Cabral, soldado heroico |
Un verdadero estropicio se hizo desde que se descubrieron los posibles restos del heroico soldado que salvó a José de San Martín
Tomado de Facebook
Obviamente no somos conocedores de los métodos científicos para identificación de viejas osamentas. A lo sumo, conocedores, no mucho, de hechos históricos.Desde hace un tiempo, se menciona reiteradamente en algunos medios de comunicación, la extracción de los restos óseos del granadero Juan Bautista Cabral de las urnas que los guardan en el Convento de San Lorenzo, para ser llevados a su solar natal, en la ciudad de Saladas, provincia de Corrientes.¿Es esto posible?
Hagamos historia.
Juan Bautista Cabral murió unas dos horas después de finalizado el Combate de San Lorenzo, del 3 de febrero de 1813. Lo hizo sobre una de las mesas del Refectorio (comedor) del Convento, víctima de dos heridas de arma blanca (¿Bayoneta? ¿Sable? ¿Hacha?)
Fue sepultado en una tumba grupal, con los otros trece caídos ese mismo día. Uno más moriría once días después, y se presume que fue sepultado junto a los otros. Uno más moriría el 20 de mayo, pero ya en Buenos Aires.
Es decir que Cabral fue uno de los quince muertos en San Lorenzo.
En la década del '40 del siglo pasado, un grupo de soldados Zapadores o Pontoneros, encontró la tumba grupal de los Granaderos, que había estado extraviada por muchos años.
Se levantaron restos óseos, que se depositaron en dos urnas de mármol, en el Cementerio del Convento.
Si uno observa las urnas, a simple vista se da cuenta que en algún momento no pudieron contener los huesos de quince cuerpos. Son muy chicas, para tantos esqueletos. Por lo que se supone, de acuerdo a la opinión de algunos historiadores, que no se levantaron todos los huesos de esa tumba, y aún siguen durmiendo su sueño eterno, algunos granaderos, pero ahora, bajo el campo de deportes del colegio vecino, lugar primigenio del enterramiento.
Y aquí comienzan los despojos.
En 1945, se decidió homenajear al Soldado Desconocido de la Independencia. Y para eso, se reunieron osamentas de soldados caídos en batalla, tanto de la Argentina, como del exterior. Obviamente, se sacaron restos de Granaderos de San Lorenzo.
Fueron incinerados todos los huesos juntos y colocados en Catedral, junto a los restos del Libertador. Es decir que esos huesos, al ser quemados, no sirven para obtener ADN. ¿Puede ser que hayan sido los de Cabral? Nadie lo sabe.
Cuando a principios de los 50, se erigió el Monumento a la Bandera de Rosario, debajo de la Llama Votiva se colocaron restos de un Soldado Desconocido. Sí, sí, también sacados de la urna de San Lorenzo.
Y falta más.
Cuando se erigió en San Luis, el Monumento a los Granaderos Puntanos, más huesos se sacaron de las urnas, para llenar las tres urnas de los Héroes. Obviamente, huesos tomados "al voleo" de dentro de las urnas de San Lorenzo.
Durante casi cien años, los pocos o muchos restos óseos de San Lorenzo han sido manoseados, para cubrir ese deseo, algo morboso, por cierto, del argentino, en homenajear los restos de fallecidos famosos, como si fueran fetiches. Sin saber si aún quedan los restos de Cabral dentro de las urnas, contaminados por decenas de manos que los han tocado. ¿Es posible, aun así, dar fe de que tal vertebra o tal costilla, corresponden al saladeño? ¿Y el ADN compararlo contra quién?, se sabe que Juan Bautista Cabral no tuvo descendencia. ¿Se sabe dónde descansan los restos de sus padres?
Sería deseable que no se convirtiera todo esto en un simple espectáculo, lucha de egos, y que se dejara descansar eternamente a aquellos hombres que generosamente dieron sus vidas para que la Patria viva.
Mencionamos el hacha también, como posible arma blanca utilizada por los realistas. Téngase presente que eran marinos, y el hacha, además de elemento de trabajo, podría ser mortal en manos diestras.
Ramírez de Velasco®
Hagamos historia.
Juan Bautista Cabral murió unas dos horas después de finalizado el Combate de San Lorenzo, del 3 de febrero de 1813. Lo hizo sobre una de las mesas del Refectorio (comedor) del Convento, víctima de dos heridas de arma blanca (¿Bayoneta? ¿Sable? ¿Hacha?)
Fue sepultado en una tumba grupal, con los otros trece caídos ese mismo día. Uno más moriría once días después, y se presume que fue sepultado junto a los otros. Uno más moriría el 20 de mayo, pero ya en Buenos Aires.
Es decir que Cabral fue uno de los quince muertos en San Lorenzo.
En la década del '40 del siglo pasado, un grupo de soldados Zapadores o Pontoneros, encontró la tumba grupal de los Granaderos, que había estado extraviada por muchos años.
Se levantaron restos óseos, que se depositaron en dos urnas de mármol, en el Cementerio del Convento.
Si uno observa las urnas, a simple vista se da cuenta que en algún momento no pudieron contener los huesos de quince cuerpos. Son muy chicas, para tantos esqueletos. Por lo que se supone, de acuerdo a la opinión de algunos historiadores, que no se levantaron todos los huesos de esa tumba, y aún siguen durmiendo su sueño eterno, algunos granaderos, pero ahora, bajo el campo de deportes del colegio vecino, lugar primigenio del enterramiento.
Y aquí comienzan los despojos.
En 1945, se decidió homenajear al Soldado Desconocido de la Independencia. Y para eso, se reunieron osamentas de soldados caídos en batalla, tanto de la Argentina, como del exterior. Obviamente, se sacaron restos de Granaderos de San Lorenzo.
Fueron incinerados todos los huesos juntos y colocados en Catedral, junto a los restos del Libertador. Es decir que esos huesos, al ser quemados, no sirven para obtener ADN. ¿Puede ser que hayan sido los de Cabral? Nadie lo sabe.
Cuando a principios de los 50, se erigió el Monumento a la Bandera de Rosario, debajo de la Llama Votiva se colocaron restos de un Soldado Desconocido. Sí, sí, también sacados de la urna de San Lorenzo.
Y falta más.
Cuando se erigió en San Luis, el Monumento a los Granaderos Puntanos, más huesos se sacaron de las urnas, para llenar las tres urnas de los Héroes. Obviamente, huesos tomados "al voleo" de dentro de las urnas de San Lorenzo.
Durante casi cien años, los pocos o muchos restos óseos de San Lorenzo han sido manoseados, para cubrir ese deseo, algo morboso, por cierto, del argentino, en homenajear los restos de fallecidos famosos, como si fueran fetiches. Sin saber si aún quedan los restos de Cabral dentro de las urnas, contaminados por decenas de manos que los han tocado. ¿Es posible, aun así, dar fe de que tal vertebra o tal costilla, corresponden al saladeño? ¿Y el ADN compararlo contra quién?, se sabe que Juan Bautista Cabral no tuvo descendencia. ¿Se sabe dónde descansan los restos de sus padres?
Sería deseable que no se convirtiera todo esto en un simple espectáculo, lucha de egos, y que se dejara descansar eternamente a aquellos hombres que generosamente dieron sus vidas para que la Patria viva.
Mencionamos el hacha también, como posible arma blanca utilizada por los realistas. Téngase presente que eran marinos, y el hacha, además de elemento de trabajo, podría ser mortal en manos diestras.
Ramírez de Velasco®
Si no entiendo mal, el convento era de San Carlos. El lugar era San Lorenzo. El resto está muy bien expuesto Juan Manuel.!!!
ResponderEliminar