Ir al contenido principal

1926 CALENDARIO NACIONAL Plus Ultra

Ramón Franco & compañeros

El 10 de febrero de 1926 llega a Buenos Aires Ramón Franco en el “Plus Ultra”, hidroavión matrícula de la Aeronáutica Militar española


El 10 de febrero de 1926 llegó a Buenos Aires Ramón Franco en el “Plus Ultra”. Era un hidroavión matrícula de la Aeronáutica Militar española y realizó por primera vez un vuelo entre España y Sudamérica.
Había salido el 22 de enero de 1926 del Muelle de la Calzadilla,​ en Palos de la Frontera (Huelva) con destino Buenos Aires El vuelo siguió más o menos la ruta empleada en 1922 por los oficiales aviadores de la marina portuguesa Sacadura Cabral y Carlos Viegas Gago Coutinho, en la primera travesía aérea del Atlántico sur (Lisboa-Río de Janeiro), para la que precisaron tres hidroaviones por las averías mecánicas.
Tripulaban el hidroavión el comandante Ramón Franco, el capitán Julio Ruiz de Alda, el teniente de navío Juan Manuel Durán y el sargento mecánico Pablo Rada, todos ellos españoles.
El avión, un Dornier Do J Wal2​, había sido diseñado por la empresa Dornier a principios de la década de 1920. El amplio casco de doble rediente, totalmente metálico, incorporaba flotadores de sección aerodinámica para darle mayor estabilidad en el agua. El vuelo, con instrumentos de navegación, repuestos, combustible y gastos de dietas, salió de 415.132 pesetas.
El aparato tenía dos motores Napier “Lion” de 450 CV, en tándem sobre la sección central del ala, que accionaba una hélice tractora y otra impulsora. El piloto y el copiloto estaban sentados lado a lado, al descubierto, y detrás de ellos iba la radio.
El periplo comenzó en Palos de la Frontera (Huelva) en el muelle de la Calzadilla, elevándose el hidroavión frente a La Rábida en la desembocadura del río Tinto y terminó al atardecer, cuando se posó en el puerto de la Luz, en la bahía de Las Palmas de Gran Canaria.
El 26, desde la costa oriental de la isla, despegó el Plus Ultra rumbo a Praia, en la Santiago (Islas de Cabo Verde), el final de la segunda etapa, que fue de nueve horas con cincuenta minutos. En Praia se hizo menester reducir al límite la carga del avión, quedando en tierra el alférez de navío Juan Manuel Durán González.

La siguiente era entre Cabo Verde y Pernambuco; pero, los fuertes vientos en contra lo hicieron desviar de la ruta y aterrizó imprevistamente en la isla de Fernando de Noronha. Al revisar los depósitos de combustible, se comprobó que estaban casi vacíos, y los reabastecieron. En esta etapa, viajó 2.305 kilómetros sobre mar abierto. El radiogoniómetro, utilizado por primera vez en este tipo de vuelos, permitió a la aeronave mantenerse en la ruta correcta, sin desviaciones en la etapa más larga del recorrido.
El 31 de enero viajó 540 kilómetros a la costa de Pernambuco, ya en tierra firme americana. Cuando faltaban más de cien kilómetros, se rompió la hélice posterior y fue preciso arreglarla en vuelo. Esto alargó en más de una hora el tiempo previsto para la travesía.
En Pernambuco los aviadores descansaron e hicieron reparaciones. El 4 de febrero, llegaron a Río de Janeiro (Brasil), hicieron 2.100 kilómetros en doce horas y quince minutos. Fueron recibidos de manera entusiasta. El 9 de febrero llegaron a Montevideo y al día siguiente, Franco, Ruiz de Alda, Durán y Rada llegaron a Buenos Aires aclamados por una multitud.
La llegada de los aviadores españoles se recuerda en la Argentina todavía hoy. Fue un hecho trascendente para los países rioplatenses y para España; exaltado como una gran hazaña por los periódicos de todo el mundo.
El rey de España Alfonso XIII donó el Plus Ultra a la Armada Argentina. Fue avión correo hasta que lo retiraron del servicio. Hoy está exibido en el complejo museográfico provincial “Enrique Udaondo” de Luján. A fines de la década del 80 lo enviaron a España para que le hicieran una restauración general y reeditar la hazaña de 1926. Pero su estado era tan malo que, para volver a volar de España a la Argentina necesitaba una reconstrucción completa.​ Por ese motivo, se le hizo una restauración general para ser exhibido en un museo. Una réplica se puede ver hoy en el Museo del Aire de Madrid.
Para recordar el vuelo hay un tango, “La gloria del águila”, escrito por dos españoles, Enrique Nieto del Molino y Martín Monserrat Guillemat. Fue grabado en Barcelona el 14 de enero de 1928, por Carlos Gardel en homenaje al Plus Ultra. Es el que se oye, si hace clic arriba.
©Juan Manuel Aragón

Comentarios

  1. Cristian Ramón Verduc10 de febrero de 2024, 8:05

    Es muy interesante la nota. De paso, nos recuerda que, hasta no hace mucho tiempo, España era nombrada en Argentina como "la Madre Patria". Ahora puede sonar mal, pero en esa época y hasta hace unos 50 años, era una expresión aceptada con total naturalidad.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

AÑORALGIAS Santiago querido

La Secco Somera lista (a completar), de lo que hay todavía en la ciudad mágica habitada por los santiagueños, sus sueños y saudades Algunas cosas que antes sabía haber en Santiago y no hay más, se perdieron para siempre, consignadas en este sitio para que al menos quede su recuerdo. Esta lista la publiqué hace algunos años en Feibu y los amigos la completaron. 1 Helados “Kay”, más ricos no hay. 2 El auto Unión, (con motor de dos tiempos, como la Zanella). 3 Las heladeras Vol-Suar. 4 Las prohibidas del Renzi (¡Coca!, cuánto amor). 5 La bilz de Secco (la de ahora no es lo mismo, qué va a ser). 6 El Santa Ana, El Águila, empresa Robert, el Manso llegando desde el fondo del saladillo. 7 Cheto´s bar. 8 El peinado batido de las mujeres. 9 El jopo (ha vuelto, pero como mariconada). 10 La nueva ola y los nuevaoleros. 11 El Tuco Bono. 12 El departamento Matará. 13 Panchito Ovejero vendiendo billetes de lotería. 14 La Porota Alonso. 15 La Gorda de Anelli. 16 Tala Pozo. 17 Mi tata. 18 Panadería L

LEYENDA El remís con chofer sin cabeza

Imagen de Facebook de David Bukret Un misterioso auto circula por las calles de Santiago y La Banda: un caso que está dando que hablar en todos lados Un hombre detiene su motocicleta en el parque Aguirre, lleva una mujer atrás, son las 3 de la mañana. Se apean debajo de un eucalipto, justo cuando empiezan a besarse aparece un auto, un remís que los encandila y se queda parado, como esperando algo. Ella pega un grito: “¡Mi marido!”, suben de nuevo a la moto y se van. Antes de irse, el hombre observa que en el remís no hay nadie, parece vacío, pero ya ha acelerado, a toda velocidad y no se va a detener. Ha pasado varias veces, según cuentan los parroquianos en el café con nombre y apellido, en una historia que va pasando de mesa en mesa, repitiéndose todos los días con más detalles. Las mentas hablan de un remís que aparece de manera impensada, no solamente cuando detecta traiciones amorosas, sino que asustó a varios muchachos que andaban trabajando de noche en casas que no eran las suya

EVOCACIÓN El triste final de la Dama de Hierro

Mercedes Marina Aragonés El recuerdo para quien el autor de esta nota llama Dama de Hierro, algunas anécdotas y la apreciación sobre una personalidad controvertida Por Alfredo Peláez No fue el final que posiblemente soñó en sus años de poder y esplendor. Cuando el nombre Nina paralizaba hasta el más taimao. Se fue en silencio, casi en puntas de pie, como vivió sus últimos años. Muy pocos lloraron a Marina Mercedes Aragonés de Juárez, la dama que supo ser de hierro, en tiempos idos. Seguramente coqueteó en esos años con un funeral al estilo Evita, con su féretro en el salón principal de la Casa de Gobierno, o en el Teatro 25 de Mayo, y largas colas de santiagueños para darle el último adiós. Pero solo fueron sueños de diva. Nada de eso ocurrió. Los diarios santiagueños apenas se hicieron eco de su fallecimiento. Al fin y al cabo, más importante eran los 470 años del pago que ella intento domesticar a rienda corta y chicote. Quedarán miles de anécdotas que la tuvieron como protagonista.