Ir al contenido principal

1978 CALENDARIO NACIONA Muere Cafrune

El cantor y su música
Una fecha como hoy de 1978 falleció El Turco, el día que comenzaba una gira que lo llevaría de Buenos Aires a Yapeyú

El 1 de febrero de 1978 murió Jorge Antonio Cafrune Herrera, más conocido como el Turco Cafrune. Fue un cantante folklórico y músico. Además, fue investigador, recopilador y difusor de la cultura nativa.
Nació en la finca “La Matilde”, de El Sunchal, cerca de El Carmen, Jujuy. Tenía antepasados de origen árabe, provenientes de Siria y el Líbano arraigados en la Argentina y dedicados al comercio de telas. Sus padres eran José Jorge Cafrune y Matilde Argentina Herrera. A él le decían “El Turco”, igual que a su padre, un paisano que cantaba bagualas y fue protagonista de duelos criollos.
Hizo sus estudios secundarios en San Salvador de Jujuy tomó clases de guitarra con Nicolás Lamadrid.
De joven se fue con toda su familia a Salta, conoció a Luis Alberto Valdez, José Eduardo Sauad, Tomás Campos y Gilberto Vaca, y formó su primer grupo: Las Voces del Huayra. Con ellos grabó en 1957 su primer disco de acetato, en la compañía discográfica salteña H. y R.
Fueron “descubiertos” por Ariel Ramírez, que los convocó para acompañarlo en una gira por Mar del Plata y varias provincias. Después Cafrune y Valdez hicieron el servicio militar obligatorio y el grupo alternó su formación original con reemplazos de José Eduardo Sauad y Luis Adolfo Rodríguez.
Disuelto el primer grupo, cuando Ariel Ramírez los volvió a llamar, Cafrune, Tomás Campos, Gilberto Vaca y Javier Pantaleón, formaron “Los cantores del Alba”. Pero después, Cafrune decidió continuar su camino en solitario y los abandonó.
En 1960 debutó en el Centro Argentino de Salta y comenzó una larga gira que lo llevó por El Chaco, Corrientes, Entre Ríos y Buenos Aires. No tuvo éxito en Buenos Aires y continuó la gira por Uruguay y Brasil. Debutó en televisión en el Canal 4 del país oriental.
En 1962 volvió a Buenos Aires, se puso en contacto con Jaime Dávalos, que tenía un programa de televisión y le aconsejó probar suerte en el Festival de Cosquín. Cafrune consiguió un lugar para actuar fuera de cartel, consagrándose por elección del público como revelación.
Luego grabó el primer disco en solitario y llegó su consagración con nuevas presentaciones en radio, televisión, teatros, y giras en las que siempre prefería los pueblos pequeños a las grandes ciudades. En Huanguelén, provincia de Buenos Aires, conoció y promovió a un joven cantor, José Larralde. Siguió presentándose cada año en Cosquín y en 1965, sin conocimiento de la organización presentó a una cantante tucumana: Mercedes Sosa.
En 1967 presentó la gira “De a caballo por mi Patria”, en homenaje al Chacho Peñaloza. Recorrió el país como los viejos gauchos, llevando su arte y su mensaje a todos los rincones de la Argentina.
Entre 1972 y 1974, formó un dúo con el aniño Marito, con quien grabó discos e hizo varias giras por el país, España y Francia.
Al finalizar la gira, Cafrune fue convocado para integrar unas comitivas artísticas argentinas que visitaron los Estados Unidos y España. El éxito en España fue fabuloso, y Cafrune se radicó ahí por varios años, formando familia con Lourdes López Garzón.
Volvió a la Argentina en 1977, cuando murió su padre. A diferencia de otros artistas comprometidos, que se exiliaron cuando comenzaron las amenazas y las prohibiciones de la dictadura militar, Cafrune, un reconocido peronista, decidió quedarse.
El 31 de enero de 1978, como homenaje a José de San Martín, emprendió una travesía a caballo para llevar desde Plaza de Mayo hasta Yapeyú, un cofre con tierra de Boulogne-sur-Mer, lugar del fallecimiento del Libertador. A poco de salir, fue embestido a la altura de Benavídez por una camioneta Rastrojero conducida por Héctor Emilio Díaz. Falleció a la medianoche, cuando tenía 40 años de edad.
Fue padre de Yamila, Victoria, Zorayda Delfina, Eva Encarnación, Facundo y Macarena.
©Juan Manuel Aragón

Comentarios

Entradas populares de este blog

AÑORALGIAS Santiago querido

La Secco Somera lista (a completar), de lo que hay todavía en la ciudad mágica habitada por los santiagueños, sus sueños y saudades Algunas cosas que antes sabía haber en Santiago y no hay más, se perdieron para siempre, consignadas en este sitio para que al menos quede su recuerdo. Esta lista la publiqué hace algunos años en Feibu y los amigos la completaron. 1 Helados “Kay”, más ricos no hay. 2 El auto Unión, (con motor de dos tiempos, como la Zanella). 3 Las heladeras Vol-Suar. 4 Las prohibidas del Renzi (¡Coca!, cuánto amor). 5 La bilz de Secco (la de ahora no es lo mismo, qué va a ser). 6 El Santa Ana, El Águila, empresa Robert, el Manso llegando desde el fondo del saladillo. 7 Cheto´s bar. 8 El peinado batido de las mujeres. 9 El jopo (ha vuelto, pero como mariconada). 10 La nueva ola y los nuevaoleros. 11 El Tuco Bono. 12 El departamento Matará. 13 Panchito Ovejero vendiendo billetes de lotería. 14 La Porota Alonso. 15 La Gorda de Anelli. 16 Tala Pozo. 17 Mi tata. 18 Panadería L

LEYENDA El remís con chofer sin cabeza

Imagen de Facebook de David Bukret Un misterioso auto circula por las calles de Santiago y La Banda: un caso que está dando que hablar en todos lados Un hombre detiene su motocicleta en el parque Aguirre, lleva una mujer atrás, son las 3 de la mañana. Se apean debajo de un eucalipto, justo cuando empiezan a besarse aparece un auto, un remís que los encandila y se queda parado, como esperando algo. Ella pega un grito: “¡Mi marido!”, suben de nuevo a la moto y se van. Antes de irse, el hombre observa que en el remís no hay nadie, parece vacío, pero ya ha acelerado, a toda velocidad y no se va a detener. Ha pasado varias veces, según cuentan los parroquianos en el café con nombre y apellido, en una historia que va pasando de mesa en mesa, repitiéndose todos los días con más detalles. Las mentas hablan de un remís que aparece de manera impensada, no solamente cuando detecta traiciones amorosas, sino que asustó a varios muchachos que andaban trabajando de noche en casas que no eran las suya

EVOCACIÓN El triste final de la Dama de Hierro

Mercedes Marina Aragonés El recuerdo para quien el autor de esta nota llama Dama de Hierro, algunas anécdotas y la apreciación sobre una personalidad controvertida Por Alfredo Peláez No fue el final que posiblemente soñó en sus años de poder y esplendor. Cuando el nombre Nina paralizaba hasta el más taimao. Se fue en silencio, casi en puntas de pie, como vivió sus últimos años. Muy pocos lloraron a Marina Mercedes Aragonés de Juárez, la dama que supo ser de hierro, en tiempos idos. Seguramente coqueteó en esos años con un funeral al estilo Evita, con su féretro en el salón principal de la Casa de Gobierno, o en el Teatro 25 de Mayo, y largas colas de santiagueños para darle el último adiós. Pero solo fueron sueños de diva. Nada de eso ocurrió. Los diarios santiagueños apenas se hicieron eco de su fallecimiento. Al fin y al cabo, más importante eran los 470 años del pago que ella intento domesticar a rienda corta y chicote. Quedarán miles de anécdotas que la tuvieron como protagonista.