Paz, mujer de don Diego Aráoz, ya difunto, y siempre los ha dado cada año”. Vimos ya que doña Josefa de Paz y Figueroa era hermana de don Francisco Solano de Paz y Figueroa.
La segunda es del 25 de enero de 1783, y en ella le encarece al P. Juárez que le dé “A mi sobrino don Juan José de Paz mis memorias y que en otra ocasión me acordaré de él en particular”. Don Juan José de Paz y Figueroa era, como se dijo, hijo de don Domingo de Paz y Figueroa, también hermano de don Francisco Solano.
Combinando ambos datos, podemos concluir que si doña María Antonia era prima de doña Josefa y de don Domingo de Paz y Figueroa, obviamente, lo era también del hermano de éstos, es decir, de don Francisco Solano, su supuesto padre. De lo expuesto se infiere claramente que al padre (o a la madre) de la beata de los ejercicios, debemos buscarlo en la generación anterior, es decir, entre los hijos del maestre de campo don Juan de Paz y Figueroa y de doña Catalina de Figueroa y Mendoza. Veamos uno por uno:
1) A don Juan de Paz y Figueroa debemos descartarlo, ya que acabamos de demostrar que a su hija doña Josefa la trata de prima.
Podemos deducir entonces que don Juan era tío suyo.
2) Don Lucas de Paz y Figueroa había fallecido antes que doña María Antonia naciera, por lo que tampoco pudo ser su padre.
3) Lo mismo ocurre con doña María de Alí de Paz y Figueroa, casada con don Martín de Ledesma Valderrama y con doña Josefa, mujer del capitán Alonso de Frías Robles, fallecidas ambas antes que doña María Antonia naciera.
4) Doña Andrea de Paz y Figueroa, casada con el capitán don Bernardo del Campo y Horna, nombra a todos sus hijos al otorgar poder para testar en 1736, sin que haya mención alguna de María Antonia.
5) Doña Ana de Paz y Figueroa, casada con el capitán Antonio de Zelarayán, se trasladó a Tucumán, en donde tuvo hijos y permaneció hasta su muerte.
6) En cuanto a doña Catalina de Paz y Figueroa, las únicas constancias documentales que hemos encontrado acerca de ella en los archivos santiagueños, nos dicen que era casada con don Félix Ferrer y que tuvieron al menos un hijo, don Félix Ferrer Paz, ya mencionado.
7) Excluidos pues todos ellos, nos resta tan sólo don Miguel de Paz y Figueroa, a quien creemos el padre de la beata Antula.
En cuanto a su madre, estamos convencidos que no fue doña María Díaz Caballero, la segunda mujer de don Miguel. Nuestra convicción se funda en la manera en que doña María Antonia nombra en sus cartas a los Díaz Caballero, que no es la que usa habitualmente para nombrar a sus parientes. Tomemos una de ellas que nos servirá para explicarnos mejor:
“Luego que recibí la antecedente de vuestra merced, escribí a don Fernando Díaz, clérigo, y por cuya mano doy noticias de su salud de vuestra merced a don Antonio García, como también al canónigo Juárez, a quién le escribo en particular”.
Cuando en su correspondencia alude a alguien de su familia, invariablemente precede el nombre con el grado de parentesco, llamándolos “mi sobrino”, “mi prima”, “el hijo de mi prima”. En este caso no sucede lo mismo.
Conviene aclarar al lector que doña María Díaz Caballero era hermana de padre del presbítero don Fernando Díaz Caballero y hermana de doña Narcisa Díaz Caballero. Ésta, por su parte, era casada en segundas nupcias con don Antonio García y era madre en su primer matrimonio del P. Gaspar Juárez.
Descartada doña María Díaz Caballero como madre de doña María Antonia, quedan dos posibilidades:
a) Que sea hija de don Miguel de Paz y Figueroa y Doña Ana de Zurita, su primera mujer.
b) Que lo sea de don Miguel de Paz y Figueroa y de alguien cuyo nombre no conocemos, nacida en el tiempo que don Miguel estuvo viudo. Esta posibilidad no es descartable, ya que no conocemos la fecha de fallecimiento de doña Ana de Zurita, ni tampoco la del segundo casamiento de don Miguel.
Por nuestra parte nos inclinamos a favor de la primera.
En la primera, fechada el 26 de mayo de 1785, dice textualmente “También debo participarle como en Tucumán ha estado "dando ejercicios mi prima doña Josefa de Paz, mujer de don Diego Aráoz, ya difunto, y siempre los ha dado cada año”. Vimos ya que doña Josefa de Paz y Figueroa era hermana de don Francisco Solano de Paz y Figueroa.
La segunda es del 25 de enero de 1783, y en ella le encarece al P. Juárez que le dé “A mi sobrino don Juan José de Paz mis memorias y que en otra ocasión me acordaré de él en particular”. Don Juan José de Paz y Figueroa era, como se dijo, hijo de don Domingo de Paz y Figueroa, también hermano de don Francisco Solano.
Combinando ambos datos, podemos concluir que si doña María Antonia era prima de doña Josefa y de don Domingo de Paz y Figueroa, obviamente, lo era también del hermano de éstos, es decir, de don Francisco Solano, su supuesto padre. De lo expuesto se infiere claramente que al padre (o a la madre) de la beata de los ejercicios, debemos buscarlo en la generación anterior, es decir, entre los hijos del maestre de campo don Juan de Paz y Figueroa y de doña Catalina de Figueroa y Mendoza. Veamos uno por uno:
1) A don Juan de Paz y Figueroa debemos descartarlo, ya que acabamos de demostrar que a su hija doña Josefa la trata de prima.
Podemos deducir entonces que don Juan era tío suyo.
2) Don Lucas de Paz y Figueroa había fallecido antes que doña María Antonia naciera, por lo que tampoco pudo ser su padre.
3) Lo mismo ocurre con doña María de Alí de Paz y Figueroa, casada con don Martín de Ledesma Valderrama y con doña Josefa, mujer del capitán Alonso de Frías Robles, fallecidas ambas antes que doña María Antonia naciera.
4) Doña Andrea de Paz y Figueroa, casada con el capitán don Bernardo del Campo y Horna, nombra a todos sus hijos al otorgar poder para testar en 1736, sin que haya mención alguna de María Antonia.
5) Doña Ana de Paz y Figueroa, casada con el capitán Antonio de Zelarayán, se trasladó a Tucumán, en donde tuvo hijos y permaneció hasta su muerte.
6) En cuanto a doña Catalina de Paz y Figueroa, las únicas constancias documentales que hemos encontrado acerca de ella en los archivos santiagueños, nos dicen que era casada con don Félix Ferrer y que tuvieron al menos un hijo, don Félix Ferrer Paz, ya mencionado.
7) Excluidos pues todos ellos, nos resta tan sólo don Miguel de Paz y Figueroa, a quien creemos el padre de la beata Antula.
En cuanto a su madre, estamos convencidos que no fue doña María Díaz Caballero, la segunda mujer de don Miguel. Nuestra convicción se funda en la manera en que doña María Antonia nombra en sus cartas a los Díaz Caballero, que no es la que usa habitualmente para nombrar a sus parientes. Tomemos una de ellas que nos servirá para explicarnos mejor:
“Luego que recibí la antecedente de vuestra merced, escribí a don Fernando Díaz, clérigo, y por cuya mano doy noticias de su salud de vuestra merced a don Antonio García, como también al canónigo Juárez, a quién le escribo en particular”.
Cuando en su correspondencia alude a alguien de su familia, invariablemente precede el nombre con el grado de parentesco, llamándolos “mi sobrino”, “mi prima”, “el hijo de mi prima”. En este caso no sucede lo mismo.
Conviene aclarar al lector que doña María Díaz Caballero era hermana de padre del presbítero don Fernando Díaz Caballero y hermana de doña Narcisa Díaz Caballero. Ésta, por su parte, era casada en segundas nupcias con don Antonio García y era madre en su primer matrimonio del P. Gaspar Juárez.
Descartada doña María Díaz Caballero como madre de doña María Antonia, quedan dos posibilidades:
a) Que sea hija de don Miguel de Paz y Figueroa y Doña Ana de Zurita, su primera mujer.
b) Que lo sea de don Miguel de Paz y Figueroa y de alguien cuyo nombre no conocemos, nacida en el tiempo que don Miguel estuvo viudo. Esta posibilidad no es descartable, ya que no conocemos la fecha de fallecimiento de doña Ana de Zurita, ni tampoco la del segundo casamiento de don Miguel.
Por nuestra parte nos inclinamos a favor de la primera.
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