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Emanuel Swedenborg |
El 29 de enero de 1688 nace Emanuel Swedenborg, teólogo, científico, filósofo y místico cristiano pluralista sueco, más conocido por su libro Cielo e Infierno
El 29 de enero de 1688 nació Emanuel Swedberg, luego Swedenborg, en Estocolmo, Suecia. Fue un teólogo, científico, filósofo y místico cristiano pluralista sueco. Se hizo más conocido por su libro sobre el más allá, Cielo e Infierno.Nació en una familia prominentemente vinculada a la alta sociedad y al clero. Su padre, Jesper Swedberg, era un destacado teólogo luterano y profesor de teología en la Universidad de Upsala. Emanuel, desde joven, mostró un interés innato por la ciencia y la filosofía, recibiendo una educación diversa que abarcaba campos que iban más allá de la teología.Después de completar sus estudios en Upsala, viajó extensamente por Europa para expandir sus horizontes académicos. Estudió matemáticas, astronomía, física y lingüística en diversas universidades, ganándose el reconocimiento como un erudito polifacético. Su carrera temprana estuvo marcada por su contribución a la ingeniería y las ciencias naturales, demostrando su ingenio al inventar una máquina de bombeo y desarrollar métodos de construcción de diques que demostraron ser eficaces en Suecia y Holanda.
Su vida tomó un giro decisivo en la década de 1740 cuando experimentó una serie de experiencias místicas y visiones que transformaron su enfoque hacia lo espiritual. Estos episodios, que describió como encuentros con ángeles y seres divinos, lo llevaron a abandonar sus actividades científicas y dedicarse por completo a la teología y la filosofía espiritual.
En 1745, publicó "Arcana Cœlestia", una obra monumental que buscaba revelar las verdades espirituales ocultas en la Biblia. Este fue el primero de sus numerosos escritos teológicos que exploraban conceptos como la vida después de la muerte, la naturaleza de Dios y la importancia de la caridad. Afirmaba que sus enseñanzas eran revelaciones divinas y una guía para comprender los misterios espirituales.
El impacto de sus ideas se extendió más allá de las fronteras de la teología convencional, atrayendo tanto a seguidores entusiastas como a críticos acérrimos. Su obra influyó en pensadores posteriores como William Blake y Carl Jung. Sin embargo, su notoriedad y controversia también crecieron, especialmente entre los líderes religiosos que cuestionaron sus afirmaciones de comunicación directa con lo divino.
A pesar de su dedicación a lo espiritual, no abandonó por completo sus intereses científicos. Continuó trabajando en proyectos de ingeniería, y en 1747 publicó "Del Infinito, el Uno y el Último", donde fusionó sus ideas teológicas con conceptos matemáticos y filosóficos. Esta síntesis única de ciencia y espiritualidad reveló su capacidad para integrar diferentes disciplinas de manera original.
El período entre 1747 y 1756 fue especialmente prolífico para Swedenborg: escribió numerosas obras, incluyendo "El Cielo y el Infierno" y "Los Últimos Juicios". Estos escritos exploraron temas como la jerarquía celestial, la vida en el más allá y el fin del mundo, contribuyendo a su creciente reputación como un visionario espiritual.
En sus últimos años vivió de manera austera, dedicándose por completo a su labor espiritual y escribiendo enérgicamente sobre temas teológicos. Murió el 29 de marzo de 1772 en Londres, donde había ido para difundir sus enseñanzas. Su legado perdura a través de la Iglesia Nueva, una denominación religiosa que se formó en torno a sus escritos y enseñanzas.
La vida de Emanuel Swedenborg es un fascinante viaje que abarca desde sus contribuciones científicas hasta sus experiencias místicas y su evolución hacia un líder espiritual. Su capacidad para unir la ciencia y la religión, lo terrenal y lo celestial, ha dejado una marca perdurable en la historia del pensamiento humano.
©Juan Manuel Aragón
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