Amanecer de enero |
“Los santiagueños se agobian con el calor, de tal manera que, desde los primeros días de noviembre hasta fines de marzo, no hallan otro tema de conversación”
En pocos días más largan la carrera de los agoreros seriales del calor. Preparaos, hermanos míos para las frases, las quejas, y los lamentos por el martirio de todos los años en Santiago. "Si llueve es peor", "lo importante es la sensación térmica", "ahora hay más humedad que antes", "eso que nos falta pasar enero y febrero", "y todavía no llegó el verano", "a las tres de la tarde va a ser peor", "el Servicio Meteorológico miente", "45 grados, pero en Mal Paso, aquí es mucho más".Algunas son incomprobables, en otros casos está demostrado que no fue así, pero igual siempre habrá alguien dispuesto a repetirlas: “Antes no era tanto”, “los pajaritos se mueren cuando vienen volando”, “¿ha visto cuánto dicen que va a hacer mañana?”, “claro, a él no le hace calor porque tiene pileta”, “el gobierno le ordena mentir al Servicio Meteorológico”, “han dicho en la tele que si llega a los 60 grados, morimos hervidos”, “es por el calentamiento global”, “el efecto invernadero nos va a matar”, “talaron todos los bosques, y bueno”.Casi todas son axiomáticas, no dejan lugar a la discusión, a la duda. “Sin aire acondicionado no se puede vivir en este clima”, “si cortan la luz, cagamos fuego”, “el asfalto está blandito”, “lo que mata es la humedad”, “parece que han nacido todos en Alaska, che”, “antes hacía el mismo calor, pero éramos chicos y no lo sentíamos”, “son las 7 de la mañana, lo que va a ser esto al mediodía”, “vamos a cagar muriendo todos achicharrados”.No hay figuras nuevas ni otras maneras de decir lo mismo desde hace años, y no se espera que nadie exprese algo distinto. “No andan ni los ututus”, “en Loreto para hacer huevos fritos sacan la sartén al patio”, “por eso Juárez y la Nina se iban a España en enero”, “si el Servicio Meteorológico dice que va a refrescar, prepárese para más calor”, “el termómetro de Hamburgo también miente, porque Rico Mc Pato está con el gobierno”, “se ha vuelto a levantar el pavimento”, “está como para una cerveza bien frappé”, “por algo Diosito nos castiga”, “vamos a morir todos derretidos”.
Los santiagueños se agobian con el calor, de tal manera que, desde los primeros días de noviembre hasta fines de marzo, no hallan otro tema de conversación. “En Santiago con 40 grados estamos en la gloria, la joda es cuando llega a 50”, “a los que se tiran de machos ahora los quisiera ver tirando ramas”, “tendríamos que poner una cúpula y enchufarle un aire acondicionado gigante”, “quién va a salir a exponerse a semejante fuego”, “¿cuándo dice que va a cambiar el tiempo el Servicio Meteorológico?, no le crea”.
Entre la compasión y el odio a la temperatura, todos los días durante seis meses hay que oir lo mismo, año tras año, sin solución de continuidad, como una letanía eterna. “Y esto no es nada, a las 3 de la tarde los quiero ver”, “el Dulce viene hecho una sopa”, “qué hemos hecho para merecer semerendo infierno”, “yo debiera haber nacido en Suecia”, “pero en Tucumán hay cañaverales”, “el dique de las Termas trajo la humedad”, “peor es casarse”.
Si usted tiene más que aquí se han olvidado, haga el favor de agregarlas abajo, así hacemos un compilado de frases maestras sobre el clima santiagueño. Pero, que voy a creer que alguien se ponga a escribir, con semejante calor, che.
©Juan Manuel Aragón
Barrio Salta prolongación, 7 de noviembre del 2022
Los santiagueños se agobian con el calor, de tal manera que, desde los primeros días de noviembre hasta fines de marzo, no hallan otro tema de conversación. “En Santiago con 40 grados estamos en la gloria, la joda es cuando llega a 50”, “a los que se tiran de machos ahora los quisiera ver tirando ramas”, “tendríamos que poner una cúpula y enchufarle un aire acondicionado gigante”, “quién va a salir a exponerse a semejante fuego”, “¿cuándo dice que va a cambiar el tiempo el Servicio Meteorológico?, no le crea”.
Entre la compasión y el odio a la temperatura, todos los días durante seis meses hay que oir lo mismo, año tras año, sin solución de continuidad, como una letanía eterna. “Y esto no es nada, a las 3 de la tarde los quiero ver”, “el Dulce viene hecho una sopa”, “qué hemos hecho para merecer semerendo infierno”, “yo debiera haber nacido en Suecia”, “pero en Tucumán hay cañaverales”, “el dique de las Termas trajo la humedad”, “peor es casarse”.
Si usted tiene más que aquí se han olvidado, haga el favor de agregarlas abajo, así hacemos un compilado de frases maestras sobre el clima santiagueño. Pero, que voy a creer que alguien se ponga a escribir, con semejante calor, che.
©Juan Manuel Aragón
Barrio Salta prolongación, 7 de noviembre del 2022
Ja ja asi somos creo que falta poner q los porteños nos dicen vagos porque dormimos la siesta y nosotros les decimos q ellos salgan a esa hora. Algo asi. Muy bueno te felicito. Horacio de La Banda.
ResponderEliminarSiempre ha sido así. Lo que pasa es que en toda la Argentina, y sobre todo en provincias como Santiago, los registros de temperatura confiables tienen una antigüedad de apenas 80 años. Por eso es que ahora se reporta "temperatura récord desde que se tienen registros" que no es lo mismo que "temperatura record" a secas. Lo único que ha cambiado (para peor), es que las dos estaciones de medición de temperatura de la ciudad, otrora ubicadas en zonas despejadas, han quedado encerradas en amplios desarrollos urbanos (barrios, desarrollos urbanos y pavimentos (incluida la del aeropuerto), por lo que están afectadas por el efecto "isla de calor".
ResponderEliminarEsto hace que los registros de máxima han venido aumentando con los años, lo que genera la creencia errónea de que el clima ha ido calentándose. Este es un problema en todo el país, que alimenta la creencia en el famoso (y ficticio), cambio climático antropogénico (causado por el hombre).
Hoy se está manejando una pequeña red de estaciones Horacio. Pero aparte de eso, Juan me recordó el calor de las siestas de cuando chicos: dormir había que dormir, entonces llevara mi almohada al pasillo de los dormitorios y dormía en el piso, en el fresquito del viento que corría en el 8º piso. Me podía levantar de una y todo, en esa época.
ResponderEliminarTu lo has dicho. "Hoy" se están manejando más estaciones, pero solo se puede medir "cambio climático" si se cuenta con registros de por lo menos 200 años, y eso sólo ocurre en contados países del mundo. Los registros que permiten medir reales variaciones climáticas son los que se tienen desde hace siglos, y a esos sólo los tienen unos pocos países en el mundo. Ninguno en Latinoamérica. Esos registros tienen 3 componentes básicos:
Eliminar1. Los que se conocen como "proxis", que son mediciones indirectas por anillos de troncos de árboles y muestras profundas de hielo antártico, principalmente.
2. Los registros de temperaturas corregidas en la superficie terrestre y el mar, que datan de hace unos 300 años en pocos lugares del mundo.
3. Los registros satélites (desde los años 80's más o menos), que.miden temperatura de la tropósfera (que es donde se desarrolla el clima realmente).
Con todo eso se ha logrado reconstruir las variaciones del clima desde hace miles de años, demostrándose dos cosas:
1. En épocas relativamente recientes como la época medieval, el clima fue más caliente que ahora.
2. en el 1700 el clima fue mucho más frío (se le llamó la pequeña edad de hielo).
3. Nunca las variaciones climáticas se correlacionaron con el contenido de CO2 en la atmósfera. Esto se puede buscar en Internet.
Es por ello que los datos de unos pocos años recientes no sirven de mucho si no hay un registro de muchos años.
Muy bueno Juan Manuel 👍 tal cual
ResponderEliminarJaja !!! Yo odio el calor !!!
Me encantó tu comentario Jaja 🤣 Jaja 👌
Arq lopez ramos