Ir al contenido principal

1867 CALENDARIO NACIONAL Malón

Indios en un malón

El 6 de julio de 1867, hubo un malón en San Rafel, Mendoza, cuando los indios saquearon la ciudad, matando a quienes hallaban a su paso


El 6 de julio de 1867, se produjo un malón de indios salvajes en San Rafel, Mendoza. Unos 700 indios saquearon la ciudad, matando a quienes hallaban a su paso. La guarnición, al mando de Ignacio Segovia, los expulsó, aunque los indios pernoctaron cerca, un día más hasta que se fueron con todos los elementos robados.
Años después, Jacinto Moyano, un viejo vecino dio su versión sobre lo sucedido:
“Yo era niño de poco más de 10 años, vivía con mi padre, José Maria Moyano, mi madre y hermanos Juan Ignacio, Gregorio y Domingo, en la estancia Los Tolditos.
“Pablo Ortiz, amigo de casa, vivía a considerable distancia de nosotros, pero con frecuencia se le veía bajar al pueblo en busca de artículos para el hogar. Mi padre le sabía decir: ¿y cómo no tenés miedo al frío, hombre? Ya sabés que mi casa es para todos los amigos.
“En vano, siempre alojaba en el campo. Ese día como de costumbre lo vimos pasar muy tempranito por la senda que quedaba a regular distancia.
“Habíamos terminado de almorzar cuando distinguimos a lo lejos un jinete que parecía venir a toda prisa en dirección a mi casa, lo que no dejó de causarnos mal presagio.
“Cuando estuvo cerca reconocimos a Pablo Ortiz lo que nos extrañó aún más, acostumbrados a verlo pasar sin detenerse.
“–¿Qué milagro, don Pablo –dijo mi padre– qué vientos lo traen por aquí? –Ortiz ni se baja del caballo, sacando su diestra debajo del poncho nos indica el naciente y dice: no pierdan ni un minuto de tiempo, los indios han asaltado el pueblo y prontito estarán aquí –nada más dijo y clavando las espuelas a su flete overo muy pronto se ocultó tras las lomadas.
“Con toda la prisa necesaria cargamos varios caballos con lo que teníamos más de valor rumbiando al río distante más de tres leguas, de paso arriamos algunos vacunos que encontramos y estuvimos muy pronto guarecidos en una profunda quebrada a donde era muy difícil llegar sin ser baqueano. Durante todo el día nadie salió del refugio que teníamos, no se encendió fuego por temer a que el humo delatara nuestro escondite. Llegada la noche mi padre ordenó a mis hermanos Gregorio y Domingo que eran los mayores que se arrimaran a las casas con mucho cuidado.
“Serían las 9 de la noche cuando volvieron trayendo la noticia de que los indios estaban saqueando la casa todo lo que no consideraban de valor lo sacaban afuera para destrozarlo, las vacas las arriaban para el sur, en el corral se oía un gran balerío de ovejas y cabras.
“Pasamos la noche sin cerrar los ojos. Entre mi padre y mis hermanos mayores se relevaban para hacer guardia sobre un cerro cercano. Mi madre lloraba llamando a cada rato a los que hacían de centinelas. Cada ruido que producían las aguas del río en ese lugar tan encajonado, o las pisadas de los animales nos parecía la venida de los salvajes.
“Amanecía. Los vigías trajeron la noticia de que no se veían indios. Mi padre y mi hermano Gregorio a pesar de las súplicas de mi madre se fueron a informar del estado de las cosas y volvieron como a las diez, venían tristes, solamente nos dijeron, los indios ya se han ido, volvamos.
“Llegamos, en el patio ya comprendimos todo el desastre, camas rotas, ropas quemadas, petacas, cómodas, armarios y todo cuanto puede tener una casa bien plantada, pisoteado, hecho añicos, destruido. Sentimos balar algunas cabras como en la agonía, nos allegamos al corral, era un cuadro de horror, más de 150 cabras degolladas, otras atravesadas a lanzazos lanzaban sus últimos suspiros, los corderos y cabritos pisoteados, deshechos. Más de cien vacas que se encontraban cercanas las arriaron a las tolderías. En cuanto a los cabalgares no nos quedó más que los que ocupamos para salvarnos. Por suerte los animales más ariscos sirvieron para empezar de nuevo.
“–¡Qué años, señor! –dice don Jacinto– ahora se vive tranquilo, pero antes, sólo Dios sabe.”

Juan Manuel Aragón
Ramírez de Velasco®

Comentarios

  1. Cristian Ramón Verduc6 de julio de 2024 a las 8:19

    He leído que los huarpes, pobladores que estaban al llegar los españoles, eran pacíficos y había una cierta tolerancia mutua. Al cruzar la cordillera los violentos araucanos, la cosa cambió. Así dicen algunos escritos.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares (últimos siete días)

EFEMÉRIDES SANTIAGUEÑAS Del 8 de julio

¿Mengele o Ascher? En 1985, el juez del crimen de La Banda empieza un expediente para dilucidar si un criminal nazi había vivido en esa ciudad El 8 de julio de 1985, el juez del crimen de La Banda Andrés Francisco Miotti inicia una investigación para saber si Gualterio o Walter Ascher era el criminal de guerra nazi José Mengele. Unos días antes, el diario El Liberal había publicado una sensacional historia, casi una confirmación de la leyenda urbana que sostenía que un criminal de guerra nazi, había vivido en La Banda con un nombre supuesto. Walter o Gualterio Ascher había vivido en La Banda entre fines de la década del 40 y principios del 50 y se sospechaba que podría haber sido un nazi prófugo de los tribunales de Núremberg. Para iniciar su investigación, el fotoperiodista Jesús del Carmen Martínez, conocido como “Chito”, amplió una fotografía de Mengele, tomada de un libro sobre la II Guerra Mundial y la mostró a quienes decían haber conocido a Ascher. Les preguntaba si sabían ...

TRENES Voces de madrugada

Johny Barrionuevo canta en el Urquiza Un cantor santiagueño recorre el Roca llevando canciones del alma, recuerdos del pago y la memoria de los amigos que quedaron atrás Todos los días salgo de mi casa, Pellegrini 1458, Burzaco, bien de madrugada. Trabajo en el tren Roca, pero no soy ferroviario. Soy el que ameniza el viaje de los pasajeros, cantando canciones que quizás les quedaron prendidas en el alma como abrojo en la tira de las zapatillas, y les recuerdo su infancia, su juventud, allá lejos, algún bosque norteño, con los parientes que se quedaron para siempre jóvenes en sus pensamientos. También voy a fiestas; me llaman para amenizar asados, celebraciones, esas cosas. Fue mucho mi penar andando lejos del pago Tanto correr pa' llegar a ningún lado Y estaba donde nací lo que buscaba por ahí. Me despierto a las cinco de la mañana y a las seis y media ya estoy en el tren, siempre cantando lo mismo. "La del Puente Carretero" y "Añoranzas" no pueden faltar; cuan...

ÉPOCA Viejos son los viejos

Un viejo Uno tiene solamente la edad que marca el almanaque: porque la juventud no es una cuestión de voluntad sino del reloj ¿De qué tiempo sos?, me preguntan a veces mis hijos. No sé, no tengo idea, respondo; de este, creo, y seguirá siendo mi tiempo hasta que me muera. Bueno, de qué tiempo vienes, aclaran, porque ahora son todos de la “generación X”, la “generación Y” o la “generación Z”. No, les digo. Vengo de una época en que a veces los hombres tomaban hasta emborracharse deltodamente y caer desmayados, pero una dama, una señorita, una mujer, a lo sumo sorbía una copita y se alegraba un poco, nada más. No como ahora, que los domingos a la mañana andan tiradas por las calles, y el lunes no sabrán qué hicieron, con quién o con cuántos ni dónde ni —peor todavía— cómo. En esos tiempos una mujer era más bella cuando más mujer era, no cuando se parecía a los hombres; a esas les decíamos “marimachos”, así, redondamente. Vengo del tiempo en que la gente se miraba cara a cara para hablar,...

BICHOS Me presento, soy la juanita

Hedionda juanita Breve historia de un molesto bicho que todos los veranos vuelve a los pueblos con su historia a cuestas Yo soy la juanita, así nomás, con minúsculas, porque soy nombre genérico, como león, torcaza, omeprazol. Nada de delicadezas ortográficas para mí. Las únicas que llevan mayúscula son Juanita Simón, Juanita Viale, Juanita Tinelli, Juanita Repetto, sor Juana Inés de la Cruz. A nosotras nadie nos invita a una foto ni a una alfombra roja; con suerte ligamos un chancletazo bien aplicado. En las tradiciones argentinas, al menos, no figuramos como protagonistas de ninguna leyenda, cuento, mito, fábula, novela o quimera. Ni siquiera se dignaron a inventarnos una superstición digna, de esas que asustan changuitos. Y eso que nuestra pestilente presencia, si algo tiene, es potencial narrativo. Sin embargo, apenas ocupamos un rincón mínimo del acervo pop-folklórico del país. En la Sociedad Argentina de Autores y Compositores hay contadas canciones que llevan mi nombre —con o sin...

1999 CALENDARIO NACIONAL Menem

Rubén Ale, "La Chancha" El 3 de diciembre de 1999, Carlos Saúl Menem visita Tucumán por última vez, como presidente de la Nación, lo custodian los Ale El 3 de diciembre de 1999, Carlos Saúl Menem realizó su última visita oficial a Tucumán como presidente de la Nación. Asistió a actos institucionales y partidarios en medio de un fuerte operativo de seguridad, en el que participó activamente el clan Ale, grupo con influencia en la provincia. El desplazamiento se produjo pocos días antes de dejar la Casa Rosada tras dos mandatos consecutivos. La presencia de figuras vinculadas al entorno criminal local quedó registrada en informes judiciales y periodísticos de la época. La visita tuvo como eje principal la inauguración de obras públicas y la participación en un acto político del Partido Justicialista. Menem llegó al aeropuerto Benjamín Matienzo en horas de la mañana y fue recibido por el gobernador Julio Miranda, junto a funcionarios provinciales y dirigentes partidarios. El via...