Ir al contenido principal

EXPURGACIONES Libros y calzoncillos

Extrañan a los que faltan

El temor del autor de este escrito es que al morirse hallen libros que no corresponden en su biblioteca

El otro día estuve toda la tarde dudando con un libro “El reino de los Juárez”, de un tal Sergio Carreras, buenos días, mucho gusto, encantado. Digo, dudaba entre tirarlo a la basura, quemarlo, romperlo en pedacitos o que siga ocupando espacio en la biblioteca. Y no, no es furia iconoclasta (que no sé qué quiere decir, pero es una palabra que desde hace mucho quería usar y bueno, ahora se dio la oportunidad).
Hay otra historia detrás.
Cuando llegó a viejo, un pariente se ufanaba de no haber entrado jamás a un supermercado. Una vez le pregunté por qué. dijo que tenía miedo de que justo ese día, la casualidad lo llevara a morirse justo ahí y que, en adelante los hijos, los nietos, lo recordaran como el abuelo que crepó frente la góndola de los lácteos de un lugar con nombre extranjero, que paga royalties hasta por la manera de joder a los clientes.
Tengo una amiga que dice que siempre lleva ropa interior limpia y sana, pues no quiere sufrir un accidente y que los enfermeros del hospital descubran su bombacha remendada o que lleve más de un día puesta, ¡qué horror”.
Por eso, de vez en cuando expurgo mi biblioteca de best—sellers y otras pequeñas grandes basuras que nunca he leído, no voy a tomar el trabajo de hojear y temo que un hijo o un nieto por ahí se tienten y quieran agarrarlos. Qué horror. Le cuento amigo, tengo una biblioteca que no es gran cosa, pero al menos tiene un aspecto decente.
Miran la vergüenza si justo ese día de mi muerte, cuando vuelvan de enterrarme, a una amable reunión en casa, algún pariente descubre que tengo un libro del Tonto Coelho o el Retonto Osho entre mis libros. Está bien, ese día ya estaré en la tumba, dando pelea a los gusanos, pero igual no me perdonaré el descuido de no haberlos tirado a la basura.
Ese libro del Reino de los Juárez, está repleto de inexactitudes, mentiras, frases hechas, clichés e historias populares que, de tan repetidas, muchos que creen que son palabra santa. También arrojé al fuego del último asado que hice —allá lejos y hace tiempo, porque últimamente no hay efectivo para semejante dispendio —el último libro que sacó Ernesto Sábato, escritor al que guardo una profunda antipatía, no solamente por sus mentiras políticas, sino por esa pose de viejo sabio con que se vestía al final de su vida.
¿Pregunta qué hice con “El Capital” de Carlos Marx? Lo guardé en el lugar que siempre estuvo. Con mucho trabajo llegué hasta la mitad del primer tomo, algo que pocos de sus admiradores intentaron y muchos menos lograron. Es un libro pesado para el que me debería haber preparado leyendo mucho sobre filosofía, historia, economía, cuando lo encaré ya era tarde, era viejo y no iba a ponerme a estudiar sólo para entender a Marx, que no es santo ni tampoco de mi devoción.
No tiré los libros de autores santiagueños, casi todos de ediciones del autor: muchos son de gente amiga que sacrificó parte de su presupuesto para publicar sus cuentos, sus poemas, sus ensayos, sus novelas. A algunos me los leí completitos, con prólogo y todo, por las dudas me pregunten en la calle qué me pareció lo que escribieron. A otros les pasé la vista por encima y si me hacen esa pregunta les diré: “Muy bueno lo tuyo”. Aunque sé que no les importa para nada mi opinión.
En un breve parrafito para los que se llevaron libros prestados y después lo negaron en la perra cara, debería pedirles que, ya que me morí, los devuelvan a la viuda, a los hijos. Que no los guarden para sí, de nada les vale atesorar textos ajenos, tengan la decencia de entregarlos de nuevo. No por mí ni por mis deudos, que quizás ni sabían que andaban en otras casas, sino por ellos, que vivieron tantos años muy cómodos en los anaqueles de mi biblioteca, y deben extrañar la compañía de sus camaradas.
Y permítaseme esta adenda para solicitar al maula (un primo), que se quedó con los escritos de mi tata que, ya que estoy muerto y por lo tanto no tiene cómo odiarme, al menos los entregue a mis hermanos, que durante estos años no dejaron de saludarlo muy bien (yo no, por supuesto, pero siempre he sido un poco medio muy antisociable).
Bueno, por ahora dejo este tema aquí nomás y me retiro: tengo que lavar mis calzoncillos por las dudas me muera hoy y sería un verdadero bochorno que me los hallen mugrientos.
¿Ha probado con jabón “Ala” en pan?, viene uno con olorcito a coco.
Juan Manuel Aragón
A 18 de noviembre del 2024, en Villa del Carmen. Preparando el Ferné.
Ramírez de Velasco®

Comentarios

  1. Pienso que la calidad de los libros no es un i dicativo de la capacidad, inteligencia, o prestigio de su poseedor. Creo que hay que leer de todo, hasta lo malo, para formarse una idea más clara de las cosas y entender otros puntos de vista. Solo conociendo lo mediocre y perturbado que era Marx (hoy sería catalogado como un chanta incapaz), se puede entender por qué "El Capital" está tan mal escrito, es tan pesado y tan errado en sus planteo.
    Para los interesados, Jordan Peterson tiene un video con una muy acertada crítica a El Capital, y Thomas Sowell tiene uno con una clara descripciòn de còmo eran Marx y Hegel

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares (últimos siete días)

¡URGENTE! Se agravó la salud de Musha

Musha y Alfredo Peláez, autor de esta nota Está internado desde hace un tiempo, ya iba a salir de alta, pero su estado desmejoró Por Alfredo Peláez “Fredy” En las últimas ahora se agravó la salud de "Musha" Carabajal, que desde hace tiempo lucha con una penosa enfermedad. Hacía tiempo que estaba internado y estaba próximo al alta, pero lamentablemente hubo un retroceso en su salud. Hace poco había sido separado del conjunto Los Carabajal, precisamente por su salud, lo que provocó indignación entre los seguidores del afamado grupo. Su hermano Kali posteó en las redes: " Hola amigos, los invito a unirnos en oración, para rogar a nuestro señor Jesucristo y a nuestra madre Virgen María por la salud de mi hermano Mario "Musha" Carabajal. Los abrazo con el corazón a todos". Mario Carabajal, apodado “Musha”, nacido en la ciudad de La Banda, Santiago del Estero, es miembro de la legendaria familia con apellido icónico en la música. Durante su carrera compartió con...

EXCLUSIVO Kali, el que faltaba hablar

Kali Carabajal La voz que faltaba para completar la historia de los Carabajal dijo su verdad en una entrevista que brindó al corresponsal en Mar del Plata Alfredo Peláez, Fredy En el periodismo aprendí a moverme con cautela. A no ir más allá de lo que la circunstancia merece, y no pasar jamás sobre los otros. Nobleza obliga. No podía darle voz al querido amigo Musha y silenciar al otro querido hermano de la vida, Kali, el eterno Carabajal, como alguna vez supe bautizarlo. es el más antiguo del grupo, de la época del mítico Agustín, el fundador. Ya estaba en el baile y no quedaba otra que bailar. Con más dudas que certezas lo llamé a Kali. Al teléfono me respondió: —Hola hermano querido. A vos no te puedo mentir. Musha, mi querido hermano, no se portó bien con el grupo. Mas que Mario, su esposa Miriam. Después de actuar en Cosquín, fuimos a Recreo, Musha ya estaba enfermo y no viajó. Al retornar le dimos su parte. Como correspondía. Como por su enfermedad no podía hablar, nos comunicamo...

RELIGIÓN Por qué la masonería no es una inocente asociación

Masones (imagen de ilustración) A veces se debe recordar conceptos simples que están en la base de una creencia, pues hay gente que deliberada o inadvertidamente los olvida o los ignora Para quien crea que no hay nada malo en la masonería, que muchos próceres fueron sus afiliados, cabe hacer una lista de los presidentes y vice que fueron masones o hermanos tres puntos, como también los llaman. Presidentes, Bernardino Rivadavia, Vicente López y Planes, Justo José de Urquiza, Santiago Derqui, Bartolomé Mitre, Domingo Faustino Sarmiento (presidente de 1868 a1874 que renunció a la masonería antes de asumir, porque era incompatible con el juramento católico que debía formular y que en ese tiempo era obligatorio), Miguel Juárez Celman, Carlos Pellegrini, Manuel Quintana, José Figueroa Alcorta, Roque Sáenz Peña, Victorino de la Plaza, Hipólito Yrigoyen y Agustín Pedro Justo. Vicepresidentes argentinos afiliados a la masonería fueron Salvador María del Carril, Juan Esteban Pedernera, Marcos Pa...

1998 AGENDA PROVINCIAL Tragedia

El Tabycast El 10 de abril de 1998, se desata una tragedia en un departamento del TabyCast cuando un joven llegó a dejar a su hija, baleó a la madre, mató a la niña, se tiró por el balcón y murió El 10 de abril de 1998, se desató una tragedia en un departamento del edificio TabyCast cuando un joven llegó a dejar a su hija, baleó a la madre, mató de dos disparos la niña y se tiró por el balcón, muriendo casi al instante. A las 8 y 10 de la noche, Diego José Zaín, que tenía 24 años, llegó al departamento en que la joven, Ana Lugones Castiglione, de 19 años, vivía con la hija de ambos, Dolores de 4, y su abuela Carmen Garay. Estaban separados, su abuela no estaba en Santiago y una amiga que debía visitarla a esa hora, se había demorado. La niña había nacido el 8 de marzo de 1995 y el padre la llevó de vuelta al departamento del cuarto piso del TabyCast, frente a la plaza Libertad. Cuando Zaín tocó el portero eléctrico, la joven sintió miedo, porque él ya la había amenazado y en ese moment...

PELIGRO Los musulmanes invaden en cualquier momento

Cena de ruptura del ayuno islámico en un templo católico de Bruselas La moda del islam también llegará a Santiago y se irá imponiendo de a poco, como lo hizo en Europa para tapar a las mujeres de la cabeza a los pies Llegará la moda del islam también a Santiago, más temprano que tarde, pongalé la firma y apueste lo que quiera, porque así será. En cualquier momento se verán por la Avellaneda, la Libertad, la Tucumán, mujeres tapadas de la cabeza a los pies, cubiertas completamente, porque así lo manda el Profeta. No será de golpe, primero serán esos pañuelos que dejan solamente el rostro al descubierto y los vestidos hasta el suelo. Luego, de a poquito, seguirán cubriendo todo el cuerpo, hasta dejar solamente una rejilla en los ojos. Se los dejará hacer, total, qué mal puede provocar una mujer con todo el cuerpo cubierto. Además, aquí hay libertad para que cada uno se vista como quiera, ¿no? Aquí se ha hecho un culto de la libertad que tiene cada uno de profesar la religión que más le g...