La boda |
En esta fecha contrajeron matrimonio el ídolo de la canción pop del momento con Evangelina Salazar
El 27 de febrero de 1967 se casaron Ramón Bautista Ortega y Evangelina Salazar. Tuvieron un breve noviazgo, tras el cual contrajeron matrimonio en el Registro Civil de la calle Arcos al 1900 en Buenos Aires. Era lunes. Él ya era ampliamente conocido como “Palito”.El secretario del cantor Oscar Sanders junto a Hugo Stabile, fueron los testigos de la boda civil y encargados de la organización de la guardia policial cuando llegaron ambos. La ceremonia fue presenciada por unas 2.000 personas. Él y ella llegaron en un vehículo conducido por Antonio Andó (tío de ella), y los casó el escribano Joaquín Alonso.El casamiento religioso fue unos días después, el 3 de marzo, a las 9 y media de la noche, en la abadía de San Benito de Buenos Aires, sobre la calle Villanueva 905. Los padrinos de la boda del novio fueron Irineo Leguizamo y Lolita Domínguez y Antonio Andó y su esposa, por la novia.El acontecimiento fue transmitido en vivo y en directo por Canal 13 con la animación de Nicolás Mancera, “Pipo”, y Antonio Carrizo. La fiesta fue íntima y privada en la sede del Tiro Federal y al día siguiente los novios viajaron a su luna de miel en México. A la vuelta se instalaron en un departamento de la avenida del Libertador, en la Capital Federal.
Ella dejó su carrera artística en 1979 para dedicarse a la crianza de sus hijos y el mantenimiento de la casa. Tuvieron seis hijos: Martín, Julieta, Sebastián, Luis (nombre que le designó en honor a Luis Sandrini, pues nació una semana después de su muerte, Emanuel y Rosario.
Celebraron sus bodas de oro en 2017 y renovaron sus votos matrimoniales ante el Papa Francisco, en el Vaticano.
Él era un cantante tucumano, con una enorme popularidad y de origen humilde. Su madre abandonó la casa y él quedó con sus seis hermanos al cuidado de su padre en una situación económica desesperante. Para comer, salió a trabajar siendo muy niño como lustrabotas, mecánico de bicicletas, cuidador de tumbas y jornalero en los ingenios azucareros.
Ella era una chica porteña de buena familia, hija de un matrimonio tradicional de por un ebanista hijo de españoles y un ama de casa con ascendencia italiana. Evangelina pisó por primera vez un escenario con apenas cinco años y a los once, su tía la llevó a presentarse en el concurso televisivo “Lux busca una estrella”. Luego participó del especial “Todo el año es Navidad”, pero su éxito llegaría tiempo después, con la telecomedia “Señoritas alumnas”, el ciclo “Mañana puede ser verdad” y con la novela de “El amor tiene cara de mujer”.
Al principio, Palito no quería a Evangelina de coprotagonista de “Mi primera novia”. Pero durante la filmación se enamoraron cuando hicieron una escena en la que bailaban juntos. En la película, el personaje de Evangelina se casaba con otro; pero en la vida real el final fue distinto.
Tuvieron su luna de miel en Acapulco y en Estados Unidos. Después Palito fue a España para filmar una película con Rocío Durcal, y Evangelina empezó el que sería el éxito más grande de su carrera: Jacinta Pichimahuida.
El resto es harina de otros chipacos y será contado quizás, en próximas entregas.
©Juan Manuel Aragón
Y como todo tucumano amigo de lo ajeno.
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