Ir al contenido principal

1869 ALMANAQUE MUNDIAL Peabody

George Peabody

El 4 de noviembre de 1869 muere George Peabody, financiero, banquero, empresario y escritor anglo—norteamericano "padre de la filantropía moderna"

El 4 de noviembre de 1869 murió George Peabody, en Londres. Fue un destacado financiero, banquero, empresario y escritor anglo—norteamericano, ampliamente reconocido como el "padre de la filantropía moderna". Destinó gran parte de su fortuna a promover la educación y el bienestar de los más desfavorecidos, en un momento en que la desigualdad era profunda tanto en los Estados Unidos y en el mundo. Había nacido el 18 de febrero de 1795 en South Danvers, Massachusetts (actualmente conocida como Peabody, en su honor).
Nació en una familia humilde y numerosa. De joven experimentó la dureza de la vida, lo que moldeó su carácter y determinación. A los once años, debido a las dificultades económicas de su familia, tuvo que abandonar la escuela y comenzar a trabajar en el comercio textil. A pesar de su falta de formación académica formal, demostró una gran habilidad para los negocios, destacándose por su cortesía y su capacidad para gestionar cuentas. Este talento le permitió, a los quince años, emprender su propio negocio en el ámbito del comercio textil, lo cual fue el primer paso en una carrera que lo llevaría a convertirse en una de las figuras más importantes del mundo financiero.
En 1826 realizó su primer viaje a Inglaterra, lo que marcaría un punto de inflexión en su vida. Aquel viaje le permitiría establecer contactos empresariales que le abrirían nuevas oportunidades y, eventualmente, contribuirían a la expansión de sus negocios. En 1837, se instaló en Londres, que en ese entonces era el centro financiero más importante del mundo. Allí, alcanzó gran notoriedad como banquero y jugó un papel crucial en la creación de una línea de crédito internacional para los Estados Unidos. Este respaldo fue fundamental para el desarrollo económico del joven país, especialmente en momentos de crisis financiera.
Su carrera como banquero en Londres fue meteórica, pero siempre mantuvo un firme compromiso con la filantropía. En 1854, al no tener descendencia directa que continuara con su legado, seleccionó a Junius Spencer Morgan como su socio. Con el tiempo, Morgan se convertiría en una figura prominente en el mundo financiero, y su empresa pasó a llamarse JS Morgan & Co., que más tarde se consolidaría bajo el control de su hijo, JP Morgan, quien fundaría una de las instituciones bancarias. más influyentes de la historia.
Dedicó gran parte de su fortuna a obras filantrópicas. Su convicción de que la educación era la clave para mejorar las condiciones de vida de los más desfavorecidos lo llevó a crear el Fondo Educativo Peabody en 1867. Este fondo, dotado de 3,5 millones de dólares, tenía como objetivo "fomentar la educación intelectual, moral e industrial de los niños indigentes de los estados del sur" tras la Guerra Civil estadounidense. Su visión se centraba en la reconstrucción de una sociedad devastada por el conflicto, buscando dar oportunidades educativas a aquellos que más lo necesitaban.
La ciudad de Baltimore fue un punto clave en su vida, ya que allí logró su primer gran éxito financiero. Por ello siempre tuvo un especial cariño hacia esta ciudad y realizó importantes donaciones, incluyendo la fundación del Instituto Peabody, que hoy es parte de la Universidad Johns Hopkins. Este instituto albergaba una magnífica biblioteca, que más tarde sería conocida como la Biblioteca George Peabody. A lo largo de los años, esta biblioteca se ha convertido en un importante centro de investigación académica y un legado duradero de su generosidad.
Su trabajo no se limitó a los Estados Unidos. En abril de 1862, fundó el Peabody Trust en Londres, una organización destinada a proporcionar viviendas de calidad a los artesanos y trabajadores pobres de Londres. A través de esta iniciativa, contribuyó a mejorar las condiciones de vida de muchas personas en la capital británica. Este enfoque pionero en la creación de viviendas sentó las bases para futuros proyectos de vivienda social en todo el Reino Unido.
También apoyó un papel fundamental en la educación de su sobrino, Othniel Charles Marsh, quien más tarde se convertiría en un renombrado paleontólogo. Este apoyo a la educación familiar fue paralelo a su compromiso más amplio con el mundo académico. En 1866 donó 150.000 libras a la Universidad de Yale para la creación del Museo de Historia Natural Peabody, y poco después, otorgó una cantidad similar a la Universidad de Harvard para fundar el Museo Peabody de Arqueología y Etnología. Estos museos siguen siendo hoy en día instituciones de renombre, dedicadas a la investigación y la preservación del conocimiento.
Su filantropía le valió el reconocimiento mundial. En 1862, fue nombrado Hombre Libre de la Ciudad de Londres, un honor reservado a muy pocas personas, por su contribución a los pobres de la ciudad. A lo largo de su vida fue elogiado por figuras tan importantes como el estadista británico William Ewart Gladstone y el escritor francés Victor Hugo. Incluso la reina Victoria le ofreció un título nobiliario que rechazó con humildad.
Uno de los mayores honores que recibió fue la Medalla de Oro del Congreso de los Estados Unidos, el 16 de marzo de 1867, en reconocimiento a su contribución al desarrollo de la educación en el país. Asimismo, recibió doctorados honorarios de la Universidad de Harvard y de la Universidad de Oxford, lo que subraya el amplio alcance de su influencia y su compromiso con la educación y el conocimiento.
Sufrió de artritis reumatoide y gota durante sus últimos años de vida. Falleció en Londres el 4 de noviembre de 1869. Su cuerpo fue enterrado temporalmente en la Abadía de Westminster, un honor reservado a muy pocos extranjeros, antes de ser trasladado a su lugar de nacimiento en Peabody, Massachusetts, tal como había solicitado.
El legado sigue vivo a través de las numerosas instituciones que fundó y de las vidas que transformó con su generosidad. Su visión de la filantropía como un medio para mejorar la sociedad ha dejado una huella profunda en la historia, y su nombre continúa siendo sinónimo de compasión y servicio a los demás.
Juan Manuel Aragón
Ramírez de Velasco®

Comentarios

Entradas populares (últimos siete días)

ADELANTO El Ángel Vengador y “Universe 25”

Ilustración Un fenomenal cambio está llegando a estas playas en la forma en que muchos ven el mundo y la realidad que los rodea Ha llegado a estas playas, más rápido que inmediatamente, el cambio más brutal en las comunicaciones desde que el periodismo se inventó como oficio rentado. Los diarios del siglo pasado decían buscar la verdad, y aunque muchas veces le pifiaran, al menos era esa la intención: contar lo que pasaba en la realidad. Internet, en cambio, dio una vuelta de tuerca feroz. La noticia ya no la ordena nadie: la elige el propio usuario. Y si un perrito perdido junta miles de lecturas mientras un anuncio ministerial queda colgado en la nube con media docena de curiosos, así será. Ni siquiera importa la noticia: importa el costado morboso. Cuanto más confirme los prejuicios del lector, más vale. El guiño de un diputado, el escote de una funcionaria o la corbata mal atada de un artista quizás pesan mil veces más que aquello por lo que, en teoría, eran noticia. La verdad, en ...

CORTESÍA Decí “de nada”

No cuesta mucho Aceptar agradecimientos sostiene la convivencia diaria y evita la falsa modestia disfrazada de humildad Cuando alguien te diga “gracias, amigo”, aceptalo. No cuesta nada y ordena el mundo. Respondé con la misma fórmula que te enseñaron de chico: “De nada”. Es fácil, es simple, es llano. Si alguien te hizo un favor, vos lo reconoces con un “gracias” o un “muchas gracias”. Y si te lo dicen a vos, no queda bien contestar con esas frases que parecen humildes, pero suenan mal: “No, no es nada”, “no me agradezcas”, “era mi deber”. No lo son. Aceptar el agradecimiento es un acto de cortesía básica. Y rechazarlo con esas fórmulas rebuscadas es, en el fondo, una grosería. A nadie le hicieron una reverencia profunda. Nadie se arrodilló para devolver un favor. Solo te dijeron “gracias”, y vos haces muy bien si respondes con un corto y contundente: “De nada”. Cuando dices “no hice nada”, desmereces al otro, que tiene derecho a expresar gratitud del modo natural que aprendió de niño...

1966 AGENDA PROVINCIAL Cosci

Lucas Danel Cosci El 21 de diciembre de 1966 nace Lucas Daniel Cosci, doctor en filosofía, docente, escritor, investigador y editor El 21 de diciembre de 1966 nació Lucas Daniel Cosci, en Santiago. Es doctor en Filosofía, docente, escritor, investigador y editor, cuya trayectoria combina una sólida carrera académica con una prolífica producción literaria. Se graduó como Profesor Superior en Filosofía y Pedagogía en el Instituto Superior de Profesorado de la provincia, obtuvo su Licenciatura en Filosofía por la Universidad Nacional de Santiago del Estero, y culminó su formación con un doctorado en Filosofía por la Universidad Nacional de Córdoba. En Santiago desarrolla toda su actividad profesional y creativa, dejando una marca significativa en los ámbitos educativo, filosófico y literario del noroeste argentino. Ejerce la docencia en varias universidades de la región. En la Universidad Nacional de Santiago del Estero imparte la cátedra de Filosofía del Arte y Estética, en la Universida...

IDENTIDAD Formas de manifestar el patriotismo

Ilustración Aquí se reunieron algunos de los más famosos alaridos que se dan en algunos países para festejar o darse ánimos Cada país tiene su grito de guerra, su manera particular de honrar los colores propios y darse ánimo cuando hace falta coraje. En esta nota se reúnen algunas de esas expresiones que, desde estadios, fiestas patrias o viejas batallas, siguen funcionando como llamados a la identidad. En Francia dicen “allez, allez, allez!” y también “Vive la France!”. En España, desde la batalla de Clavijo, se gritó “¡Santiago!” y, desde el medioevo, “¡Cierra España!”. En el fútbol moderno suele escucharse el más directo “¡España! ¡España!”. En el Reino Unido predomina “Hurrah!”, documentado desde el siglo XVIII, además del conocido “Hip-hip… hurrah!” y del solemne “God save the King!”. En Uruguay, los estadios responden con “¡U-ru-guay!”; en otros ámbitos resuenan “¡Orientales!” y el histórico “¡La Patria o la Tumba!” del Juramento de 1830. Chile institucionalizó su “Chi chi chí – ...

FIESTA Se viene la Navidad Ecológica, ¡viva!, ¡viva!

Ilustración Sin vaca, burro ni ovejas, los genios de la biodiversidad sustentable y sostenible están organizando una imposible recordación Al Pesebre de la Navidad Ecológica que han inventado en varios organismos, como la Mnicipalidad de la Capital, le van a faltar la vaca, el burro y las ovejas. La emisión de metano generada por su sistema digestivo (la fermentación entérica), representa un vector clave de vulnerabilidad climática que compromete la agenda 2030 en el cuadrante de Belén. Se debe aplicar el Principio de Precaución Ambiental y reubicarlos inmediatamente en un santuario ético, evitando su participación en cualquier evento de marketing tradicionalista. Además, no hay que olvidarse de la agricultura regenerativa, que solo funciona si nadie come nada. Los pañales descartables con algodón orgánico, que deben ser comprados con blockchain para asegurar su trazabilidad, demuestran que San José no tenía el poder adquisitivo de clase media-alta progre, necesario para la paternidad ...